Acabando de recibir al Señor, procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma, y miraros al corazón.
Mas si no hacemos caso de Él, sino que en recibiéndole nos vamos de su lado a buscar otras cosas más bajas, ¿qué ha de hacer? ¿Nos ha de traer por fuerza a que veamos que se nos quiere dar a conocer? Harta misericordia nos hace a todos, que quiere su Majestad entendamos que es Él quien está en el Santísimo Sacramento. Mas comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho le desean, porque estos son sus verdaderos amigos.
Santa Teresa de Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario