Nuestro Señor Jesucristo ha preparado maravillosamente este doble socorro de luz y fuerza, para los últimos tiempos del mundo, con la revelación y el culto de su Sagrado Corazón.
Escuchemos a su admirable Esposa y Víctima, la bienaventurada Margarita María: "Todos los primeros viernes del mes, -dice-, el Corazón adorable de Jesús se me presentaba más brillante que un sol. Los ardientes rayos de su brillante luz daban de lleno sobre mi corazón".