Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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28.6.18

El combate espiritual: Cómo ofrecer nuestros sacrificios y ofrendas


- Del ofrecimiento. -

Para que este ofrecimiento sea muy agradable a Dios, se han de observar dos circunstancias: la primera es que ha de unirse y acompañarse con los ofrecimientos que hizo Jesucristo a su eterno Padre en el curso de su vida pasible y mortal; la segunda, que nuestro corazón esté desasido enteramente del amor de las criaturas.

En orden a la primera, has de saber que mientras vivía el Señor en este valle de lágrimas, ofrecía a su Padre celestial, no solamente su persona y sus acciones particulares, sino también las de todos los hombres con sus mismas personas. Conviene, pues, hija mía, que juntemos nuestros ofrecimientos con los suyos, para que con esta unión los suyos santifiquen los nuestros.

24.5.18

El combate espiritual: Medios para ayudarnos a adquirir virtudes


- De los medios para adquirir las virtudes, y cómo debemos servirnos de ellos por algún tiempo, para aplicarnos a una sola virtud. -

Sobre todo lo que dejo advertido, debes también saber, hija mía, que para llegar a una eminente y sólida virtud, es necesario que tengas un corazón grande y generoso, y una voluntad resuelta, invariable y firme para vencer las contradicciones, penas y dificultades que se hallen en este camino. Es necesario asimismo que tengas una inclinación y afecto particular a la virtud. Esta inclinación se adquiere considerando frecuentemente cuán agradables son a Dios las virtudes, cuán nobles y excelentes son en sí mismas, y cuán útiles y necesarias para nosotros; pues en ellas empieza y acaba toda la perfección cristiana.

Harás todas las mañanas eficaces propósitos de ejercitarte en ellas según las ocasiones que probablemente se te pueden ofrecer en aquel día, y te examinarás muchas veces para reconocer si has ejecutado fielmente estos propósitos y buenas resoluciones, y para renovarlos con mayor eficacia y fervor.

3.3.21

La misericordia con los difuntos. Testimonio



El P. Alonso de Andrade, en su "Itinerario historial", poco más o menos dice: "Ruego a Dios Nuestro Señor, que engendre en tu alma afecto y devoción con las almas de los fieles difuntos, y que no se pase día que no les hagas algún bien orando, ayunando y comulgando; dando alguna limosna, oyendo o diciendo Misa por ellos, pues has visto los intereses tan grandes que granjean los que les hacen bien, los males de que los libran, las oraciones que hacen continuamente por ellos en el acatamiento de Dios, y las mercedes, así de bienes espirituales como de temporales, que les alcanzan, de que es testigo la experiencia. Pues no se ha conocido persona que se esmere en su devoción, que haya muerto pobre o menos afortunada, y a quien no haya hecho Dios grandes mercedes, y por ella a sus hijos y familia".

En la corte de Madrid hubo un noble letrado tan devoto de las almas del Purgatorio, que mandó decir en su vida por ellas más de doscientas mil Misas, y esto aparte de una gran suma de limosnas que repartió, y otras muchas buenas obras que hizo para ayudarlas. Y habiendo empezado con moderada hacienda dejó a sus hijos treinta mil ducados de renta, y vio su casa ennoblecida con hábitos, títulos y oficios honrosísimos, y llegó a noventa años de edad, alcanzando en su vida ver logrados sus nietos y biznietos hasta la cuarta generación, como se escribe en la sagrada historia del santo Job: "Ecce sic benedicetur homo, qui timet Dominum"; porque esta bendición llega al hombre que sabe temer a Dios y usar de caridad con sus prójimos que están cautivos en las penas del Purgatorio, alcanzándole las mismas almas larga vida y copiosa hacienda, porque la gastaba en hacerles bien, y así son interesadas en ello. Si quieres alcanzar esta bendición, y lo que más importa, la vida eterna, sigue su ejemplo y gasta el resto de tu vida en orar y hacer bien para ti mismo, porque lo uno harás a Dios Nuestro Señor un grandísimo servicio, y lo otro harás a tus prójimos la obra de mayor caridad que puedes ejercitar con ellos, y un acto de sumo merecimiento porque en él honrarás a Dios dando crédito a su fe, que enseña que hay otra vida y en ella Purgatorio, donde se purifican las almas de la escoria de sus culpas, y que hay cielo y gloria la cual, diligencias a tus prójimos, y que los unos fieles tenemos parte en las oraciones y buenas obras de los otros, como miembros de un mismo cuerpo.

7.5.18

Diario de Santa Gemma Galgani [19]


Lunes, 6 de agosto de 1900
He llegado al 6 de agosto. Los días pasan, y yo siempre en el abismo de este mundo.

Esta tarde, mientras hacía mis oraciones, el Ángel de la Guarda se me ha acercado y golpeándome en la espalda me ha dicho:

- Gema, ¿cómo tanta desgana para la oración? No le agrada a Jesús.

- No - respondí - no es desgana, hace dos días que no me hallo bien.

31.8.17

Obras son amores, y no buenas razones (para las ánimas del purgatorio)


Preguntando Santa Gertrudis a una ánima del purgatorio qué obras le serían más proporcionadas en su rescate, le respondió: "si alguna persona, afligida y lastimada de lo que padezco por haber querido seguir mi propio parecer al de mis prelados, hiciere propósito firme de jamás seguir su propia opinión, sino el de sus superiores, con esto me aliviará en mi dolor, y me consolará de los desconsuelos que padezco".

Refiere Surio como a San Remberto le pidió un ánima que si él por ella quisiera ayunar cuarenta días a pan y agua, sería libre del purgatorio, que padecía por los ayunos que había quebrantado por su gula; así lo hizo el santo, y después le hizo saber que con esto le había alcanzado la visión de Dios, de la cual había estado hasta entonces, por sus placeres gastronómicos, privada.

4.4.20

La importancia de un oratorio virtual


Durante este tiempo de confinamiento debido a la pandemia, en el que millones de personas alrededor del planeta se ven obligadas a permanecer en sus casas, sin poder salir a la calle ni acudir a misa, acudir a actos religiosos, y ni siquiera visitar iglesias o capillas, están cobrando una importancia especial los sitios de oración y recogimiendo online. Desde el Oratorio Carmelitano venimos, ya mucho tiempo atrás, ofreciendo un servicio de oración, reflexión y acompañamiento espiritual, en una página que funciona como un oratorio virtual. Esto es: facilitando oraciones, incluso ofreciendo distintos libros y tratados gratuitamente, mediante nuestra librería que ya aglutina un voluminoso fondo literario. Además, ofrecemos también una adoración perpetua para aquellas personas que, con dificultades para acceder incluso a plataformas online (por su complejidad, consumo de datos o porque carecen de un sistema informático potente) de vídeo. Así, damos la oportunidad que, en espíritu al menos, cualquiera pueda realizar una visita al Santísimo, recogerse, y rendirle tributo y adoración. Es esta una necesidad si cabe más importante en esta época.

También seguimos facilitando la comunión espiritual, y centrándonos en nuestro carisma carmelitano, la Visita Semanal y el Homenaje Sabatino, porque no debemos olvidar a nuestra querida Madre en estos momentos de drama, lucha y desconsuelo. Ella sabe mejor que nadie cómo aliviarnos.

Durante estos últimos meses hemos ido más allá, ofreciendo a nuestros visitantes, carmelitas y cristianos en general, unas páginas temáticas con oraciones diarias que pueden hacer durante cada jornada, al despertar, al acostarse, o en el momento del día en que más lo consideren o lo necesiten. Este espacio se encuentra dividido en otras tantas temáticas, así, tenemos el Domingo, dedicado a la alabanza al Espíritu Santo. El Lunes, a Nuestra Señora, el Martes, a las ánimas del purgatorio, un recuerdo especial y muy importante de nuestro carisma carmelitano. El Miércoles lo dedicamos a la reflexión, bien en soledad o en comunidad, dentro de una celda de un monasterio o convento, o en medio de la gran ciudad. El Jueves, como no podía ser de otra forma, es el día de la Eucaristía, mientras que el Viernes está centrado en la Pasión de Nuestro Señor. Por último, el Sábado se lo dedicamos y consagramos a Nuestra Señora del Carmelo.

Ahora hemos querido ir un paso más allá, y ofreceros además la oportunidad de descargar, para aquellos que no tienen una conexión permanente a Internet (o la tienen muy deficitaria) nuestro Oratorio, con el fin de que puedan llevar nuestros textos con ellos en su smartphone, en su ordenador o en su tablet, y consultarlos cuando lo necesiten. Dividido en meses, ya se puede acceder a su descarga desde éste link.

Asimismo, ofrecemos la oportunidad de navegar por todo nuestro historial mediante un sencillo formulario que podéis usar, situado en la parte inferior de esa misma página. Confiamos en que todos estos esfuerzos colaboren para enriquecer tu experiencia cristiana, y adherirte más firme y fielmente a Nuestro Señor, cuyo fin es todo nuestro motivo y atención. A Él, pues, sea siempre la gloria y alabanza por los siglos de los siglos. Amén.

| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

11.11.21

La tortura de dejar de ver a Dios



Todos hemos sido creados para Dios, hemos sido creados para entrar en una relación purísima con Él, una relación de amor. Y el tiempo en la tierra se nos da precisamente para que trabajemos por las cosas del Reino y para crecer en esa unión de amor. Pero la mayor parte del tiempo nos ocupamos de muchas otras cosas, y nos olvidamos que tenemos un alma inmortal. Como dice en una visión Nuestra Señora, "Os ocupáis de muchas cosas, pero dejáis vuestra alma en el último lugar". Retrasamos así nuestra purificación cuando Dios, por su parte, nos brinda ya en la tierra todas las ocasiones necesarias para estar lo suficientemente puros para comparecer ante Él. San Juan de la Cruz nos dice que, si aceptamos todas las ocasiones que Dios nos da en la tierra para purificarnos, las pruebas, e incluso las penitencias que nos inspira, si las acogemos con gratitud, sin amargura, y se las ofrecemos al Señor, podemos estar seguros que iremos directamente al Cielo. Estas pruebas, ofrecidas y sufridas por amor al Señor, sustituyen al Purgatorio. Dios da a cada alma suficientes gracias para que pueda ir derecha al Cielo.

Pero por nuestra ceguera espiritual diariamente nos quejamos, protestamos, refunfuñamos, luchamos contra el Señor. No estamos contentos y protestamos contra las cruces. Incluso a veces blasfemamos ante las pruebas. En lugar de ocuparnos de la gloria de Dios, nos ocupamos de otras cosas. Y cuando llega la hora de la muerte, no estamos purificados. Hemos desaprovechado las ocasiones. Entonces el Señor, en su extrema misericordia, nos concede un tiempo extra, un plazo, por así decirlo, una nueva ocasión para poder purificarnos, una especie de etapa intermedia entre la tierra y el Cielo, que se llama Purgatorio.

6.11.22

El purgatorio



El Purgatorio es el lugar donde acaban de purificarse las almas que han de entrar en el Cielo, y que aún no han satisfecho la pena temporal acumulada. Esta pena temporal es la que queda por compensar cuando tras cometer un pecado mortal o venial nos arrepentimos y confesamos, quedando nuestra alma limpia, pero con una imperfección que purgar; es como cuando una prenda manchada queda limpia tras ser lavada pero con arrugas que hay que planchar para que desaparezcan. Esta satisfacción puede realizarse en esta vida mediante oraciones, buenas obras, limosnas, sacrificios, etc., pero si la persona muere sin haber purgado totalmente esta pena temporal, aunque su alma esté salvada va al Purgatorio para eliminar toda impureza, pues en el Paraíso no puede entrar nadie imperfecto.

La más pequeña pena del Purgatorio es mayor que la más grande de este mundo.

Nosotros podemos aliviar a esas almas que sufren en el Purgatorio, y tenemos a nuestro alcance medios fáciles y de valor infinito. Una misa que oigas, una pequeña mortificación que hagas, un Padrenuestro que reces, una indulgencia que ganes..., todo esto puede aliviarlas muchísimo, y aún incluso librarlas completamente de aquellas terribles penas y hacerlas entrar enseguida en el Cielo.

1.6.18

Mes de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús


En el mes de junio ofrece al Sagrado Corazón de Jesús diariamente estas oraciones.

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, Rey de amor! Por mediación de vuestra Madre y Madre mía la Santísima Virgen María, acepto muy gustoso el pacto que Vos me proponéis de cuidar Vos de mí y de mis cosas, y cuidar yo de Vos y de vuestra gloria.

Todo lo mío lo pongo en vuestras manos: mi familia, mis negocios y ocupaciones todas; mi cuerpo con sus sentidos, salud y vida; mi alma con sus potencias, virtudes y méritos; mi propia salvación y santificación.

Cuidad Vos de mí.

Yo a cambio cuidaré de Vos: de glorificaros cuanto pueda. Ayúdame a contribuir a ello con comuniones, misas, rosarios, oraciones y jaculatorias, en definitiva: con la oración constante; con la paciencia en sufrir las cruces ordinarias de la vida; con el fiel cumplimiento de las obligaciones de mi estado; con obras de caridad y misericordia, con limosnas y sacrificios; con la difusión, el ejemplo, de palabra y por escrito y cuantos medios me sean posibles, para daros toda la gloria y reparación que pueda. Quiero extender por todo el mundo vuestro reinado de Amor. Hacedme perfectísimo amante y apóstol de vuestro amantísimo Corazón. Amén.

Oración preparatoria:
Dios mío, me someto y me entrego ante vuestra soberana presencia: yo os adoro en unión de vuestro Santísimo Hijo, y deseo unir mi corazón al suyo para ofreceros una oración pura y agradable a vuestros divinos ojos. Y Vos, Virgen Santísima del Carmelo, Ángel de mi guarda, y santos de mi devoción y mis patrones, interceded por mí ante Jesucristo, a fin de que pueda meditar las excelencias del amor de Cristo y cumplir siempre y en todo su santísima voluntad. Amén.

Preces:
- Oh Corazón amorosísimo de Jesús, por vuestra herida preciosa abierta para dar paso a las llamas de vuestro inmenso amor, haced que el incendio de la caridad purifique mi corazón de la inmundicia del pecado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

- Oh Corazón sacratísimo de Jesús, por vuestra corona de espinas que os atormentó con las puntas crueles de nuestros pecados, alcanzadme un santo y sincero remordimiento de mis culpas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

- Oh Corazón dulcísimo de Jesús, por vuestra cruz plantada como árbol frondoso alimentado por la sangre divina, signo de vuestro ardiente deseo de ser crucificado para nuestra salvación, concededme una entera resignación a los designios de la Providencia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús (récense para desagraviar al Sagrado Corazón de Jesús y por la paz del Mundo).
"Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón que es "fuente de vida y de santidad" y "deseo de los collados eternos". Con el Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan".
Esta oración, rezada y meditada, se convierte en una verdadera escuela del hombre interior: la escuela del cristiano".
(Juan Pablo II. 27-VI -82)

Señor, ten piedad de nosotros..
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad de nosotros...
Cristo, ten piedad
Señor: ten piedad de nosotros...
Señor, ten piedad

Jesucristo, óyenos...
Cristo, óyenos
Jesucristo, escúchanos...
Cristo, escúchanos

Oh Dios, Padre Celestial...
(todos responden:) Tened misericordia de nosotros

Dios Hijo, Redentor del mundo...
Tened misericordia de nosotros

Dios Espíritu Santo...
Tened misericordia de nosotros

Santísima Trinidad, un solo Dios...
Tened misericordia de nosotros

Corazón de Jesús, Hijo Eterno del Padre...
Ten piedad de nosotros

formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre...
Ten piedad de nosotros

de majestad infinita...
Ten piedad de nosotros

templo santo de Dios...
Ten piedad de nosotros

sagrario del Dios Altísimo...
Ten piedad de nosotros

casa de Dios y puerta del cielo...
Ten piedad de nosotros

fuego inagotable de caridad...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, donde se encierra toda justicia y todo amor...
Ten piedad de nosotros

pleno de bondad y de amor...
Ten piedad de nosotros

ilimitado en todas las virtudes...
Ten piedad de nosotros

dignisimo de toda alabanza...
Ten piedad de nosotros

Rey y centro de todos los corazones...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, en quien existen todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia...
Ten piedad de nosotros

en quien habita la plenitud de la divinidad...
Ten piedad de nosotros

en quien el Padre Celestial se ha complacido plenamente...
Ten piedad de nosotros

de cuya plenitud todos nos enriquecemos...
Ten piedad de nosotros

deseado de todas las naciones...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, paciente y de gran misericordia...
Ten piedad de nosotros

rico y generoso con todos los que te invocan...
Ten piedad de nosotros

fuente de vida y santidad...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, propicio a perdonar nuestros pecados...
Ten piedad de nosotros

saturado por los oprobios de la gente...
Ten piedad de nosotros

quebrantado por nuestros pecados...
Ten piedad de nosotros

obediente hasta la muerte...
Ten piedad de nosotros

atravesado por una lanza...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo...
Ten piedad de nosotros

vida y resurrección nuestra...
Ten piedad de nosotros

paz y reconciliación nuestra...
Ten piedad de nosotros

víctima de los pecadores...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan...
Ten piedad de nosotros

esperanza de los que en ti mueren...
Ten piedad de nosotros

delicia de todos los santos...
Ten piedad de nosotros

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
Perdónanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
Escúchanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
Ten misericordia de nosotros

¡Jesús, manso y humilde de corazón...,
haced nuestro corazón semejante al vuestro!

Oración final:
Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amantísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dió en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploramos tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias finales:
Todo sea por Vos,
Corazón Sacratísimo de Jesús.

Sagrado Corazón de Jesús,
en Vos confío.

Dulce Corazón de María,
sed nuestra salvación.

San José, ruega por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

16.12.17

La importancia de la confianza en nuestra Santa Madre María del Carmelo


Qui me invenerlit inveniet vitam, et hauriet salutem a Domino.
Quien me hallare, hallará la vida, y alcanzará del Señor la salud. (Pr., 8, 35).


¡Cuántas gracias debemos dar a la misericordia de Dios, exclama San Buenaventura ("o certe Dei nostri mira benignitas, qui suis reis te Dominam tribuit advocatam ut auxilio tuo quod volueris valeas impetrare". In Salve Reg.), por habernos concedido como abogada a la Virgen María, cuyas súplicas pueden alcanzarnos todas las mercedes que deseemos!

¡Pecadores y hermanos míos!, aunque seamos culpables ante la divina justicia, y nos consideremos por nuestras maldades ya condenados al infierno, no desesperemos todavía. Acudamos a esta divina Madre, amparémonos bajo su manto, y Ella nos salvará. Exige de nosotros la resolución de mudar de vida. Formémosla, pues; confiemos verdaderamente en María Santísima, y Ella nos alcanzará la salvación. Porque María es abogada poderosa, abogada piadosísima, abogada que desea salvarnos a todos.

19.6.19

Unión e invocación al Sagrado Corazón de Jesús


A las profundas oraciones del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al amor ardiente del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al celo fervoroso del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la reparación del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A las acciones de gracias del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la confianza imperturbable del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A las fervientes oraciones del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la humildad del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al elocuente silencio del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la obediencia del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la dulzura y paz del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la bondad inefable del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la caridad universal del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al recogimiento profundo del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A los sufrimientos y sacrificios del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la paciencia infinita del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A los dolores interiores del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la resignación del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A las intenciones, deseos y voluntades, del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

24.10.17

Novena por las ánimas del Purgatorio


En el Oratorio Carmelitano damos inicio hoy a una novena por las ánimas del Purgatorio que nos llevará hasta noviembre, el mes dedicado en especial a las ánimas del Purgatorio en el cual tendremos - Dios mediante- una programación específica con oraciones diarias.

Nuestra intención es que todos vosotros, nuestros queridos lectores y hermanos, nos acompañéis en este tiempo tan especial con oraciones por esas ánimas benditas, tan olvidadas a veces por los cristianos, incluso por los más devotos. Que sirva de ferviente recuerdo, asimismo, para nuestros familiares, bienhechores y amigos difuntos. Que todos ellos descansen en paz. Amén.

25.2.22

Novena de la gracia en honor a San Francisco Javier



Origen de la tradición de la "novena de la gracia":
Mientras se estaba adornando un altar en Nápoles para una fiesta de la Inmaculada Concepción, cayó desde los andamios un martillo de un kilo de peso que hirió mortalmente al padre Marcelo Mastrilli, de la Compañía de Jesús, destrozándole la sien derecha. De día en día llegó a agravarse tanto su herida, que iban a darle ya la Extremaunción, pues era imposible administrarle el Viático por no poder el herido ni tomar una gota de agua. Pero cuando estaban pensando en esto, he aquí que el padre Mastrilli se levanta sano y repuesto. La herida había desaparecido de su cabeza, la cicatriz ni se notaba, y el sacerdote se sentía restablecido de repente. Bien temprano celebró su misa y dio la comunión a muchas personas que concurrieron a ver este prodigio.

Subió en seguida al púlpito, y por su propia voz explicó al pueblo de Nápoles cómo se había restablecido. Viéndose herido y sin esperanzas de vida, había hecho voto en honor de San Francisco Javier de ir a las Misiones de Indias si le concedía la salud. La última noche se le había aparecido el Santo animándole a cumplir su voto y recibir el martirio en Japón, y después de un rato de amena conversación desapareció, dejándole repentinamente. Aseguró el reverendo Mastrilli que San Francisco Javier le había dicho que todos los que en la novena, desde el 4 al 12 de marzo, implorasen su intercesión para con Dios, confesando y comulgando en alguno de estos días, experimentarían sin duda los efectos de su poderosa protección y conseguirían la gracia que pidiesen, si convenía para su salvación y la mayor gloria divina.

Indulgencias concedidas:
Desde entonces se divulgó rápidamente por todas parte esta práctica, conocida con el nombre de "Novena de la gracia". Los romanos pontífices han concedido trescientos días de indulgencia por cada día la novena, y una indulgencia plenaria al final de la misma, si en alguno de estos días se ha confesado y comulgado, y rogado por las intenciones del Papa.

Modo de realizar la novena:
El modo de hacer esta novena es muy sencillo. Basta rezar durante nueve días la oración que publicamos, por la cual están concedidas las indulgencias. Caso de no poderse rezar la oración aquí publicada, basta aún para ganar las indulgencias rezar cinco veces el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Tiempo de la novena:
Para las indulgencias está declarado que es indistinto hacer la novena en cualquier tiempo del año. Pero la promesa de la gracia hecha por San Francisco Javier al padre Mastrilli indicó una fecha concreta: del 4 al 12 de marzo, día que coincide con la canonización de San Ignacio de Loyola y del santo de las Indias, San Francisco Javier (12 de marzo, misma fecha que Santa Teresa de Jesús).

Los que quieran hacer la novena con especiales oraciones, pueden hacerla del siguiente modo:

NOVENA DE LA GRACIA

______________________


Por la señal...

- Acto de contrición:
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.

Amén.

- Oración de la novena de la gracia:
Glorioso San Francisco Javier, apóstol de Japón y de las Indias, que tuvisteis tan encendido celo por las salvación de las almas, tened el mismo celo por la salvación de la mía.

No se apagó la llama de vuestra inmensa caridad con vuestra muerte, y vuestro poder para con Dios aún es mayor en el cielo que cuando andabais por la tierra. Dignaos hacer que yo experimente los dulces efectos de vuestra protección. Amén.


- Oración que compuso y decía San Francisco Javier:
Eterno Dios, creador de todas las cosas, acordaos que Vos creásteis las almas de los infieles, haciéndolas a vuestra imagen y semejanza.

Mirad, Señor, cómo en oprobio vuestro se llenan de ellas los infiernos. Acordaos, Padre celestial, de vuestro Hijo Jesucristo, que derramando tan liberalmente su sangre, padeció por ellas. No permitáis que sea vuestro Hijo por más tiempo menospreciado de los infieles, antes aplacado con los ruegos y oraciones de vuestros escogidos los Santos y de la Iglesia, Esposa benditísima de vuestro mismo Hijo, acordaos de vuestra misericordia, y olvidando su idolatría e infidelidad, haced que ellos conozcan también al que enviasteis, Jesucristo, Hijo vuestro, que es salud y vida, resurrección nuestra, por el cual somos libres y nos salvamos. A Él sea la gloria por infinitos siglos de los siglos. Amén.


- Oración final:

Oh Dios, que quisiste agregar a tu Iglesia las naciones de las Indias por la predicación y por los milagros de San Francisco Javier, concédenos que, pues veneramos la gloria de sus insignes merecimientos, imitemos también los ejemplos de sus heroicas virtudes. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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11.12.19

Oración para el día de los difuntos en el cementerio


(La costumbre de visitar los cementerios el día de difuntos es una buena oportunidad para orar por ellos y afirmar nuestra fe en la resurrección. Proponemos para esta ocasión las siguientes oraciones:)

A/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

T/. Amén.

A/. Bendigamos al Señor que, por la resurrección de su Hijo, nos ha hecho nacer a una esperanza viva.

T/. Bendito seas por siempre, Señor.

A/. Hermanos: Todos tenemos familiares y amigos que han muerto. Hoy los recordamos a ellos y a todos los que han fallecido y los encomendamos a la misericordia de Dios. En este cementerio nos unimos para afirmar nuestra fe en Cristo que ha vencido la muerte y nuestra esperanza de que él vencerá también nuestra muerte y nos reunirá con nuestros seres queridos en su reino de gloria. Que esta celebración nos anime a ser fieles al Señor y a seguir los buenos ejemplos que nuestros familiares nos dejaron en su vida. Comencemos reconociendo nuestros pecados ante el Señor (momentos de silencio).

A/. Tú que resucitaste a Lázaro del sepulcro, Señor, ten piedad.

T/. Señor, ten piedad.

A/. Tú que has vencido la muerte y has resucitado, Cristo, ten piedad.

T/. Cristo, ten piedad.

A/. Tú que nos has prometido una vida eterna contigo, Señor, ten piedad.

T/. Señor, ten piedad.

A/. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

T/. Amén.

L/. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6, 3-4. 8-9).

"Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él
". Palabra de Dios.

T/. Te alabamos, Señor.

A/. Hermanos: Invoquemos con fe a Dios Padre todopoderoso que resucitó de entre los muertos a su Hijo Jesucristo para la salvación de todos.

A/. Para que afiance al pueblo cristiano en la fe, la esperanza y el amor, roguemos al Señor.

Todos/: Te lo pedimos, Señor.

A/. Para que libere al mundo entero de todas sus injusticias, violencias y signos de muerte, roguemos al Señor.

T/: Te lo pedimos, Señor.

A/. Para que acoja e ilumine con la claridad de su rostro a todos los que han muerto en la esperanza de la resurrección, roguemos al Señor.

T/: Te lo pedimos, Señor.

A/. Para que reciba en su reino a N. y N. (se pueden decir nombres) y a todos los difuntos de nuestras familias, roguemos al Señor.

T/: Te lo pedimos, Señor.

A/. Para que nuestra visita y nuestras ofrendas de flores, velas y comida sean signos de nuestra fe en la vida más allá de la muerte, roguemos al Señor.

T/: Te lo pedimos, Señor.

A/. Para que la fe en Cristo mueva nuestros corazones para dar frutos de solidaridad y de justicia, roguemos al Señor.

T/: Te lo pedimos, Señor.

A/. Oremos, hermanos, como Jesús mismo nos enseñó.

T/. Padre nuestro... Dios te salve María... Gloria al Padre...

A/. El Dios de todo consuelo, que con amor inefable creó al hombre y en la resurrección de su Hijo ha dado a los creyentes la esperanza de resucitar, derrame sobre nosotros su bendición.

T/. Amén.

A/. El nos conceda el perdón de nuestras culpas a los que vivimos en este mundo y otorgue a los que han muerto el lugar de la luz y de la paz.

T/. Amén.

A/. Y a todos nos conceda vivir eternamente felices con Cristo, al que proclamamos resucitado de entre los muertos.

T/. Amén.

A/. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

T/. Amén.

A/. Dales, Señor, el descanso eterno

T/. Y brille para ellos la luz perpetua.

A/. Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz.

T/. Amén.

Nota: Estas oraciones están tomadas del "Ritual de Exequias" de la Comisión Episcopal Española de Liturgia (2ª edición 1989). Dada la escasez de sacerdotes, están pensadas para ser dirigidas por laicos. Si el difunto es un niño, un joven, un accidentado o suicida se hacen las adaptaciones convenientes. La letra A/ significa "Animador" (el que dirige la celebración), T/ significa "Todos", L/ significa "Lector", R/. "Respuesta", y N. es para decir el nombre del difunto.

13.5.17

Dies irae: los días de la ira


O más bien cabría decir "los años de la ira", porque "para un alma del purgatorio una hora de sufrimiento es como veinte años en la tierra". No nos podemos hacer una idea de lo que allí sufren, retorciéndose de pena y dolor sin consuelo alguno.

Normalmente se piensa que las penas del purgatorio son menos dolorosas que las penas terrenales, porque las almas carecen de materia corpórea. Los artistas nos las han pintado como personas que están rodeadas de fuego, y que arden sin quemarse, pero lo cierto es que sus penas van mucho más allá.

24.1.21

El Purgatorio del deseo. Testimonio II



Cuenta Fr. Juan de Bleda en los "Milagros del Rosario" que hubo dos sacerdotes íntimos amigos, de los cuales el uno enfermó de muerte. Era muy siervo de Dios, y su Majestad le reveló antes de morir su buena suerte, que era la de los predestinados, pero que no dejaría de pasar por el Purgatorio, en donde estaría hasta que dijesen una Misa por él. Quedó consoladísimo con tan alegre nueva, y llamando a su amigo le dio parte de ella, y le dijo: "Pues toda la vida me has sido tan fiel amigo, yo te ruego lo seas también en la muerte, y que, pues, has oído mi suerte y cuánto me importa el santo sacrificio de la Misa, me la digas luego que yo expirare". "Yo te ofrezco" - le respondió -, "de hacerlo así, y de no cesar de ofrecer por ti Misas, sacrificios y oraciones, hasta que tenga prendas de que estás en el cielo".

Le asistió con mucha caridad en aquel último trance, y en expirando, que fue al amanecer, se revistió y dijo Misa por su alma, como lo había ofrecido.

En acabando le apareció en la forma y hábito que vivía, y le dijo:

- ¿Cómo, amigo mío, no me cumpliste la palabra, pues me has dejado padecer veinte años y más en las penas del Purgatorio?

- Maravillosa cosa es que digas eso - respondió -, porque a las seis expiraste y luego dije la Misa; y ahora no son las siete, y tu cuerpo está por enterrar, así que mira si pude cumplir mi palabra más presto.

Oyendo esto el difunto, dijo:

- No sin gran admiración creo lo que me dices, mas la acerbidad de las penas ha sido la causa de parecerme tan largo el espacio de tiempo tan corto. Yo te lo agradezco mucho, y prometo pagarte desde el cielo, a donde parto, por la misericordia infinita de Dios, a gozar de su gloria en compañía de los bienaventurados.

Con esto desapareció, dejando a su compañero consolado y cierto de la grandeza de las penas futuras, y del valor de la Misa para salir de ellas.

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1.7.17

Qué es la misa dominical


No estaría de más repasar algunas claves de lo que nos debería suponer la misa dominical, y lo importante que es para la vida de todo cristiano. Son solo algunos retazos, pero confiamos en que os puedan servir de una práctica ayuda si os tenéis que enfrentar a esa tibieza que, por desgracia, es tan común en los católicos de hoy día.

Porque la misa dominial es...

- Es un lugar de reunión donde venimos a sacudirnos el polvo y las telarañas que acumulamos durante la semana y que amenazan con debilitar nuestra fe.
- Es un lugar donde vamos a escuchar la palabra de Dios, a renovar nuestro compromiso de cristianos y a dar muestra pública de nuestra fe. Para muchos es la única formación religiosa y el único contacto que tendrán con Cristo durante toda la semana.
- Es un acontecimiento donde se nos recuerda la temporalidad de nuestra existencia y la necesidad de decidirnos por la vida eterna, abandonando los vicios y el pecado.
- Es un lugar donde Cristo se hace presencia palpable, y nos muestra que no seguimos a un sueño, una ilusión ni una ideología, sino a una persona real y a un Dios hecho carne por nosotros y para nuestra salvación. Nunca agradeceremos lo suficiente el milagro de la eucaristía.

2.7.22

Mes de julio, mes de Nuestra Señora del Carmelo



Este mes es un mes muy especial para todos los carmelitas, ya que celebramos el mes de la festividad de Nuestra Señora del Carmelo que es, como bien sabéis, el día 16. Además, este año será sábado, el día por excelencia dedicado a nuestra Madre.

Recuerda que, desde el Oratorio, puedes acceder a la novena, oraciones diversas y la oración especial para este mes, desde éste enlace. ¡No dejes de recordar cada día, y más y especialmente éste mes, a Nuestra Señora del Carmelo y solicitar constantemente su poderosa protección e intercesión ante su Hijo Jesucristo!

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27.12.20

Un lugar llamado Purgatorio. El Nuevo Testamento



"Y todo el que dijere palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonada; mas el que la dijere contra el Espíritu Santo, no se lé perdonará ni en este siglo ni en el otro". De aquí infieren los Santos Padres, que ciertos pecados se perdonan en el otro siglo, es decir, en el otro mundo, por las oraciones y sufragios de la Iglesia.

"El será salvo; mas así como por fuego". Con esto se establecen por los católicos contra los herejes, dos dogmas: el del Purgatorio, y los pecados veniales.

7.6.17

¿Es el escapulario de la Virgen del Carmen algo "físico"?


Desde muy antiguo siempre hubo una gran controversia sobre si la Virgen Carmelitana entregó a San Simón Stock un escapulario real o solo era una representación. Parece ser que el acto de entrega en la visión del monje era más bien una especie de muestra de vivir una vida santa.

Recordemos que el escapulario era una prenda de uso habitual del monje, pero no era una prenda que se ponían todo el tiempo, sino cuando iban a realizar alguna labor. Por ello, hacerle la entrega de un escapulario simbólico a San Simón era como indicarle que hicieran obras de caridad y devoción hacia ella, y a cambio la Madre del Señor los reconocería a su vez, para librarlos del purgatorio. No tendría ningún sentido de otro modo darles una prenda para salvar a los monjes, que éstos no usaban todo el tiempo. Así, la representatividad del escapulario era como una especie de indicación del "ora et labora", o sea: oración y obras buenas.