La Perfección es la madre de la Santidad y nace corno ella del mismo Dios.
La Perfección alcanza más grados y más alturas que la Santidad.
La Perfección es una virtud que encierra a todas las virtudes en sí, y en grado heroico hasta donde puede una criatura alcanzar; por lo mismo es la virtud que se acerca más a Dios.