Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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17.12.23

Homenaje para el día de Todos los Santos



Oración inicial:
Señor Dios mío, dignaos permitirme -a pesar de mi indignidad- que en este señalado día en que la Iglesia militante os rinde acciones de gracias por la felicidad de la Iglesia triunfante, se asocie mi humilde voz a todas las que os glorifican y bendicen, honrando la memoria de vuestros santos.

Ellos, Señor, son los dignos modelos que, como imágenes suyas, nos dejó en la tierra vuestro divino Hijo.

Ellos contemplan, dichosos para siempre, la gloria de aquel Glorioso Maestro, cuyas lecciones practicaron, cuyas huellas siguieron, cuya gracia patentizaron a vista del mundo con la santidad de su vida, y hoy reinan con Él en vuestra mansión dichosa, intercediendo por los hermanos que aún combatimos y sufrimos en este valle de lágrimas.

Reciba, pues, vuestra misericordia, con esos ruegos que os dirige su depurada caridad, los que osamos pronunciar bajo su amparo, nosotros pobres pecadores, que al hacer memoria de los triunfos que concedísteis a tantos campeones de Jesucristo, os pedimos rendidamente que, en virtud de los méritos del mismo Redentor nuestro, nos dispenséis la gracia de que acertemos a honrar a sus bienaventurados servidores con la imitación constante de sus virtudes.

Amén.

5.4.22

Letanías de los santos (rogativas)



Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
- Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
- Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.
- Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,
- ten misericordia de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del mundo,
- ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo,
- ten misericordia de nosotros.

Santa María,
- ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,
- ruega por nosotros.

Santa Virgen de las Vírgenes,
- ruega por nosotros.

San Miguel,
- ruega por nosotros.

San Gabriel,
- ruega por nosotros.

San Rafael,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Ángeles y Arcángeles,
- rogad por nosotros.

Todos los santos coros de Espíritus bienaventurados,
- rogad por nosotros.

San Juan Bautista,
- ruega por nosotros.

San José,
- ruega por nosotros.

Todos los santos Patriarcas y Profetas,
- rogad por nosotros.

San Pedro,
- ruega por nosotros.

San Pablo,
- ruega por nosotros.

San Andrés,
- ruega por nosotros.

Santiago,
- ruega por nosotros.

San Juan,
- ruega por nosotros.

Santo Tomás,
- ruega por nosotros.

San Felipe,
- ruega por nosotros.

San Bartolomé,
- ruega por nosotros.

San Mateo,
- ruega por nosotros.

San Simón,
- ruega por nosotros.

San Tadeo,
- ruega por nosotros.

San Matías,
- ruega por nosotros.

San Bernabé,
- ruega por nosotros.

San Lucas,
- ruega por nosotros.

San Marcos,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas,
- rogad por nosotros.

Todos los Santos discípulos del Señor,
- rogad por nosotros.

Todos los Santos Inocentes,
- rogad por nosotros.

San Esteban,
- ruega por nosotros.

San Lorenzo,
- ruega por nosotros.

San Vicente,
- ruega por nosotros.

San Juan,
- ruega por nosotros.

Santos Fabián y Sebastían,
- rogad por nosotros.

Santos Cosme y Damián,
- rogad por nosotros.

Santos Gervasio y Protasio,
- rogad por nosotros.

Todos los santos Mártires,
- rogad por nosotros.

San Gregorio,
- ruega por nosotros.

San Ambrosio,
- ruega por nosotros.

San Agustín,
- ruega por nosotros.

San Jerónimo,
- ruega por nosotros.

San Martín,
- ruega por nosotros.

San Nicolás,
- ruega por nosotros.

Todos los santos Pontífices y Confesores,
- rogad por nosotros.

Todos los santos Doctores,
- rogad por nosotros.

San Antonio,
- ruega por nosotros.

San Benito,
- ruega por nosotros.

San Bernardo,
- ruega por nosotros.

Santo Domingo,
- ruega por nosotros.

San Francisto,
- ruega por nosotros.

Todos los santos Sacerdotes y Levistas,
- rogad por nosotros.

Todos los santos Monjes y Ermitaños,
- rogad por nosotros.

Santa María Magdalena,
- ruega por nosotros.

Santa Agueda,
- ruega por nosotros.

Santa Lucía,
- ruega por nosotros.

Santa Inés,
- ruega por nosotros.

Santa Cecilia,
- ruega por nosotros.

Santa Catalina,
- ruega por nosotros.

Santa Anastasia,
- ruega por nosotros.

Santa Teresa,
- ruega por nosotros,

Todas las santas Vírgenes y Viudas,
- rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios,
- interceded por nosotros.

Sé para nosotros propicio,
- perdónanos, Señor.

Sé para nosotros propicio,
- escúchanos, Señor.

De todo mal,
- líbranos, Señor.

De todo pecado,
- líbranos, Señor.

De tu ira,
- líbranos, Señor.

De muerte repentina e imprevista,
- líbranos, Señor.

De las asechanzas del demonio,
- líbranos, Señor.

De ira y odio y toda mala voluntad,
- líbranos, Señor.

Del espíritu de impureza,
- líbranos, Señor.

De rayos y tempestades,
- líbranos, Señor.

Del castigo de terremotos,
- líbranos, Señor.

De pestes, hambres y guerras,
- líbranos, Señor.

De la muerte eterna,
- líbranos, Señor.


Por el misterio de tu santa encarnación,
- líbranos, Señor.

Por tu nacimiento,
- líbranos, Señor.

Por tu bautismo y sagrado ayuno,
- líbranos, Señor.

Por tu cruz y pasión,
- líbranos, Señor.

Por tu muerte y sepultura,
- líbranos, Señor.

Por tu santa resurrección,
- líbranos, Señor.

Por tu admirable ascensión,
- líbranos, Señor.

Por la venida del Espíritu Santo Consolador,
- líbranos, Señor.

En el día del juicio,
- líbranos, Señor.


Los pecadores,
- te rogamos, óyenos.

Que nos perdones,
- te rogamos, óyenos.

Que seas para nosotros benigno,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes movernos a verdadera penitencia,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes regir y conservar tu santa Iglesia,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conservar en la santa religión al Prelado apostólico y a todas las órdenes de la eclesiástica jerarquía,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conceder la paz y la verdadera concordia a los reyes y príncipes cristianos,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conceder paz y unidad a todo el pueblo cristiano,
- te rogamos, óyenos.

Que levantes nuestras almas a deseos celestiales,
- te rogamos, óyenos.

Que recompenses con sempiternos bienes a todos nuestros bienhechores,
- te rogamos, óyenos.

Que libres de la enterna condenación nuestras almas y las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes dar y conservar los frutos de la tierra,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes escucharnos,
- te rogamos, óyenos.

Hijo de Dios,
- te rogamos, óyenos.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
- perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
- escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
- ten misericordia de nosotros.


Cristo, óyenos,
- Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos,
- Cristo, escúchanos.

Señor, ten piedad,
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad,
- Cristo, ten piedad.


Padrenuestro (en voz baja)

Y no nos dejes caer en la tentación,
- mas líbranos del mal. Amén.

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20.9.17

El camino de la cruz es el camino al Cielo


Dice San Agustín que la felicidad de la Vida Eterna es aquella que por un solo día en ella, aunque se pasen innumerables penas, se compraría barata. San Juan Crisóstomo añade lo que parece aún más encarecimiento, pero no lo es: conviene saber, que es de tan excepcional valor aquella felicidad y tan inmensa, que si fuera necesario padecer todos los días gravísimos tormentos, y los del mismísimo infierno, por algún tiempo, los deberíamos de sufrir por ver y gozar a Dios en compañía de sus ángeles en el Cielo.

¡Oh, gente desterrada de la Patria Celestial! Disponéos a mudar de patria, labrándoos para aquel edificio celestial, pues el padecer sobre este mundo terrenal ha de acabarse, y la gloria será eterna, siendo esta la puerta del Cielo, y esta vida no es de descanso, sino de cruz, pues como clama Santa Teresa, "padecer quiero, Señor, porque vos padecísteis".

17.8.17

La venerable Catalina de Cardona (o la española "Francisco de Asís" ignorada)


Ya hemos hablado en otras ocasiones de Catalina de Cardona, una ermitaña que decidió salir de su vida acomodada para vivir en la más absoluta soledad en una ermita. Si esta virgen que decidió retirarse de su vida opulenta a la soledad y pobreza, renunciando a todo y eligiendo a la miseria por compañera, hubiera vivido en tiempos de Asís en Italia, o fuese hombre, probablemente fuese tan admirada como el mismo San Francisco. De hecho, ni tan siquiera es considerada beata (su título actual es de venerable) por la Iglesia. Se cuenta que en una ocasión en que las puertas del palacio donde vivía estaban cerradas, perseveraba orando para que Dios la liberase del demonio, el mundo, y la carne. Estando en esta oración, vio que la cruz que al cuello solía llevar se quedaba suspendida en el aire, y dándole la espalda a ella, se fue hacia la ventana mientras Catalina oía una voz que le decía: "sígueme".

Ella se puso en pie, y de improviso se vio en la calle, sin saber cómo había llegado allí porque la ventana de su estancia estaba cerrada, y tenía rejas. Se dirigió hacia unos ermitaños que conocía (el padre Piña), y tras conocer el episodio de su huida, le cortaron los cabellos, le pusieron un hábito de ermitaño, a lo cual ella clamó:

"No más flaquezas, no más miedos: esta es voluntad de la mano del Excelso: esperemos, pues, en Él, corazón mío, lo que falta, no me dejará en el mayor aprieto". Conviene no olvidar que en aquellos tiempos que una mujer hiciera vida de ermitaña era algo inusual, se pensaba que no estaba hecha para ellas ese tipo de sacrificios porque su naturaleza "más débil" no podría sobrellevarla. Por eso, muchas de las que querían tener una vida retirada se hacían monjas o religiosas en conventos, para vivir en comunidad, y los solitarios eran, la gran mayoría, hombres.

15.10.20

15 de octubre, Santa Teresa de Jesús



Cuan triste es Dios mío, la vida sin ti,
ansioso de verte, deseo morir.

Carrera muy larga es la de este suelo,
morada penosa, muy duro destierro,
¡oh, dueño adorado, sácame de aquí!,
ansioso de verte, deseo morir.

El amor mundano apela a esta vida,
el amor divino por la otra suspira.
Sin ti, Dios Eterno, ¿quién puede vivir?,
ansioso de verte, deseo morir.

La vida terrena es continuo duelo,
vida verdadera la hay solo en el Cielo,
permite, Dios mío, que viva yo allí,
ansioso de verte, deseo morir.

(Santa Teresa de Jesús)



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9.8.22

9 de agosto, festividad de S.Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), Virgen y Mártir



Edith Stein nace en Breslau el 12 de octubre de 1891 de padres hebreos alemanes y después del bachillerato se inscribió en la facultad de filosofía de su ciudad. En el 1913 se trasladó a la Universidad de Gottinga bajo la guía de Edmund Husserl. Hasta la edad de trece años fue prácticamente atea. Tuvo los primeros conocimientos del cristianismo oyendo a Max Scheler. En el 1916 continuó y terminó sus estudios en Friburgo y se doctoró con Husserl. Permaneció en aquella universidad hasta el año de 1921.

En este mismo año, leyendo por casualidad la autobiografía de Santa Teresa de Ávila, sintió la llamada de Dios a la fe católica, que abrazó haciéndose bautizar el 1 de enero de 1922. En aquel mismo día recibió la Comunión y el 2 del siguiente mes de febrero la Confirmación. Su radical conversión suscitó en ella también el deseo de la vida claustral; pero debió esperar a responder a esta llamada hasta 1933. Cuando en el año de 1933 se le quitó el permiso de enseñar por medio de las leyes antisemitas, entró el 14 de octubre de 1933 en el Carmelo de Colonia, tomando el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz.

El 13 de diciembre de 1938 fue trasladada al Carmelo de Echt, a causa de la fuerte persecución nazista contra los judíos. En el 1940 la situación llegó a ser crítica también para Holanda. Cuando las prohibiciones se hicieron más duras, se trató de trasladar a Sor Teresa a Suiza. Mientras arreglaban los documentos para la expatriación, ya eran deportados al campo de concentración también los judíos católicos de Holanda. También Sor Teresa con su hermana Rosa, que se había convertido también al catolicismo, fue llevada a Amersfoort el 2 de agosto de 1942. El 3 de agosto fue trasladada a Westerbork. El 7 de agosto, junto con su hermana Rosa y otros deportados, encerrada en un vagón de tren, fue llevada al campo de exterminio de Auschwitz, en un viaje de dos días.

Sor Teresa Benedicta de la Cruz fue martirizada en la cámara de gas el mismo día de la llegada al campo de Auschwitz, o sea, el domingo 9 de agosto de 1942, y después quemada en uno de los hornos crematorios. Fue beatificada el 1 de mayo de 1987 y canonizada el 11 de octubre de 1998 por Juan Pablo II. En el 2 de octubre de 1999 el mismo Papa proclamó Santa Benedicta de la Cruz co-patrona de Europa.

8.3.21

El Purgatorio, lugar de paso casi obligado



Un error que poco a poco se ha ido introduciendo en el ánimo de muchas personas buenas y espirituales, quisiéramos nosotros tener el acierto de poder combatir y desalojarlo de las posiciones de que indebidamente se ha apoderado. El error a que aludimos consiste en la creencia, si se quiere pueril y propia de mentes indoctas, de que por más que las dichas personas buenas y espirituales hayan cometido durante su vida innumerables faltas leves, en la hora de la muerte ha de ser para ellas cosa llana y trivial el ganar una indulgencia plenaria, merced a la cual queden totalmente libres y perdonadas de culpa y pena, sin que les reste que satisfacer cosa alguna en el Purgatorio.

Ojalá fuera esto tan fácil como se imaginan algunos, pero seguramente no debe serlo cuando vemos que la enseñanza y los ejemplos de gran número de almas dotadas de doctrina y santidad relevantes persuaden lo contrario. ¡Y cuántos de esos optimistas se engañan, cuando vemos el lastimoso derroche que hacen del tiempo, de suyo tan precioso! No sin razón decía el gran filósofo cordobés: "Una parte del tiempo se nos pasa sin hacer nada; otra haciendo lo que no importa; otra haciendo lo que nos daña" (Séneca).

26.5.17

El amor humano


Me ha llamado la atención sobremanera uno de los acontecimientos que vivió la santa carmelitana Edith Stein (Santa Teresa Benedicta de la Cruz, en su nombre religioso). Como seguramente muchos sabéis, Edith Stein era judía, y la mataron los nazis. Pero antes de eso fue encerrada en los campos de concentración holandeses de Amerfoort y de Westerbork. Allí observó cómo las madres abandonaban a sus hijos, y muchas de ellas estaban tan impactadas que los descuidaban, incluso a los niñitos más pequeños.

Todos tenemos -o la mayoría de nosotros- una imagen del amor maternal, del "amor de madre", muy entrañable. Sabemos -porque es así- que muchas madres darían la vida por sus hijos, por lo tanto no nos cabe en la cabeza cómo puede ocurrir que se olviden de ellos. Obviamente la razón hay que encontrarla en el hecho de que estaban tan impactadas por las terribles experiencias que estaban viviendo que psicológicamente debían estar destrozadas, pero nos hace una idea de lo frágil que es el amor carnal, el amor simplemente humano, cuando no se le dota de la fuerza de la trascendencia. Y ante el terrible drama de sus vidas para muchas no existían ni hijos, ni nada, simplemente les daba igual. Edith Stein los acogía, les daba cariño, los cuidaba, los bañaba...

15.10.18

15 de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús


En la imagen que veis reproducimos un escrito original de Santa Teresa de Jesús, en el cual podemos leer el siguiente texto:

"Señor Venegrilla, (h)acedme merce(d) de enviar por Santos garcia doce palominos la vispera de Santiago al señor martin de guzman q(ue) ansi se suele (h)acer yo me (h)olgaré mucho en ello. Fecha a diez de julio de MDXLVJ Su s(ervido)ra teresa de a(hu)mada".

Se trata de uno de los autógrafos mejor conservados de la santa de Ávila.

| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

12.4.18

El diario de Santa Gemma que Satanás intentó destruir


El diario de Santa Gemma Galgani fue escrito por orden de su confesor, la santa no quería hablar de sí misma, y le costó bastante esfuerzo poder escribir en el diario sus sentimientos y sus diferentes vicisitudes en pos de la santidad. Cuando terminó de escribirlo, antes de enviarlo a su director espiritual (el reverendo Germán), decidió guardarlo -en aquellos tiempos el correo no era lo que es hoy en día, y esperaban la ocasión propicia para entregárselo-, y lo guardó en una cómoda, escondido en un cajón cerrado.

Al poco tiempo después, algún espíritu maligno, consciente del beneficio que tendría para las almas un tesoro espiritual de tal magnitud, decidió intervenir y un día tal como solía hacer este ser maligno, porque eran habituales sus ataques, incluso físicos, a Santa Gemma, le dijo estas palabras: "¡Guerra, guerra! ¡Tu libro está en mis manos!".

15.10.17

La religiosa carmelita que cambió el palacio por un convento


La religiosa madre María de San José, fundadora del Carmelo en Lisboa, era de padres nobles, emparentados nada menos que con los duques de Medinaceli. Los ejemplos y virtudes que vio en Santa Teresa de Jesús -que era doña Luisa, en cuya casa se crió la religiosa, bienhechora de la santa- la conmovieron de tal modo que se decidió a dejar el mundo, y con mucha prudencia se adhirió a los ejercicios que había de abrazar en la vida religiosa, teniendo especial cuidado en que nadie en palacio descubriera sus intenciones, temiendo que se empeñasen en hacerla cambiar de parecer.

A veces espiaba a Santa Teresa, conmovida por su vida, viéndola en ocasiones arrebatada, otras atormentándose con rigurosa mortificación, e incluso disciplinándose a sí misma con semejante crueldad, que infundía terror a cuantos la oían. Todo ello renovaba los impulsos de María de San José a despedirse lo más deprisa posible de la vida regalada en palacio, y mientras estaba en su aposento, entre lágrimas componía versos amorosos hacia el Señor.

21.8.17

El ejemplo de Juana Bautista de Santa Teresa


La venerable madre Juana Bautista de Santa Teresa, de la ciudad de Nápoles, fue tiernísima devota de las ánimas del Santo purgatorio, y siendo religiosa en el convento de San José, en el que entró con gran deseo de servir al Señor perfectísimamente, dejando muchas ventajas que le ofrecieron en otros conventos (entre los que se encontraba uno fundado por sus abuelos), era penitente, humilde y muy aplicada a la oración, y salía de estar orando tan encendida de amor de Dios, que contagiaba a las demás religiosas.

Siendo priora (cargo que ocupó dos veces), ordenaba hacer rogativas por ellas, y ella misma cuanto hacía todo lo aplicaba al beneficio de las ánimas del purgatorio. Las ansias de padecer fueron grandes, con el fin de imitar en algo al Señor Crucificado, y de aliviar con su padecer las ánimas, y el Señor la consoló con imposibilitarla de una pierna, y por siete años estuvo recluida en una celda, la mayoría de las noches sin poderse consolar debido a la violencia de los dolores, y decía con edificación de todos que era muy poco lo que padecía respecto a lo que merecían sus culpas: "oh, Señor, enviad a mi corazón una centellita del amor que os tuvo esta inocente alma, para que yo os ame como debo".

22.9.22

Santa María Magdalena de Pazzi (1566-1607), religiosa



Esta gran santa de la contrarreforma nació en 1566 en Florencia, Italia, en cuyo monasterio carmelitano ingresó en 1582. Dos años después hizo su profesión religiosa.

Santa María Magdalena de Pazzi estuvo sometida a duras pruebas, tanto físicas como espirituales. Junto a santa Teresa de Jesús y a santa Catalina de Siena es considerada una de las grandes místicas de la Iglesia.

En sus "Revelaciones" plasmó algunas de sus visiones y vivencias. Pasó los tres últimos años de su vida postrada en la cama, aceptando con entereza el dolor físico y espiritual.

Mostrando gran celo por la Iglesia, escribió carta a los cardenales y obispos de su tiempo para que emprendieran reformas que ella consideraba necesarias. Murió en 1607, a los cuarenta y dos años de edad. Fue canonizada por Clemente IX en 1669.


Bienaventurado el siervo que devuelve todos los bienes al Señor Dios,
porque quien retiene algo para sí, esconde en sí el talento dado por su Señor Dios, y lo que creía tener se le quitará.

(San Francisco de Asís).



30.11.17

Conformidad con la voluntad de Dios


Et vita in voluntate eius.
Y la vida, en su voluntad. (Sal. 29, 6).


Todo el fundamento de la salud y perfección de nuestras almas consiste en el amor de Dios. "Quien no ama está en la muerte. La caridad es el vínculo de la perfección" (1 Jn., 3, 14; Col, 3, 14). Mas la perfección del amor es la unión de nuestra propia voluntad con la voluntad divina, porque en esto se cifra -como dice el Areopagita- el principal efecto del amor, en unir de tal modo la voluntad de los amantes, que no tengan más que un solo corazón y un solo querer.

En tanto, pues, agradan al Señor nuestras obras, penitencias, limosnas, comuniones, en cuanto se conforman con su divina voluntad, pues de otra manera no serían virtuosas, sino viciosísimas y dignas de castigo.

6.9.17

Recupera el tiempo perdido: haz sin tardar lo que ayer dejaste de hacer


Santa Teresa de Jesús nos dice:
"parece, Señor mío, que descansa mi alma, considerando el gozo que tendrá [cuando alcance la Vida Eterna], si por vuesta misericordia le fuere concedido gozar de Vos. Mas quería primero serviros, pues ha de gozar de lo que Vos, sirviéndola a ella, le ganásteis".

"¿Qué haré, Señor mío? ¿Qué haré, mi Dios? ¡Oh, qué tarde se han encendido mis deseos, y qué temprano andabas Tú, Señor, insistiendo y llamando, para que toda me emplease en Vos! ¿Por ventura, Señor, tienen término vuestras grandezas, o vuestras magníficas obras? ¡Oh, Dios mío, y misericordia mía, y cómo las podréis mostrar ahora en vuestra sierva! Poderoso sois, gran Dios: ahora se podrá entender, si mi alma se entiende a sí, mirando el tiempo que ha perdido, y como en un punto podéis Vos, Señor, hacer que le torne a ganar. Paréceme que desatino, pues el tiempo perdido suelen decir que no se puede volver a recuperar. Bendito sea mi Dios".

"Oh, Señor, confieso vuestro gran poder: si sois poderoso, como lo sois, ¿qué hay de imposible al que todo lo puede? Quered Vos, Señor mío, quered, que aunque soy miserable, firmemente creo que podéis lo que queréis; y mientras mayores maravillas oigo vuestras, y considero que podéis hacer más, más se fortalece mi fe, y con mayor determinación creo que lo haréis Vos".

"Bien sabéis Vos, mi Dios, que entre todas mis miserias, nunca dejé de conocer vuestro gran poder y misericordia. Válgame, Señor, esto, en que no os he ofendido. Recuperad pues, Dios mío, el tiempo perdido mío, con darme gracia en el presente y en el porvenir, para que me presente delante de Vos con vestiduras de boda, pues si queréis, podéis".

26.6.22

Consejos de Santa Teresa para después de comulgar



Acabando de recibir al Señor, procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma, y miraros al corazón.

Mas si no hacemos caso de Él, sino que en recibiéndole nos vamos de su lado a buscar otras cosas más bajas, ¿qué ha de hacer? ¿Nos ha de traer por fuerza a que veamos que se nos quiere dar a conocer? Harta misericordia nos hace a todos, que quiere su Majestad entendamos que es Él quien está en el Santísimo Sacramento. Mas comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho le desean, porque estos son sus verdaderos amigos.


Santa Teresa de Jesús.

8.7.18

Novena a Ntra. Sra. la Virgen del Carmen. Día 2


Novena a Nuestra Señora la Virgen del Monte Carmelo

¡Madre del Carmelo! Vengo a tus plantas lleno de gozo y de esperanza.

De gozo, porque sé que tu escapulario es "el canal abundante por donde bajan raudales continuos de gracias y de favores sobre el mundo; el bendito vestido espiritual que protege a los hombres por los difíciles caminos de la vida; el áncora de salvación en las múltiples borrascas espirituales y temporales; el escudo defensor en las luchas contra los enemigos del alma y contra los peligros del cuerpo".

Y de esperanza, porque tu Escapulario es "señal segura de predestinación; garantía de un feliz éxito en el tránsito a la eternidad; llave que abre las puertas del cielo", pues como Tú misma dijiste: "El que muera con mi Escapulario no se condenará".

Yo sé, Madre, que "Tú eres siempre el camino que conduce a Cristo y que todo encuentro contigo no puede menos de terminar en encuentro con Cristo mismo".

Tú conociste, Madre, las penas y tribulaciones de aquí abajo, la fatiga del trabajo cotidiano, las incomodidades y estrecheces de la pobreza y los dolores del Calvario.

Por eso acudo a Ti, Madre del Carmen, en esta Novena, "para que socorras las necesidades de la Iglesia y del mundo, escuches benignamente los clamores de paz que a Ti se elevan desde todos los confines de la tierra, ilumines a los que rigen los destinos de los pueblos y obtengas de Dios la paz verdadera que se funda sobre las bases sólidas y duraderas de la justicia y el amor", también por mis necesidades, por las almas del purgatorio y por nuestra salvación eterna.

Por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.


23.10.17

La canción de Ana de Jesús


Ya sabemos -y si no, deberías tenerlo ya claro- que no son proporcionales los trabajos y penas de esta vida temporal, comparados con la gloria venidera que se nos mostrará, porque a lo que es momentáneo, y ligero, corresponderá un eterno gozo y gloria tal, que ni los ojos vieron, ni los oídos escucharon, ni cayó en pensamiento de hombre la suma bienaventuranza que preparó para los que le temen y le aman.

¡Oh, mansión beatísima de la Ciudad Soberana! -dice Tomás de Kempis-. ¡Oh día clarísimo de gloriosa eternidad, en la cual no hay noche, y nunca oscurece, y siempre resplandece, cuyos días son siempre alegres y jamás se mudan! Quiera Dios que aquel día eterno fuese ya a nosotros resplandeciente, y que todas las cosas temporales de esta vida presente tuviesen fin.

9.11.17

La amorosa permanencia de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar


Venite ad me omnes qui laboratis, et onerati estis et ego reficiam vos.
Venid a Mí todos los que estáis trabajados y abrumados, que Yo os aliviaré (Mt., 11. 28).


Nuestro amantísimo Salvador, al partir de este mundo después de haber dado cumplimiento a la obra de nuestra redención, no quiso dejarnos solos en este valle de lágrimas. "No hay lengua que pueda declarar -decía San Pedro de Alcántara- la grandeza del amor que tiene Jesús a las almas; y así, queriendo este divino Esposo dejar esta vida para que su ausencia no les fuese ocasión de olvido, les dio en recuerdo este Sacramento Santísimo, en el cual Él mismo permanece; y no quiso que entre Él y nosotros hubiera otra prenda para mantener despierta la memoria".

Este precioso beneficio de nuestro Señor Jesucristo merece todo el amor de nuestros corazones, y por esa causa en estos últimos tiempos dispuso que se instituyese la fiesta de su Sagrado Corazón, como reveló a su sierva Santa Margarita de Alacoque, a fin de que le rindiésemos con nuestros obsequios de amor algún homenaje por su adorable presencia en el altar, y reparásemos, además, los desprecios e injurias que en este Sacramento de la Eucaristía ha recibido y recibe aún de los herejes y malos cristianos.

22.9.17

Agradecidos para ganar la Vida Eterna


Santa Teresa de Jesús, en vida, fue muy agradecida con sus bienhechores. Nada menos que cuarenta años rogó por uno que le había dado un simple jarro de agua, y no es menos agradecida ahora, desde el Cielo, enviando continuos beneficios a los amigos de su Orden, y con la luz del Paraíso los defiende de lo visible, encaminándolos a lo eterno.

Gran beneficio, y muy singular, fue el que recibieron los Velázquez en la fundación del primer convento que hizo la santa en su casa de campo, llamada Durvelo, cerca de la ciudad de Ávila, donde nació la Reforma, y mayor fue el segundo, en depositar en casa de los mismos Velázquez su santo cuerpo, naciendo para el cielo en Alba, siendo también fundación de los Velázquez aquél convento: beneficios que paga la Santa con nuevos beneficios, queriendo perpetuar el agradecimiento muy vivo, pues siempre saca de las tinieblas de este mundo, y llama a su religión para formar parte de los hijos de esta gran santa.

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