Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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18.11.23

Devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María



Al eterno Padre.
Padre Omnipotente, que nos veis celebrar con toda devoción las excelencias del divino Corazón de vuestro Hijo amado, reconociendo con gratitud profunda todos los beneficios de su infinita bondad, hacednos la gracia de que corra con abundancia en nuestras almas el raudal de amor de aquella santa e inagotable fuente. Y pues fuisteis servido de esconder en el virginal corazón de la bienaventurada María las llamas sagradas del mismo divino amor -haciéndolo imagen admirable del Corazón de Jesús-, permitidnos esperar que, por los merecimientos del Hijo y la mediación de la Madre, nos dispensares la honra de alcanzar a imitarlos, para gloria vuestra y salud de nuestras almas.

Amén.

19.6.19

Unión e invocación al Sagrado Corazón de Jesús


A las profundas oraciones del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al amor ardiente del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al celo fervoroso del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la reparación del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A las acciones de gracias del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la confianza imperturbable del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A las fervientes oraciones del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la humildad del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al elocuente silencio del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la obediencia del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la dulzura y paz del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la bondad inefable del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la caridad universal del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

Al recogimiento profundo del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A los sufrimientos y sacrificios del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la paciencia infinita del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A los dolores interiores del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A la resignación del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

A las intenciones, deseos y voluntades, del Corazón de Jesús,
me uno yo, Señor.

10.4.22

Los nueve primeros viernes de mes



La gran promesa:
Entre las muchas y ricas promesas que Jesucristo hizo a los que fuesen devotos de su Sagrado Corazón, siempre ha llamado y llama la atención la que hizo a los que comulgasen en honra suya nueve primeros viernes de mes seguidos. Es tal, que todos la conocen con el nombre de "la gran promesa".

He aquí cómo la refiere santa Margarita de Alacoque:

"Un viernes, después de la Sagrada Comunión, mi Divino Maestro dijo a esta su indigna esclava lo siguiente: 'Yo te prometo en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros vienes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final, que no morirán en mi desgracia ni sin recibir los Sacramentos, sirviéndoles mi Corazón de asilo seguro en aquella última hora'".

Lo que se compromete en esta promesa:
En esta promesa se promete el favor de morir en gracia de Dios. Sea que reciba los sacramentos en la última hora, sea que los haya recibido antes y no haya perdido la gracia después, sea que haga un acto de contrición equivalente al sacramento de la penitencia, según esta promesa, el que comulgue seguidos nueve primeros viernes morirá con los sacramentos, y en gracia y amistad de Dios.

Lo que es necesario hacer para obtener esta gracia:
Comulgar nueve primeros viernes de mes seguidos en gracia de Dios, con intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús. Esto es lo necesario y nada más, ni confesión, ni oraciones, ni otras prácticas de otro tipo.

Lo que conviene hacer para obtener esta gracia:
Además de esto, para celebrar bien los primeros viernes en honra del Corazón de Jesús, conviene, aunque no es necesario, honrar al Corazón divino con algunas devociones, ora solemnes, como suelen usarse en algunos Apostolados, o bien privadas, según la devoción y posibilidades de cada uno.

Culto solemne el primer viernes.
Por la mañana se puede tener comunión general a buena hora, y a la tarde una función más o menos breve y solemne al Corazón de Jesús, exponiendo al Santísimo, explicando o leyendo la Intención del mes o algunas palabras acerca de ella, rezando las letanías y algún acto de desagravio o de consagración. Caso de no poderse hacer esto a la tarde, se puede hacer todo ello en la misma mañana durante la misa de comunión.

Culto privado el primer viernes:
Cuando no hay culto público o no se puede asistir a él, se puede hacer de forma particular. Por ello, se puede realizar la oración siguiente, además de las letanías al Sagrado Corazón de Jesús, o algún acto de desagravio, o de consagración. También se puede acompañar de una novena, coincidiendo con los nueve primeros viernes de los nueve meses.


Oración para el culto privado, que puede hacerse después de cada una de las comuniones de los nueve primeros viernes de mes:
Jesús mío dulcísimo, que en vuestra infinita y bondadosísima misericordia prometisteis la gracia de la perseverancia final a los que comulgaren en honra de vuestro Sagrado Corazón nueve primeros viernes de mes seguidos, acordaos de esta promesa y a mí, indigno siervo vuestro, que acabo de recibiros sacramentado con este fin e intención, concededme que muera detestando todos mis pecados, creyendo en Vos con fe viva, esperando en vuestra inefable misericordia y amando la bondad de vuestro amantísimo y amabilísimo Corazón. Amén.

Jaculatorias:
Corazón de Jesús, Casa de Dios y Puerta del cielo, tened piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, rico con todos los que os invocan, tened piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, esperanza de los que mueren en Vos, tened piedad de nosotros.


Letanías al Sagrado Corazón de Jesús:
Señor, ten piedad de nosotros..
- Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad de nosotros...
- Cristo, ten piedad
Señor: ten piedad de nosotros...
- Señor, ten piedad

Jesucristo, óyenos...
- Cristo, óyenos
Jesucristo, escúchanos...
- Cristo, escúchanos

Oh Dios, Padre Celestial...
- Tened misericordia de nosotros

Dios Hijo, Redentor del mundo...
- Tened misericordia de nosotros

Dios Espíritu Santo...
- Tened misericordia de nosotros

Santísima Trinidad, un solo Dios...
- Tened misericordia de nosotros

Corazón de Jesús, Hijo Eterno del Padre...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, de majestad infinita...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, templo santo de Dios...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, sagrario del Dios Altísimo...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, fuego inagotable de caridad...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, donde se encierra toda justicia y todo amor...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, pleno de bondad y de amor...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, ilimitado en todas las virtudes...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, dignisimo de toda alabanza...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, en quien existen todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, en quien habita la plenitud de la divinidad...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, en quien el Padre Celestial se ha complacido plenamente...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos nos enriquecemos...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, deseado de todas las naciones...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, paciente y de gran misericordia...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, rico y generoso con todos los que te invocan...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, propicio a perdonar nuestros pecados...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, saturado por los oprobios de la gente...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, quebrantado por nuestros pecados...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, obediente hasta la muerte...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, atravesado por una lanza...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, víctima de los pecadores...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren...
- Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, delicia de todos los santos...
- Ten piedad de nosotros

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
- Perdónanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
- Escúchanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
- Ten misericordia de nosotros

¡Jesús, manso y humilde de corazón...,
- haced nuestro corazón semejante al vuestro!

Oración de las letanías:
Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amantísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dió en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploramos tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.


Consagración al Sagrado Corazón de Jesús:
Rendido a vuestros pies, ¡oh, Jesús mío!, considerando las inefables muestras de amor que me habéis dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo vuestro amabilísimo Corazón, os pido humildemente la gracia de conoceros, amaros y serviros, como fiel discípulo vuestro, para hacerme digno de las mercedes y bendiciones que generoso concedéis a los que de veras os conocen, aman y sirven.

¡Mirad que soy muy pobre, dulcísimo Jesucristo, y necesito de Vos, como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! ¡Mirad que soy muy inculto, oh soberano Maestro, y necesito de vuestras divinas enseñanzas para que sean luz y guía de mi ignorancia! ¡Mirad que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los abatidos, y caigo a cada paso y necesito apoyarme en Vos para no desfallecer! Sé tú todo para mí, Sagrado Corazón, socorro de mi miseria, lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda mi necesidad. De Vos lo espera todo mi pobre corazón: Vos lo alentasteis, cuando con tiernos acentos dijisteis repetidas veces en vuestro Evangelio: "Venid a Mí..., Aprended de Mí..., Pedid..., Llamad...,". A las puertas de vuestro Corazón vengo, pues, hoy, y llamo, y espero. Del mío os hago, ¡oh mi Señor!, firme, formal y decidida entrega. Tomadlo todo Vos, tomad Vos todo cuanto soy y tengo, y dadme, en cambio, lo que sabéis me ha de hacer agradable para Vos y dichoso en la eternidad. Me pongo enteramente a vuestro servicio, tomadme como Vos queráis: esclavo, siervo, servidor tuyo, con tal de que permanezca siempre fiel a Vos, y no os defraude jamás. Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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12.2.20

Corona al Sagrado Corazón de Jesús


Para rezar esta Corona, se utiliza un rosario común de cinco decenas de la siguiente forma:

1- Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

2- En la cuenta grande correspondiente al Padre Nuestro se reza una sola vez esta oración:

Te bendecimos, Corazón de Jesús, te glorificamos unidos a la alabanza perenne del cielo, te damos gracias con todos los ángeles y santos, te amamos junto con Santa María del Carmelo y San José, su esposo. Te ofrecemos nuestros corazón. Dígnate acogerlo, llenarlo de tu amor y hacerlo contigo ofrenda agradable al Padre. Inflámanos con tu Espíritu Santo para que podamos alabar dignamente tu nombre y anunciar tu salvación a las gentes. En un prodigio de amor, nos has redimido con tu sangre preciosa. Corazón de Jesús, nos confiamos a tu perenne misericordia. En ti nuestra esperanza: no seamos confundidos para siempre.

3- Se enuncia cada misterio y en las cuentas pequeñas correspondientes al Ave María (diez veces) se dice la invocación al Corazón de Jesús que corresponda.

4- Al finalizar las cinco decenas de la Corona se reza esta oración final:

Señor Jesús, acoge la ofrenda de nosotros mismos y preséntanos al Padre en unión a tu oblación de amor, en reparación de nuestros pecados y de los de todo el mundo, y por las benditas ánimas del purgatorio. Concédenos tener en nosotros los sentimientos de tu Corazón, imitar sus virtudes y recibir sus gracias. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

13.6.19

Novena al Sagrado Corazón de Jesús (dehonianos)


· Saludo
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

Jesús sencillo y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo.

· Día 1
- Un Corazón que sostiene.

El Corazón de Jesús es un corazón atento a nuestros problemas, dispuesto a ayudarnos. Nosotros, sedientos de Él, lo buscamos y lo ansiamos, queremos contemplar su amor y su bondad. De madrugada o acostados en la noche, nuestro recuerdo va a Él, porque bajo su mirada nos sentimos felices. Su presencia protectora nos acompaña siempre.

· Día 2
- Un Corazón que perdona.

La ternura del Corazón misericordioso del Señor perdona nuestros pecados. Él crea en nosotros un corazón puro y renueva nuestra vida con su Espíritu. Animados por su bondad también nosotros nos volvemos bondadosos y mostramos sus caminos de misericordia a los que andan perdidos.

· Día 3
- Un Corazón que escucha.

La total confianza en el Señor nos hace esperar contra toda desesperanza. Él siempre escucha nuestro clamor y nos salva cuando estamos hundidos. Afianza nuestros pasos y nos da firmeza en las dificultades. Por eso si confiamos en Él, nuestro corazón estará feliz. Él nos escucha, pero también quiere que le escuchemos a Él. Abre nuestro corazón para que con disponibilidad plena le digamos: "Aquí estoy, Señor".

· Día 4
- Un corazón que nos da su Palabra.

La Palabra de Dios en la Biblia es la luz que ilumina la vida del creyente. La escucha atenta de esta Palabra nos llena de felicidad, porque hace presenta en nuestra vida la voz de su Espíritu que nos guía hacia un camino de realización plena. Con corazón puro alabamos al Corazón de Cristo, agradeciendo su presencia salvadora entre nosotros, y le pedimos que nunca nos apartemos de Él.

· Día 5
- Un Corazón de un Buen Pastor.

Jesucristo es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas. Junto a Él encontramos manantiales frescos y banquetes exquisitos, símbolos de la plenitud de los dones que Él nos da. Su amor y su fidelidad nos acompañan para siempre.

· Día 6
- Un Corazón providente.

Confiar en la Providencia de Dios no significa estar de brazos cruzados. El Señor nos llena con todos sus dones que, gracias a nuestra colaboración, llegan a ser frutos de nuestro trabajo. Bendigamos al Señor por toda su Creación y por la tierra que alegra nuestro corazón con tantos bienes que nos ofrece.

· Día 7
- Un Corazón bueno y compasivo.

La bondad del Señor se manifiesta en su ternura cuando se inclina a escuchar nuestras voces suplicantes. Él es bueno y compasivo porque defiende a los pequeños y oprimidos por tantos males. Él es el Dios misericordioso. Al proclamar la bondad del Señor, nuestro corazón encuentra su paz y la certeza en que Él enjugará nuestras lágrimas para siempre.

· Día 8
- Un Corazón que ampara a los débiles.

En el momento de las dificultades, el Señor se hace presente en nuestra vida y alivia nuestro dolor. Las pruebas que nos acechan nunca nos superarán, porque Él es el amparo de los débiles y la felicidad de los que saben solidarizarse en el dolor. Este Corazón que cuida al débil podrá siempre vivir cerca de Él, alabando y bendiciendo.

· Día 9
- Un Corazón que nos bendice con amor.

Bendecir a Dios es un momento importante en nuestra oración. De esta manera le manifestamos nuestro agradecimiento por su amor, que Él hace brillar en nuestra vida. Él guía los destinos de la humanidad con justicia y rectitud. Por eso, todos los habitantes de la tierra están llamados a participar en su reino de amor. "¡A Dios den gracias los pueblos, alaben los pueblos a Dios!".

· Oración diaria.
Corazón de Jesús, llena nuestro mundo de tu amor. Tú que, a pesar de las debilidades y egoísmos de los hombres, haces comprender que se ensancha tu Corazón cuando ves crecer la Civilización del Amor. Haz de nosotros almas generosas que se entreguen por entero a tu proyecto de salvación sobre la humanidad.

Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.

Amén.

· Petición
(Todo lo espero de tu infinita bondad, si es para tu gloria y para nuestro bien).

· Letanías.

Corazón de Jesús,
bondad y amor infinitos.
_ruega por nosotros.

Corazón de Jesús,
fortaleza de los que sufren.
_ruega por nosotros.

Corazón de Jesús,
consuelo de los afligidos.
_ruega por nosotros.

Corazón de Jesús,
digno de toda alabanza.
_ruega por nosotros.

Corazón de Jesús,
salvación de los que en ti esperan.
_ruega por nosotros.

Corazón de Jesús,
paciente y lleno de misericordia.
_ruega por nosotros.

Corazón de Jesús,
fuente de vida.
_ruega por nosotros.

· Ofrecimiento al Sagrado Corazón de Jesús.
¡Divino Corazón de Jesús! Por medio del Corazón Inmaculado de María, te ofrezco las oraciones, obras y trabajos de este día, para corresponder a tu gran amor. Te presento mi vida entera para que se haga tu voluntad y no la mía. Haz que toda mi persona contribuya a la construcción de tu Reino.

Que mi corazón responda a los impulsos de tu Corazón.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

11.7.19

Letanías del Sagrado Corazón de Jesús (en latín y en español)


Señor, tened piedad de nosotros.
Kyrie, eleison.

Cristo, tened piedad de nosotros.
Christe, eleison.

Señor, tened piedad de nosotros.
Kyrie, eleison.

Cristo, oídnos.
Christe, audi nos.

Cristo, escuchadnos.
Christe, exaudinos.

Dios Padre celestial,
ten piedad de nosotros.

Pater de coelis Deus,
miserere nobis.


Dios Hijo, Redentor del mundo,
ten piedad de nosotros.

Fili Redemtor mundi, Deus,
miserere nobis.


Dios Espíritu Santo,
ten piedad de nosotros.

Spiritus Sancte, Deus,
miserere nobis.


Santísima Trinidad, único Dios,
ten piedad de nosotros.

Santa Trinitas, unus Deus,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, Filii Patris aeterni,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, in sinu Virginis Matris a Spiritu Sancto formatum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, unido substancialmente al divini Verbo,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, Verbo Dei substantialiter unitum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, de infinita majestad,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, maiestatis infinitae,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, santo templo de Dios,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, templum Dei sanctum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, tabernaculum Altissimi,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, domus Dei et porta coeli,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, fornax ardens caritatis,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, receptáculo de justicia y de amor,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, iustitiae et amoris receptaculum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, bonitate et amore plenum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, virtutum omnium abyssus,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, omni laude dignissimum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, rey y centro de todos los corazones,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, rex et centrum omnium cordium,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, en el cual están incluidos todos los tesoros de sabiduría y ciencia,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, in quo sunt omnes thesauri sapientiae et scientiae,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, en el cual reside toda la plenitud de la divinidad,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, in quo habitat omnis plenitudo divinitatis,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, en el cual el Padre se ha bien complacido,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, in quo Pater sibi bene complacuit,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos participado,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, de cuius plenitudine omnes nos accepimus,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, desiderium collium aeternorum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, paciente y misericordiosísimo,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, patienset multae misericordiae,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, rico para todos los que os invocan,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, dives in omnes qui invocant te,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, fons vitae et sanctitatis,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, propitiatio pro peccatis nostris,
miserere nobis,


Corazón de Jesús, harto de oprobios,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, saturatum opprobriis,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, triturado por nuestras maldades,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, attritum propter scelera nostra,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, usquead mortem obediens factum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, traspasado por la lanza,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, lancea perforatum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, fuente de toda consolación,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, fons totius consolationis,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, nuestra vida y resurrección,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, vita et resurrectio nostra,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, nuestra paz y reconciliación,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, pax et reconciliatio nostra,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, víctima de los pecados,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, victima peccatorum,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, salud de los que esperan en Vos,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, salus in te sperantium,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, esperanza de los que mueren en Vos,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, spes in te morientium,
miserere nobis.


Corazón de Jesús, delicia de todos los Santos,
ten piedad de nosotros.

Cor Iesu, deliciae Sanctorum omnium,
miserere nobis.


29.10.21

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en latín y en español



En latín:

Kyrie, eleison.
Crhiste, eleison.
Kyrie, eleison.
Christe, audi nos.
Christe, exaudi nos.


Pater de coelis Deus,
miserere nobis.
Fili, Redemptor mundi Deus,
miserere nobis.
Spiritus Sancte Deus,
miserere nobis.
Sancta Trinitas unus Deus,
miserere nobis.


Cor Iesu, Filii Patris aeterni,
miserere nobis.

Cor Iesu, in sinu Virginis Matris a Spiritu Sancto formatum,
miserere nobis.

Cor Iesu, Verbo Dei, substantialiter unitum,
miserere nobis.

Cor Iesu, Maiestatis infinitae,
miserere nobis.

Cor Iesu, templum Dei sanctum,
miserere nobis.

Cor Iesu, tabernaculum Altissimi,
miserere nobis.

Cor Iesu, comus Dei, et porta coeli,
miserere nobis.

Cor Iesu, fornax ardens caritatis,
miserere nobis.

Cor Iesu, iustitiae et amoris receptaculum,
miserere nobis.

Cor Iesu, bonitate et amore pelnum,
miserere nobis.

Cor Iesu, virtutum omnium abyssus,
miserere nobis.

Cor Iesu, omni laude dignissimum,
miserere nobis.

Cor Iesu, rex et centrum omnium cordium,
miserere nobis.

Cor Iesu, in quo sunt omnes thesauri sapientiae et scientiae.
miserere nobis.

Cor Iesu, in quo habitat omnis pelnitudo divinitatis,
miserere nobis.

Cor Iesu, in quo Pater, sibe bene compacuit,
miserere nobis.

Cor Iesu, de cuius plenitudine omnes nos accepimus,
miserere nobis.

Cor Iesu, desiderium collium aeternorum,
miserere nobis.

Cor Iesu, patiens et maultae misericordiae,
miserere nobis.

Cor Iesu, dives in omnes qui invocant te,
miserere nobis.

Cor Iesu, fons vitae, et sanctitatis,
miserere nobis.

Cor Iesu, propitatio pro peccatis nostris,
miserere nobis.

Cor Iesu, saturattum oprobriis,
miserere nobis.

Cor Iesu, attritum propter scelera nostra,
miserere nobis.

Cor Iesu, usque ad mortem obediens factum,
miserere nobis.

Cor Iesu, lancea perforatum,
miserere nobis.

Cor Iesu, fons totius consolationis,
miserere nobis.

Cor Iesu, vita et resurrectio nostra,
miserere nobis.

Cor Iesu, pax et reconciliatio nostra,
miserere nobis.

Cor Iesu, victima peccatorum,
miserere nobis.

Cor Iesu, salus in te sperantium,
miserere nobis.

Cor Iesu, spes in te morientium,
miserere nobis.

Cor Iesu, deliciae sanctorum omnium,
miserere nobis.


Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
Parce nobis, Domine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
Exaudi nos, Domine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
Miserere nobis.

Iesu mitis et humilis corde,
R.: Fac cor nostrum secundum Cor tuum.

Oremus:
Omnipotens sempiterne Deus, respice in Cor dilectissimi Filii tui et in laudes et satisfactiones, quas in nomine peccatorum tibi persolvit, iisque misericordiam tuam petentibus, tu veniam concede placatus in nomine eiusdem Filii tui Iesu Christi, qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.







En español:

Señor, ten piedad,
Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad,
Cristo, ten piedad.

Cristo, óyenos,
Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos,
Cristo, escúchanos.


Padre Eterno, Dios de los cielos,
ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
ten misericordia de nosotros.


Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de dios,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, de majestad infinita,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, rico para con todos los que os invocan,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, propiciación por nuestro pecados,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, saciado de oprobios,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, perforado por una lanza,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, fuente de toda consolación,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, victima de los pecadores,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, salvación de los que en Vos esperan,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, esperanza de los que en Vos mueren,
ten misericordia de nosotros.

Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,
ten misericordia de nosotros.


Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
perdonadnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
escucharnos, Señor.
Cordero de Dios, que quitáis los pecados del mundo,
tened misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón,
R.: haced nuestro corazón semejante al vuestro.

Oremos:
Omnipotente y sempiterno Dios, mirad al Corazón de vuestro amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que os dió en nombre de los pecadores, y conceded propicio el perdón a los que imploran vuestra misericordia, en nombre de vuestro mismo Hijo Jesucristo, que con Vos vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.


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12.7.19

Letanías en honor de Santa Margarita María


Señor, tened piedad de nosotros.

Cristo, tened piedad de nosotros.

Señor, tened piedad de nosotros.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra,
rogad por nosotros.

San José, modelo y patrón de las almas interiores,
rogad por nosotros.

San Juan, discípulo amado de Jesús,
rogad por nosotros.

San Francisco de Asís, cuyo corazón recibió la preciosa marca del Corazón herido de Jesús,
rogad por nosotros.

San Francisco de Sales, dulce y amable padre de las hijas de la Visitación,
rogad por nosotros.

Santa Juana de Chantal, que habéis ayudado al suave San Francisco a plantar en la Iglesia el huerto preferido del Corazón de Jesús,
rogad por nosotros.

4.10.17

El Corazón de Jesús, mi fiel consejero


¿Cómo ser manso de corazón?
Un corazón manso ante Dios.

Tener un corazón manso ante Dios, es vivir bajo su mirada paternal, reconociendo en todas las cosas y acontecimientos de la vida esa mano cariñosa, llena de solicitud. con la que el Padre, en su Providencia, cuida de nosotros. (Mt 6,25-33).

Como una madre prepara con cuidado y esmero la ropa, la comida, la habitación de sus hijos, con más ternura, ¡mucha más!, Dios, mi Padre, prepara con solicitud amorosa cada hora del día, cada acontecimiento que pone delante de mí.

En mi quehacer diario, Él quiere que lo haga, y tengo para poderlo hacer bien todo cuanto necesito de tiempo, de inteligencia, de cualidades, aptitudes, porque Él me los ha ciado.

En la "cruz de cada día", la que tengo, la que me puede venir, me invita a que la lleve sobre mis hombros, aún cuando entonces no entienda su porqué. Y si el dolor me arranca una queja, me dice: "¡Ánimo, hijo mío, soy yo, tu Padre, quien te la envía!".

Lo que me dificulta en mi trabajo y lo que me contraria en mis proyectos, Él lo pone expresamente en mi camino para situarme en la verdad de mis limitaciones, para que no me apegue al éxito que pueda deslumbrarme, para que comprenda que no es el triunfo lo que me llevará al Cielo, sino la buena voluntad y el trabajo.

Así, ante estos pensamientos. ¡cómo se mantiene la paz por encima de todo! ¡Cómo el trabajo que se empieza, se interrumpe, se vuelve a tornar y se sabe acabar con paz!

Así, se pueden vencer esos enemigos que a todas horas nos asedian en nuestra vida diaria: la pereza, la impaciencia, la preocupación, la pérdida de la paz.

A veces los recuerdos del pasado vienen a atormentarme con dudas, escrúpulos, remordimientos por mis fallos y pecados, por haberme alejado tantas veces de la casa del Padre (Lc 15, 11 ss.); pero, ¿por qué, a pesar de todo, perder la paz? ¿No me ha dicho Dios, mi Padre, por boca del sacerdote, depositario de su poder: "yo te absuelvo"? ¿No he hecho lo que me pedía: confesión sincera, sumisión completa; y no estoy pronto, aún dentro de mis limitaciones, a hacer todo lo que me pida Aquél a quien he confiado mi vida?

1.6.18

Mes de junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús


En el mes de junio ofrece al Sagrado Corazón de Jesús diariamente estas oraciones.

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, Rey de amor! Por mediación de vuestra Madre y Madre mía la Santísima Virgen María, acepto muy gustoso el pacto que Vos me proponéis de cuidar Vos de mí y de mis cosas, y cuidar yo de Vos y de vuestra gloria.

Todo lo mío lo pongo en vuestras manos: mi familia, mis negocios y ocupaciones todas; mi cuerpo con sus sentidos, salud y vida; mi alma con sus potencias, virtudes y méritos; mi propia salvación y santificación.

Cuidad Vos de mí.

Yo a cambio cuidaré de Vos: de glorificaros cuanto pueda. Ayúdame a contribuir a ello con comuniones, misas, rosarios, oraciones y jaculatorias, en definitiva: con la oración constante; con la paciencia en sufrir las cruces ordinarias de la vida; con el fiel cumplimiento de las obligaciones de mi estado; con obras de caridad y misericordia, con limosnas y sacrificios; con la difusión, el ejemplo, de palabra y por escrito y cuantos medios me sean posibles, para daros toda la gloria y reparación que pueda. Quiero extender por todo el mundo vuestro reinado de Amor. Hacedme perfectísimo amante y apóstol de vuestro amantísimo Corazón. Amén.

Oración preparatoria:
Dios mío, me someto y me entrego ante vuestra soberana presencia: yo os adoro en unión de vuestro Santísimo Hijo, y deseo unir mi corazón al suyo para ofreceros una oración pura y agradable a vuestros divinos ojos. Y Vos, Virgen Santísima del Carmelo, Ángel de mi guarda, y santos de mi devoción y mis patrones, interceded por mí ante Jesucristo, a fin de que pueda meditar las excelencias del amor de Cristo y cumplir siempre y en todo su santísima voluntad. Amén.

Preces:
- Oh Corazón amorosísimo de Jesús, por vuestra herida preciosa abierta para dar paso a las llamas de vuestro inmenso amor, haced que el incendio de la caridad purifique mi corazón de la inmundicia del pecado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

- Oh Corazón sacratísimo de Jesús, por vuestra corona de espinas que os atormentó con las puntas crueles de nuestros pecados, alcanzadme un santo y sincero remordimiento de mis culpas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

- Oh Corazón dulcísimo de Jesús, por vuestra cruz plantada como árbol frondoso alimentado por la sangre divina, signo de vuestro ardiente deseo de ser crucificado para nuestra salvación, concededme una entera resignación a los designios de la Providencia.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús (récense para desagraviar al Sagrado Corazón de Jesús y por la paz del Mundo).
"Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón que es "fuente de vida y de santidad" y "deseo de los collados eternos". Con el Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan".
Esta oración, rezada y meditada, se convierte en una verdadera escuela del hombre interior: la escuela del cristiano".
(Juan Pablo II. 27-VI -82)

Señor, ten piedad de nosotros..
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad de nosotros...
Cristo, ten piedad
Señor: ten piedad de nosotros...
Señor, ten piedad

Jesucristo, óyenos...
Cristo, óyenos
Jesucristo, escúchanos...
Cristo, escúchanos

Oh Dios, Padre Celestial...
(todos responden:) Tened misericordia de nosotros

Dios Hijo, Redentor del mundo...
Tened misericordia de nosotros

Dios Espíritu Santo...
Tened misericordia de nosotros

Santísima Trinidad, un solo Dios...
Tened misericordia de nosotros

Corazón de Jesús, Hijo Eterno del Padre...
Ten piedad de nosotros

formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre...
Ten piedad de nosotros

de majestad infinita...
Ten piedad de nosotros

templo santo de Dios...
Ten piedad de nosotros

sagrario del Dios Altísimo...
Ten piedad de nosotros

casa de Dios y puerta del cielo...
Ten piedad de nosotros

fuego inagotable de caridad...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, donde se encierra toda justicia y todo amor...
Ten piedad de nosotros

pleno de bondad y de amor...
Ten piedad de nosotros

ilimitado en todas las virtudes...
Ten piedad de nosotros

dignisimo de toda alabanza...
Ten piedad de nosotros

Rey y centro de todos los corazones...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, en quien existen todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia...
Ten piedad de nosotros

en quien habita la plenitud de la divinidad...
Ten piedad de nosotros

en quien el Padre Celestial se ha complacido plenamente...
Ten piedad de nosotros

de cuya plenitud todos nos enriquecemos...
Ten piedad de nosotros

deseado de todas las naciones...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, paciente y de gran misericordia...
Ten piedad de nosotros

rico y generoso con todos los que te invocan...
Ten piedad de nosotros

fuente de vida y santidad...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, propicio a perdonar nuestros pecados...
Ten piedad de nosotros

saturado por los oprobios de la gente...
Ten piedad de nosotros

quebrantado por nuestros pecados...
Ten piedad de nosotros

obediente hasta la muerte...
Ten piedad de nosotros

atravesado por una lanza...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo...
Ten piedad de nosotros

vida y resurrección nuestra...
Ten piedad de nosotros

paz y reconciliación nuestra...
Ten piedad de nosotros

víctima de los pecadores...
Ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan...
Ten piedad de nosotros

esperanza de los que en ti mueren...
Ten piedad de nosotros

delicia de todos los santos...
Ten piedad de nosotros

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
Perdónanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
Escúchanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...
Ten misericordia de nosotros

¡Jesús, manso y humilde de corazón...,
haced nuestro corazón semejante al vuestro!

Oración final:
Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amantísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dió en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploramos tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias finales:
Todo sea por Vos,
Corazón Sacratísimo de Jesús.

Sagrado Corazón de Jesús,
en Vos confío.

Dulce Corazón de María,
sed nuestra salvación.

San José, ruega por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

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24.1.20

Adoración al Santísimo Sacramento


-· Introducción ·-

Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, aún contra mi propia voluntad. Gracias, Padre mío, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios mío, por Tu inconmensurable compasión que tuvo piedad de mí. La única recompensa que puedo darte en retribución de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor y mi miseria.

Estoy delante Tuyo, Espíritu de Amor, que eres fuego inextinguible y quiero permanecer en tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas, renovarme en el fervor de mi consagración y entregarte mi homenaje de alabanza y adoración.

Jesús bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazón innumerables gracias para mí y para todas las almas, para la Santa Iglesia, tus sacerdotes y religiosos. Permite, oh Jesús, que estos momentos sean verdaderamente momentos de intimidad, momentos de amor en los cuales me sea dado recibir todas las gracias que Tu Corazón divino me tiene reservadas.

Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, nuestra Madre carmelitana, me uno a Ti y te suplico me hagas partícipe de los sentimientos de Tu Corazón Inmaculado.

¡Dios mío! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

-· Oración de Fátima ·-

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.

1.7.19

Salutación al Sagrado Corazón de Jesús


Os saludo, Corazón de mi Jesús, salvadme.
Os saludo, Corazón de mi Creador, perfeccionadme.
Os saludo, Corazón de mi Jesús, perdonadme.
Os saludo, Corazón de mi Padre, gobernadme.
Os saludo, Corazón de mi Esposo, amadme.
Os saludo, Corazón de mi Maestro, enseñadme.
Os saludo, Corazón de mi Pastor, guardadme.
Os saludo, Corazón de mi Jesús Niño, atraedme.
Os saludo, Corazón de Jesús, moribundo en la Cruz, pagad por mí.
Os saludo, Corazón de Jesús, en todos los momentos de la vida, daos a mí.
Os saludo, Corazón de mi Hermano, permaneced en mí.
Os saludo, Corazón caritativo, cumplid Vuestros designios en mí.
Os saludo, Corazón humildísimo, reposad en mí.
Os saludo, Corazón pacientísimo, soportadme.
Os saludo, Corazón pacífico, calmadme.
Os saludo, Corazón bendito, médico y remedio de nuestros males, curadme.
Os saludo, Corazón Jesús, consuelo de los afligidos, consoladme.
Os saludo, Corazón amante, hoguera ardiente, consumidme.
Os saludo, Corazón de eternas bendiciones, llamadme.

3.2.19

A grandes males, grandes socorros


Nuestro Señor Jesucristo ha preparado maravillosamente este doble socorro de luz y fuerza, para los últimos tiempos del mundo, con la revelación y el culto de su Sagrado Corazón.

Escuchemos a su admirable Esposa y Víctima, la bienaventurada Margarita María: "Todos los primeros viernes del mes, -dice-, el Corazón adorable de Jesús se me presentaba más brillante que un sol. Los ardientes rayos de su brillante luz daban de lleno sobre mi corazón".

25.6.19

Salutación al Corazón de Jesús


Salutación inspirada por Nuestro Señor a Santa Matilde, para reparar sus negligencias en el servicio a Dios:

Os saludo, ¡oh Corazón dulcísimo de Jesús, harmonioso instrumento de la Santísima Trinidad! Os saludo, Corazón más dulce que la miel, fuente viva de toda bondad y gracia. Os saludo, Corazón amantísimo de Jesús, noble tesoro de las riquezas de Dios. Mil y mil veces os bendigo y Os saludo en la bondad divina por la cual sois la fuente y el origen de donde brota toda bondad y misericordia.

¡Oh dulce y precioso Corazón de Jesucristo!, por la mutua complacencia que la adorable Trinidad encuentra en sí misma, Os saludo y Os adoro en la abundancia de todas las gracias, que se han derramado y se derramarán sin término sobre las almas santas y devotas, a quienes tantas veces habéis inundado y embriagado en el torrente de Vuestras divinas delicias.

15.10.19

Oraciones jaculatorias con las pequeñas acciones y momentos diarios


Al vestirse:
Cubridme, oh Jesús mío, con los méritos de Vuestro divino Corazón; adornadme con Vuestras tan amables virtudes de la dulzura y de la humildad.

Al peinarse:
Yo quisiera, oh amado Salvador mío, a ejemplo de la Esposa de los Cantares, complacer a Vuestro Corazón con uno de mis cabellos, es decir: con las más pequeñas acciones de este día. Concededme animarlas de un gran amor.

4.8.18

De las virtudes y de los vicios: Dureza de corazón


La Dureza de corazón es un vicio detestable y ruin que va directamente contra la Caridad. ¡Bienaventurado el Misericordioso!, y en cambio, ¡desgraciado el de duro corazón, el que no escucha las quejas del pobre, y el empedernidamente ajeno a toda pena del prójimo!

Muy lejos está de ser todo para todos el duro de corazón; a esta alma infeliz no le conmueven ni las penas ni las alegrías de su hermano, vive reconcentrado en el más frío egoísmo, sin preocuparse más que de su persona.

15.5.18

Diario de Santa Gemma Galgani [26]


Miércoles, 15 de agosto de 1900
En este estado de aridez y de falta de Jesús he durado hasta hoy miércoles.

Desde el viernes no le he vuelto a sentir. El Confesor me asegura que es en castigo de mis pecados o para ver si puedo pasar sin Jesús y estimularme a amarlo todavía más. He estado siempre sola, quiero decir, sin Jesús. El Ángel de la Guarda no me ha dejado ni siquiera un segundo, y no obstante, ¡cuántos defectos y cuántas faltas en su presencia! ¡Dios mío, tened misericordia de mí! He comulgado todos los días, pero Jesús como si no existiera. ¿Querrá Jesús dejarme también sola en una solemnidad tan grande como es ésta? La Comunión la he hecho con algo más de consuelo, pero sin sentir a Jesús. He rogado mucho durante estos días, porque quiero una gracia de Jesús.

11.5.22

Corazón de Jesús: pan que repara



Éste es el Corazón de Jesús que tanto ama a los hombres.

Ahí estás, ofreciendo tu pan que fortalece y da vida. Pan que repara las fuerzas del cuerpo fatigado y del espíritu débil. Sigues ofreciéndonos todo lo mejor, sigues ofreciéndote a ti mismo.

Te presentas con tu cuerpo herido y frágil.

Con tus manos desgastadas por hacer el bien, con tus pies firmes surcados por el cansancio de los caminos andados. Manos y pies heridos, atravesados, rotos. Heridas que son testimonio de tu gran obra de amor y reparación.

Al mismo tiempo veo también un cuerpo vital, fuerte, saludable, nuevo. Porque representas la verdad, el hombre nuevo, el Cristo pascual. En ti se puede contemplar al Dios verdadero; realidad que rompe nuestra historia para devolverla al punto de partida, a la fuente de donde brota el agua viva.

2.6.19

Oración para unirse al Sagrado Corazón de Jesús


Señor mío Jesucristo, quisiera adorar a Vuestro Padre con Vuestro Corazón.

Quisiera amar, dar gracias a Vuestro Padre con Vuestro corazón.

Quisiera reparar la gloria de Vuestro Padre con Vuestro Corazón.

Quisiera servir a Vuestro Padre y aceptar su beneplácito, con Vuestro Corazón.

Quisiera adorar, amar, dar gracias, escuchar a Vuestro divino Espíritu, con Vuestro Corazón.

Quisiera adoraros, amaros, agradeceros, pediros perdón, orar, serviros y seguiros, con Vuestro Corazón.

Quisiera hablar de Vos, haceros conocer, haceros amar, hacer que todos Os dieran gracias y Os sirvieran, con Vuestro Corazón.

Quisiera amar y hacer amar a Vuestra Santísima e Inmaculada Madre, con Vuestro Corazón.

Quisiera amar y servir a las almas, con Vuestro Corazón.

Quisiera amar y practicar la pobreza, la castidad, la obediencia, la mortificación, la humildad, la caridad, la dulzura, la paciencia..., con Vuestro Corazón.

Corazón de Jesús, sed mi corazón.

1.9.19

Acto de desagravio y Consagración solemne al Sagrado Corazón de Jesús


Corazón adorable de Jesús, consumido de amor por los hombres, y devorado de sed por su salvación. ¡Corazón amante y tan poco amado! ¡Corazón tan dulce, tan misericordioso y tierno! ¡Permitid que en este día mil veces bendito, me postre humildemente delante de Vos, y os desagravie y honre solemnemente en mi nombre, y en el de todas las almas consagradas a vuestro sagrado Corazón por los ultrajes, irreverencias, profanaciones y sacrilegios cometidos contra este adorable Sacramento del Altar.

Perdón, Señor, perdón por el olvido e ingratitud de los hombres, por el abandono e indiferencia con que pagamos vuestro inmenso amor. Olvidad nuestras innumerables faltas, abrid vuestro Corazón adorable, y dejad que desciendan sobre el nuestro ríos de gracia, de misericordia y de perdón.