Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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6.8.19

Cántico ante el Santísimo



Latín:

Ave verum Corpus natum
de Maria Virgine,
Vere passum, inmolatum
in Cruce pro homine.

Cuius latus perforatum
unda fluxit cum sanguine;
esto nobis praegustatum
mortis in examine.

¡Oh Iesu dulcis! ¡Oh Iesu pie!
¡Oh Iesu Fili Mariae!


Castellano:

Os saludo, Cuerpo Santo,
Víctima pura, inmolado;
que en la Cruz sacrificado
quisiste padecer tanto.

Dulce Jesús, nuestro encanto,
de tu amante Corazón
brotó nuestra salvación.

Jesús, Hijo de María,
en la postrera agonía
válganos tu redención.


Latín:
O Cor, amoris victima,
caeli perenne gaudium,
mortalium solatium,
mortalium spes ultima.

Cor dulce Cor amabile,
amore nostri languidum
amore nostri saucium,
fac sis mihi placabile.


Castellano:

Oh Corazón muy amado,
dulce alegría del cielo,
del mortal dicha y consuelo,
víctima de amor llagado.

Por nosotros traspasado
en la Cruz quieres estar,
para los nuestros robar.

Corazón que languidece
y por nosotros padece,
déjate, pues, hablandar.

8.7.19

Oración de San Cayetano (con indulgencias)


Mirad, Señor, desde Vuestro santuario, y desde la altura de los cielos en que habitáis, y ved esta Hostia santísima que Os ofrece nuestro gran Pontífice Vuestro Hijo Jesucristo, por los pecados de sus hermanos. ¡Ah!, dejaos ablandar, y perdonad la multitud de nuestros crímenes.

Ved que la voz de la sangre de Jesús, nuestro hermano, clama a Vos desde lo alto de la Cruz. Escuchadla, Señor, y aplacad Vuestro enojo; mirad y obrad sin tardanza por la atención a Vos mismo, oh Dios mío, y porque Vuestro nombre ha sido invocado sobre Vuestro Pueblo la Iglesia. Tratadnos, pues, según Vuestra gran misericordia.

(Recitada de rodillas y delante del Santísimo Sacramento, esta oración tiene 100 días de indulgencia una vez al día. Indulgencia plenaria el primer jueves de cada mes, con las condiciones ordinarias. 7 años y 7 cuarentenas los demás jueves del año, bajo las mismas condiciones).

4.7.19

Unión a Jesús Inmolado


Oh dulce Jesús mío, único amor de mi corazón, suave tormento de mi alma y martirio grato de mi cuerpo. La única gracia que Os pido para honrar Vuestro estado de hostia en el Santísimo Sacramento es que viva y muera yo víctima de Vuestro Corazón sagrado, por una amarga repugnancia de todo lo que no sois Vos; víctima de Vuestra santa alma, por todas las angustias de que es capaz la mía; víctima de Vuestro Cuerpo, tanto por la separación de todo lo que puede satisfacer al mío, cuanto por el odio de una carne criminal y maldecida.

Amén.

(Santa Margaria María).

1.7.19

Salutación al Sagrado Corazón de Jesús


Os saludo, Corazón de mi Jesús, salvadme.
Os saludo, Corazón de mi Creador, perfeccionadme.
Os saludo, Corazón de mi Jesús, perdonadme.
Os saludo, Corazón de mi Padre, gobernadme.
Os saludo, Corazón de mi Esposo, amadme.
Os saludo, Corazón de mi Maestro, enseñadme.
Os saludo, Corazón de mi Pastor, guardadme.
Os saludo, Corazón de mi Jesús Niño, atraedme.
Os saludo, Corazón de Jesús, moribundo en la Cruz, pagad por mí.
Os saludo, Corazón de Jesús, en todos los momentos de la vida, daos a mí.
Os saludo, Corazón de mi Hermano, permaneced en mí.
Os saludo, Corazón caritativo, cumplid Vuestros designios en mí.
Os saludo, Corazón humildísimo, reposad en mí.
Os saludo, Corazón pacientísimo, soportadme.
Os saludo, Corazón pacífico, calmadme.
Os saludo, Corazón bendito, médico y remedio de nuestros males, curadme.
Os saludo, Corazón Jesús, consuelo de los afligidos, consoladme.
Os saludo, Corazón amante, hoguera ardiente, consumidme.
Os saludo, Corazón de eternas bendiciones, llamadme.

29.6.19

Afectuosas salutaciones a nuestro Señor


(Afectuosas salutaciones de Santa Gertrudis a Jesús, blasfemado en su pasión).

["A cualquiera, dijo Nuestro Señor a Santa Gertrudis, que me haya saludado con un afecto semejante para desagraviarme de las blasfemias proferidas contra mí, yo me mostraré para con él en el día del terrible juicio con la misma ternura; y sus enemigos sorprendidos huirán temblando".]

Os saludo, perla vivificante de la nobleza divina;
Os saludo, flor inmortal de la dignidad humana,
¡amantísimo Jesús!,
para reparar las blasfemias e injurias que se Os han prodigado en la tierra.

Os saludo y os bendigo con el afecto y amor de todas las criaturas, tantos millares de veces cuantas son las gotas que derramásteis en Vuestra Pasión;
cuantas heridas habéis contado en vuestro sagrado cuerpo;
cuantos golpes, bofetadas y malos tratos habéis recibido.

Os bendigo y Os saludo, oh dulcísimo Jesús,
tantos millares de veces cuantas habéis suspirado,
derramado lágrimas y sufrido dolores.

Os bendigo y Os saludo tantos millares de veces, cuantos actos de virtudes habéis practicado,
cuantos ardientes deseos habéis tenido de la salvación de los hombres,
cuantas miradas habéis dirigido a Vuestra Madre y amigos.

Os alabo y Os saludo tantas veces cuantas habéis caído en el camino del Calvario,
cuantas son las que habéis desfallecido y movido pies y manos.

Os bendigo y Os saludo, oh dulcísimo Jesús,
tantos millares de veces cuantas gotas de sangre habéis sudado,
cuantos pasos dolorosos habéis dado,
cuantos gemidos habéis dirigido a Vuestro Padre por nosotros.

Os bendigo y Os saludo, oh suavísimo Corazón de Jesús,
tantos millares de veces cuantos son los golpes que Os han despedazado en los azotes,
las heridas de las espinas en la coronación,
y las asquerosas salivas que Os afearon.

Os bendigo y Os saludo tantos millares de veces cuantas Os han atado y golpeado,
cuantos son los oprobios con que Os han agobiado,
y las impías salutaciones con que Os han escarnecido.

Os bendigo y Os saludo tantos millares de veces, cuantas acusaciones de falsos testigos y odiosas calumnias habéis sufrido,
y cuantos inicuos juicios Os han condenado.

Y todas estas alabanzas y salutaciones, Os las ofrezco mil y mil veces multiplicadas, y deseo ofrecéroslas a cada hora del día, oh mi buen Jesús, queriendo con todo mi corazón, con toda mi alma, borrar por completo todas las injurias y blasfemias con que tan indignamente Os han ofendido a Vos, mi dulcísimo Redentor, suplicándoos no desechéis el deseo de esta Vuestra pobre criatura, sino que Os sea agradable y lo aceptéis favorablemente, según Vuestra paternal bondad.

Así sea.

25.6.19

Salutación al Corazón de Jesús


Salutación inspirada por Nuestro Señor a Santa Matilde, para reparar sus negligencias en el servicio a Dios:

Os saludo, ¡oh Corazón dulcísimo de Jesús, harmonioso instrumento de la Santísima Trinidad! Os saludo, Corazón más dulce que la miel, fuente viva de toda bondad y gracia. Os saludo, Corazón amantísimo de Jesús, noble tesoro de las riquezas de Dios. Mil y mil veces os bendigo y Os saludo en la bondad divina por la cual sois la fuente y el origen de donde brota toda bondad y misericordia.

¡Oh dulce y precioso Corazón de Jesucristo!, por la mutua complacencia que la adorable Trinidad encuentra en sí misma, Os saludo y Os adoro en la abundancia de todas las gracias, que se han derramado y se derramarán sin término sobre las almas santas y devotas, a quienes tantas veces habéis inundado y embriagado en el torrente de Vuestras divinas delicias.

21.6.19

Jaculatoria al Sagrado Corazón de Jesús


Alabado, adorado, amado y tiernamente correspondido sea en todo momento el Corazón Eucarístico de Jesús en todos los Tabernáculos del mundo, hasta la consumación de los siglos. Así sea.

(100 días de indulgencia, una vez al día).

16.6.19

Visita al Santísimo Sacramento


["Cuanto estemos delante del Santísimo Sacramento, en lugar de mirar a nuestro derredor, cerremos los ojos y abramos el corazón, así el Dios de bondad nos abrirá el suyo. Iremos a Él, y Él vendrá a nosotros, el uno para pedir, el otro para recibir, lo cual vendrá a ser como una santa insuflación del uno al otro". San Juan Bautista María Vianney, Cura de Ars].

Señor mío Jesucristo, que por el amor que tenéis a los hombres, estáis de noche y de día en el Santísimo Sacramento lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a todos los que vienen a visitaros: yo creo que estáis presente en el Sacramento del Altar; os adoro desde el abismo de mi nada, y os doy gracias por todas las mercedes que me habéis hecho, especialmente por haberme dado en este Sacramento vuestro Cuerpo, vuestra Sangre, vuestra Alma y vuestra Divinidad; por haberme concedido por mi Abogada a vuestra Santísima Madre la Virgen María, y haberme ahora llamado a visitaros en este lugar santo.

Adoro a vuestro amantísimo Corazón, y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en agradecimiento de esta preciosa dádiva; el segundo, para desagraviaros de todas las injurias que habéis recibido de vuestros enemigos en ese Sacramento; y el tercero porque deseo en esta visita adoraros en todos los lugares de la tierra, donde estáis sacramentado con menos culto y más desprecio.

¡Jesús mío!, os amo con todo mi corazón; pésame de haber tantas veces ofendido en el pasado a vuestra infinita bondad, por lo que os ruego que me muera antes que ofenderos, y propongo, ayudado de vuestra gracia, enmendarme en lo venidero; y ahora, miserable como soy, me consagro todo a Vos, y entrego y resigno en vuestras divinas manos mi voluntad, afectos, deseos y todo cuanto soy y puedo. Haced, Señor, de mí todo lo que os agrade: lo que yo quiero y lo que os pido es vuestro santo amor, la perfecta obediencia a vuestra santísima voluntad, y la perseverancia final.

Os recomiendo las ánimas del purgatorio, especialmente las más devotas del Santísimo Sacramento y de Santa María del Carmelo, y os ruego también por todos los pecadores. Amado Salvador mío, uno todos mis afectos y deseos con los de vuestro amorosísimo Corazón, y así unidos los ofrezco a vuestro Eterno Padre, y por el amor que os tiene, le pido en vuestro nombre que los oiga y reciba favorablemente.

Amén.

San Alfonso María de Ligorio.

(300 días de indulgencia cada vez que se rece delante del Santísimo Sacramento. Indulgencia plenaria una vez al mes, si se ha rezado todos los días).