La Impenitencia final procede de la falta de Fe, o sea de la incredulidad o indiferentismo ocasionados por los vicios.
La Impureza, con todo el séquito que la acompaña, y la Soberbia, ocasionan generalmente, y en todos los casos, el terrible y decisivo fin de la Impenitencia final.
El tiro de Satanás en todos los vicios, ahí va dirigido; entibia a las almas, las engaña con mil engaños producidos por la Soberbia y Amor propio, concluyendo por arrastrarlas al pecado, y de ahí materializándolas, les arranca la Fe, precipitándolas en la desgracia de las desgracias que es la Impenitencia final.