Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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5.8.22

Importantes cuestiones sobre cómo debemos orar y los errores más comunes al rezar


La oración correcta ha de ser, sobre todo, atenta. La atención es una condición imprescindible sin la cual, como escribe San Ignacio, cualquier oración "no es oración. ¡Está muerta! Son inútiles palabras huecas que perjudican al alma y ofenden a Dios". El monje Doroteo, asceta ruso del siglo XIX, decía: "Quien reza con los labios y no se preocupa del alma ni cuida el corazón, reza al aire, y no a Dios, y se esfuerza en vano, puesto que Dios atiende al espíritu y al esfuerzo, no a la palabrería". No se refiere a cuando nos esforzamos pero nos distraemos, sino a cuando no nos obligamos a estar atentos y simplemente recitamos una oración de forma mecánica.

La falta de atención es uno de los fenómenos más peligrosos de la vida cristiana. Uno puede acostumbrarse tanto a ella que puede llegar a olvidar la propia oración. El abad Serafín lo expresó admirablemente al decirle a un monje cuyas cuentas (del rosario) centellaban de lo rápido que las pasaba: "Tú no rezas ninguna oración, simplemente te has acostumbrado a sus palabras, como algunos se acostumbran a los improperios". El peligro de tal hábito no radica solo en que el hombre se quede sin oración, sino en que pueda empezar incluso a enorgullecerse de su devoción oracional.

9.4.20

Santificar el nombre de Dios


Santificar el nombre de Dios, en la expresión de la Escritura, significa reconocer su santidad, adorarla y amarla en todas las cosas que proceden de la boca de Dios, como palabras suyas. Lo que Dios hace en cada momento es una palabra suya, que significa algo. Y así todas ellas, expresando entrelazadas su voluntad, no son sino nombres y palabras que nos revelan sus designios.

La voluntad divina es única en sí misma: no tiene más que un solo nombre misterioso e inefable. Pero, en cambio, se multiplica hasta el infinito en sus efectos, que son otros tantos nombres que ella toma. Y en este sentido, santificar el nombre de Dios, al mismo tiempo que es conocer, amar y adorar ese nombre inefable, que es su esencia, es también conocer, amar y adorar su adorable voluntad en todos los momentos, en todos sus efectos, mirándolo todo como velos, sombras y nombres diversos de esa voluntad eternamente santa: santa en todas sus obras, santa en todas sus palabras, santa en todas las maneras de presentarse, santa en todos los nombres que pueda llevar.

(de "El abandono en la divina Providencia").

6.4.20

Todo redunda en bien para quien ama a Dios




Sirvámonos de esa enfermedad, de esas limitaciones y preocupaciones, de esas necesidades de alimentos, vestidos o muebles, de esas desgracias, de ese desprecio de algunos, de esos temores e incertidumbres, de todas esas turbaciones, para encontrar todo nuestro bien en el gozo de Dios que, a través de todas esas cosas, se nos da totalmente como nuestro único bien.



(de El abandono en la divina Providencia).

4.4.20

Solo importa la voluntad divina


Ante cualquier situación y en todo momento, debemos decir como San Pablo: "Señor, ¿qué quieres que haga?" (Hch. 22,10).

No esto o lo sino, sino lo que Tú quieras. El espíritu quiere esto, el cuerpo desea aquello, pero yo, Señor, sólo quiero tu santa voluntad. La contemplación o la acción, la oración vocal o mental, activa o silenciosa, de fe o de luz, con formas claras o en gracia general, todo, Señor, por sí mismo es nada, porque tu voluntad es lo único real y la única fuerza de todo eso. Ella sola es el centro de mi devoción, y no las cosas, por sublimes y elevadas que sean, pues el fin de la gracia no es la perfección de la mente, sino la del corazón.

23.12.19

El poder del Rosario


Un cristiano sin rosario es como un soldado sin armas frente al enemigo. El rosario es arma poderosa:

· Sirve para defenderse ante las tentaciones del demonio.

· Y sirve para conquistar la santidad.

Cuando la Virgen de Fátima se apareció a los tres pastorcillos, les dijo:

- Yo soy la Señora del Rosario. Continuad rezando el Rosario cada día.

Y recomendó que lo rezaran por la conversión de los pecadores y la paz en el mundo.

Promesas de la Virgen a quien rece con devoción el rosario:
- Recibirá alguna gracia especial.
- Le prometo mi protección especial y grandes gracias.
- Le libraré pronto del Purgatorio.
- No morirá sin los sacramentos.
- El rosario será arma poderosa contra el infierno, le librará del pecado.
- Todo lo que pida mediante el rosario, lo obtendrá (si es para bien de su alma).

San Josemaría Escrivá decía:
"A Jesús siempre se va y se "vuelve" por María". (Camino 495)


5.9.19

10 consejos para combatir la soledad


1 - Acérquese a Dios a través de los Sacramentos.

2 - Busque a un sacerdote para tener acompañamiento espiritual.

3 - Colabore como voluntario en una ONG a la que se sienta afín, o forme parte de grupos de amigos interesados en estos temas.

4 - Acuda con asiduidad a la oración.

5 - Únase a algún grupo parroquial o movimiento de la Iglesia con el deseo de evangelizar y propagar la fe.

11.11.18

Introducción al estudio de las virtudes. Advertencias y nociones preliminares


Notas de la presente edición:
El texto de "Las virtudes y los vicios" de la venerable Concepción Cabrera de Armida, es un libro bastante difícil de encontrar y, además, ciertamente desconocido. Desde el Oratorio Carmelitano hemos decidido revisar completamente los textos disponibles para, como solemos hacer, volver a repasar íntegramente el manuscrito, y mejorar o actualizar en lo posible contenido que haya quedado desprovisto de significado o cuya terminología no sea ya usada, algo muy importante al tratarse, en este caso, de un manuscrito tan antiguo.

Este libro que tienes ante ti es fruto, por tanto, de una labor continuada de muchos meses, en donde se ha tratado de conseguir una actualización de la obra de Cabrera de Armida a nuestros días. No obstante, hemos seguido fielmente el original, y esta edición, aunque "modernizada", sigue estrictamente los libros o tratados anteriores. Con ello queremos que el lector disfrute de una lectura más cómoda y, a la vez, logre profundizar con más soltura y conocimiento en las explicaciones de la Venerable.

Confiamos en haberlo conseguido. Os rogamos un Avemaría por nuestra labor.

Oratorio Carmelitano, mes de ánimas del año 2018


9.11.18

De las virtudes y de los vicios: Conclusión



He cumplido lo que había ofrecido. Que las almas agradezcan este gran beneficio de mi Bondad y se aprovechen de él para su perfección espiritual, y para darme gloria. Mucha recibirá mi Corazón por este medio, y la Cruz triunfará y el Dolor reinará por la extirpación de los Vicios y el triunfo de las virtudes verdaderas y sólidas.

Un gran impulso recibirá la vida espiritual e interna por medio del conocimiento de esta gran gracia y de mi eterna e infinita Misericordia.

8.11.18

De las virtudes y de los vicios: Impenitencia Final



La Impenitencia final procede de la falta de Fe, o sea de la incredulidad o indiferentismo ocasionados por los vicios.

La Impureza, con todo el séquito que la acompaña, y la Soberbia, ocasionan generalmente, y en todos los casos, el terrible y decisivo fin de la Impenitencia final.

El tiro de Satanás en todos los vicios, ahí va dirigido; entibia a las almas, las engaña con mil engaños producidos por la Soberbia y Amor propio, concluyendo por arrastrarlas al pecado, y de ahí materializándolas, les arranca la Fe, precipitándolas en la desgracia de las desgracias que es la Impenitencia final.

7.11.18

De las virtudes y de los vicios: Sensibilismo



El Sensibilismo o (sensibilidad), es hijo del Amor propio, y crece y se desarrolla dentro de la Sensualidad.

El mundo actual se compone de estos dos vicios: Sensibilismo y Sensualidad, y vive de la Soberbia y de los sentidos.

El Sensibilismo abarca un gran campo en el orden de la Piedad, y ayuda también mucho a falsificarla.

Ha llegado a arraigar la creencia de que la Religión está fundada en el Sensibilismo. ¡Error craso! Todo lo contrario, la Religión ni siquiera lo tolera.

6.11.18

De las virtudes y de los vicios: Libertad



La libertad es la más grande aspiración del hombre, pero si se cambia en desorden, lo conduce al despeñadero, al plano inclinado de todos los vicios.

La Libertad bien entendida consiste en no tenerla, es decir, en la Sujeción y en la Obediencia. La Libertad en su origen divino, es muy buena si se lleva por el camino de la Rectitud pero como el hombre inclinado al mal, abusa de ella, la convierte en veneno para su alma. La Libertad mal entendida lo inclina a todos los vicios.

5.11.18

De las virtudes y de los vicios: Desobediencia




La Desobediencia es hija de la Soberbia y de la Libertad falsa y humana, la cual hace reinar el Propio juicio sin querer sujetarlo a otro.

Muy dañosa es para el alma la Desobediencia, y en la vida espiritual hace caer almas muy elevadas.

Es la Desobediencia la ruina completa de la Religión, por lo mismo que la Obediencia contribuye al cimiento de ella.

La Desobediencia viene a echar a pique la vida espiritual, pues un alma sin Obediencia es una nave sin piloto que concluye por estrellarse en algún arrecife, o ser despedazada por los vientos.

4.11.18

De las virtudes y de los vicios: Dureza de Juicio



La Dureza de Juicio es hija del Orgullo y de la Soberbia; el que la lleva consigo da muestras de un espíritu contumaz del cual poco se puede esperar para la vida espiritual.

Es la Dureza de Juicio la antagonista de la Docilidad, ella se opone totalmente a la santa virtud de la Obediencia, y más aún a la perfección de esta virtud, o sea a la Obediencia ciega; y como sin la Obediencia no hay vida espiritual posible, la Dureza de juicio impide al alma entrar en ella.

3.11.18

De las virtudes y de los vicios: Injusticia


Vicios opuestos a las virtudes perfectas.
La ira de Dios cae sobre los que desconfían. Ef. 5, 6.
Avergonzarnos del compañero y del enemigo injustos. Si. 41, 23.
No vayáis a tener perdición en vuestras obras. Sb. 1, 12.


Injusticia
La Injusticia procede de la Dureza de corazón, de la Soberbia y del Juicio propio.

Constituye un pecado de los mayores, sobre todo si se ejecuta en la persona del pobre y del desvalido; hiere directamente la Caridad, Y Yo la castigo muy especialmente con terribles penas.

Es la Injusticia uno de los pecados que más aborrece mi Corazón y que, sin embargo, en el mundo corre como el agua haciendo innumerables víctimas que sólo Yo conozco.

2.11.18

De las virtudes y de los vicios: Perfección



La Perfección es la madre de la Santidad y nace corno ella del mismo Dios.

La Perfección alcanza más grados y más alturas que la Santidad.

La Perfección es una virtud que encierra a todas las virtudes en sí, y en grado heroico hasta donde puede una criatura alcanzar; por lo mismo es la virtud que se acerca más a Dios.

1.11.18

De las virtudes y de los vicios: Voluntad de Dios



La Voluntad divina es el broche de oro que encierra y lleva en su seno a todas las virtudes ordinarias y a las espirituales perfectas.
Ellas las diviniza y hace que brillen con más esplendor ante la Presencia de Dios.

Ella hace aumentar el valor de cada una en las balanzas eternas. Ella baña las acciones del alma pura con un tinte en el cual se complace el Espíritu Santo.

31.10.18

De las virtudes y de los vicios: Presencia



La Presencia de Dios nace del Silencio interno y de la Modestia espiritual perfecta en sus dos grados. La Presencia de Dios sólo habita en las almas puras o purificadas, pues esta divina Presencia es tan limpia y delicada, que no admite cerca de sí la menor mancha en el alma.

Existen diversos grados de Presencia de Dios, los cuales da el Espíritu Santo cómo y a quien le place.

La Presencia de Dios es a veces tan intensa que raya en Oración altísima y elevada que casi llega a Unión.

Otras veces es menos vehemente, diré, y sólo experimenta el alma el indecible bienestar que le produce.

30.10.18

De las virtudes y de los vicios: Unión



La Unión es la madre de la Perfección, y nace de la Caridad, es decir, de Dios, porque Dios es Caridad.

Nunca llega a la Unión sino el alma purificada, crucificada y ejercitada en las virtudes.

A la Unión no llega sino el alma humilde y obediente.

A la Unión no llega sino el alma muerta a todo propio querer. El lazo que estrecha al alma a la Unión es la Voluntad divina. La Unión es la antesala del cielo. Todavía existe más allá de la Unión otra cosa más alta, como grado de la misma.

29.10.18

De las virtudes y de los vicios: Santidad



¡Cuán poca verdadera Santidad que a Mí me satisfaga hay en el mundo! La hermosísima virtud de la Santidad o el foco de todas las virtudes, las cuales lleva en su seno, es la hija predilecta de Dios, y una participación del mismo Dios.

La Santidad forma el descanso de Dios; ella atrae las miradas del Eterno Padre, ella es el nido del Espíritu Santo.

28.10.18

De las virtudes y de los vicios: Gracia



La Gracia es la madre de todas las virtudes. La Gracia divina es producida por el Espíritu Santo. Dios es Caridad. Sin la Gracia no hay Humildad, ni ninguna otra virtud. La Gracia da vida a todas las virtudes y las santifica. Sin la gracia santificante, los actos del hombre, aunque en sí sean meritorios, no merecen.

Muchos grados existen en la Gracia y ella sola encierra un campo infinito que Yo sólo sé y puedo medir y valorar. El hombre conoce solamente parte de la Gracia, pero sólo Yo la abarco, porque sólo Yo la poseo infinitamente.