Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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17.8.17

La venerable Catalina de Cardona (o la española "Francisco de Asís" ignorada)


Ya hemos hablado en otras ocasiones de Catalina de Cardona, una ermitaña que decidió salir de su vida acomodada para vivir en la más absoluta soledad en una ermita. Si esta virgen que decidió retirarse de su vida opulenta a la soledad y pobreza, renunciando a todo y eligiendo a la miseria por compañera, hubiera vivido en tiempos de Asís en Italia, o fuese hombre, probablemente fuese tan admirada como el mismo San Francisco. De hecho, ni tan siquiera es considerada beata (su título actual es de venerable) por la Iglesia. Se cuenta que en una ocasión en que las puertas del palacio donde vivía estaban cerradas, perseveraba orando para que Dios la liberase del demonio, el mundo, y la carne. Estando en esta oración, vio que la cruz que al cuello solía llevar se quedaba suspendida en el aire, y dándole la espalda a ella, se fue hacia la ventana mientras Catalina oía una voz que le decía: "sígueme".

Ella se puso en pie, y de improviso se vio en la calle, sin saber cómo había llegado allí porque la ventana de su estancia estaba cerrada, y tenía rejas. Se dirigió hacia unos ermitaños que conocía (el padre Piña), y tras conocer el episodio de su huida, le cortaron los cabellos, le pusieron un hábito de ermitaño, a lo cual ella clamó:

"No más flaquezas, no más miedos: esta es voluntad de la mano del Excelso: esperemos, pues, en Él, corazón mío, lo que falta, no me dejará en el mayor aprieto". Conviene no olvidar que en aquellos tiempos que una mujer hiciera vida de ermitaña era algo inusual, se pensaba que no estaba hecha para ellas ese tipo de sacrificios porque su naturaleza "más débil" no podría sobrellevarla. Por eso, muchas de las que querían tener una vida retirada se hacían monjas o religiosas en conventos, para vivir en comunidad, y los solitarios eran, la gran mayoría, hombres.

8.8.17

Vida de ermitaño: de la importancia de huir de la ociosidad


Acabadas las tareas del rezo y sacrificio, y determinadas horas de oración y contemplación, así como alguna lectura de libros devotos, es muy del caso la persuasión de los antiguos monjes a las labores manuales. En efecto, porque la ociosidad es uno de los vicios en los que más se aprovecha el enemigo de nuestra salvación.

El gran Casiano refiere del Abad Paulo, célebre entre los solitarios de aquellos tiempos, que ocupaba las horas de ocio en recoger hojas de palmas para formar espuertillas, y al cabo del año pegaba fuego a sus tareas, para tener motivo de volver a rehacerlas. Y da la razón de esta actitud el santo monje: "probans sine opere manun neque in locum posse monachun perdurare; nec ad perfectionis culmen aliquando trascendere: et cum hoc fieri nequaquam necesitas victus erigeret; pro sola purgatino cordis, et cogitationum soliditate, ac perseverantia cellae, vel accediae ipsius victoria, et expugnatione perfiere". Dando a entender, que no siendo la necesidad del sustento cotidiano la que le hacia solícito en estas tareas, trabajaba en ellas solo para poder perseverar constante en tanto retiro, purgar en esta vida los defectos, y purificar el corazón de los malos gustos contraídos.

21.8.23

Anotaciones importantes sobre el Eremitorio Carmelitano



- ¿Qué es el Eremitarum Beatissimae Mater et Decor Carmeli?
Es un lugar no físico, en donde se pueden encontrar ermitaños de todo tipo, de todo el mundo, provenientes de toda escala social y de cualquier país, con diferentes carismas y distintas vocaciones, y de diferente rama, tanto urbanos, como independientes como de cualquier otra índole. Es un lugar abierto a todo aquel que sienta la llamada de la soledad, del apartarse del mundo (aún estando en el mundo), de la escucha de la Palabra y/o del aislamiento, reclusión o del silencio. Incluso aún entre el ruido de las grandes ciudades o de las prisas diarias. La gracia de Dios ayudará a cualquiera que tenga esta vocación y sienta esta llamada, por muy desfavorables que sean las condiciones. El Señor siempre nos encuentra el camino, y con Él nunca se pierde el rumbo.

- ¿Bajo qué premisas, reglas o normas de conducta se rige el Eremitarum Beatissimae Mater et Decor Carmeli?
La Regla de Vida dependerá de cada caso, y de cada anacoreta en particular. Unos pueden basarse en la Regla del Eremetismo Independiente, otros en los diferentes estatutos existentes (como los Estatutos del Ermitaño de la Diócesis de Tarragona), en la Regla de Vida Primitiva de la Orden del Carmelo, etc. Otros, en la que le haya sugerido su director espiritual, su Orden, o su superior religioso.

27.4.17

San Nicolás de Tolentino, abogado de las almas del purgatorio


"Obra santa y piadosa es orar por los difuntos, para que descansen de sus penas". (2 Macab.).

"La devoción a la memoria de los muertos es una de las más bellas expresiones del sentimiento católico". Papa Juan XXIII.

"Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos (...) es una costumbre observada en el mundo entero. Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios". San Isidoro de Sevilla. Sobre los oficios eclesiásticos, 1.

"Debemos ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible sería quien no auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a un amigo que esta en el purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las de allí". Santo Tomás de Aquino. Sobre el Credo.

El nombre Nicolás significa: "Victorioso con el pueblo" (Nico = victorioso. Laos = pueblo). El sobrenombre Tolentino le vino de la ciudad italiana donde trabajó y murió. San Nicolás de Tolentino (Sant'Angelo in Pontano; 1245 - Tolentino; 10 de septiembre de 1305) fue un sacerdote, místico católico italiano y el primer santo de la Orden de San Agustín. Es patrono de los bebés, marineros, personas en trance de muerte, almas del purgatorio y de los animales enfermos.

Sus padres después de muchos años de matrimonio no tenían hijos, y para conseguir del cielo la gracia de que les llegara algún heredero, hicieron una peregrinación al santuario de San Nicolás de Bari. Al año siguiente nació este niño y en agradecimiento al santo que les había conseguido el regalo del cielo, le pusieron por nombre Nicolás.

15.1.20

La Virgen me ha protegido desde niño


El Hermano Antonio de María (Urbano Barrientos), Ermitaño de la Virgen del Carmelo, nació en Córdoba (España) el 4 de julio de 1965. El 2 de febrero de 1987 ingresó en los Hermanos Ermitaños de la Virgen del Carmelo en el desierto de Santa María del Carmen de los Arenales y San José, de Hornachuelos. El 3 de febrero de 2006, primer viernes, el Corazón de Jesús vino a buscarlo para darle el premio merecido a su fidelidad y entrega generosa al servicio de nuestra Santa Madre Iglesia.



ORACIÓN (para uso privado)
Oh Jesús, que te dignaste escoger al Hermano Antonio de María, para que imitando la vida oculta de tu Madre en Nazaret brillasen en él de una manera especial la humildad, pobreza y alegría; concédenos que siguiendo su ejemplo, no busquemos más que la Gloria de Dios y la salvación de las almas. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.

Dígnate glorificar a tu siervo Hermano Antonio, alcanzándome la gracia que te pido por su intercesión.


(Pídase la gracia que se desea).

(Padrenuestro, Avemaría, Gloria).



Quienes obtengan algún favor por su intercesión, se ruega lo comuniquen a los Hermanos Ermitaños de la Virgen del Carmelo, 14740, Hornachuelos. Córdoba (España).

5.8.22

Abadía virtual Reina del Carmelo, el lugar de reunión de los eremitas independientes



El movimiento eremítico urbano, independiente o/y de votos personales, posee una rica comunidad virtual de ermitaños, ascetas y anacoretas que, bajo el carisma del carmelo, se mantienen en unión a través de la Abadía Reina del Carmelo, a la cual pues puedes unirte (y salir cuando desees) a través de nuestro Grupo en Google.

Dado que este tipo de movimientos de personas con inquietudes religiosas que desean vivir más intensamente su vocación en un clima más austero, entre esta sociedad descreída y desorientada de hoy, son por su propia esencia muy solitarios y aislados, el ofrecer una comunidad de herman@s que pueda unirlos en un eremitorio aunque sea virtual -aprovechando para ello las nuevas tecnologías-, es una ventaja que ofrece innegables beneficios.

8.2.23

"Subida al Monte Carmelo", de San Juan de la Cruz, actualizada (146)



CAPÍTULO 42.
Las tres diferencias de lugares devotos y cómo debe disponerse en ellos la voluntad.


1. Tres maneras de lugares hallo por medio de los cuales suele Dios mover la voluntad a devoción.
La primera es algunas disposiciones de tierras y sitios, que con la agradable apariencia de sus diferencias, ahora en disposición de tierra, ahora de árboles, ahora de solitaria quietud, despiertan la devoción de manera natural. Y de esto es cosa provechosa usar, para luego dirigir a Dios la voluntad en olvido de los dichos lugares, así como para ir al fin conviene no detenerse en el medio y en lo accidental más de lo que es suficiente y necesario. Porque, si procuran recrear el apetito y sacar fruto sensitivo de esos lugares, antes hallarán sequedad de espíritu y distracción espiritual, ya que la satisfacción y néctar espiritual no se halla sino en el recogimiento interior.

2. Por tanto, estando en ese tal lugar, olvidados del sitio en particular han de procurar estar en su interior con Dios, como si no estuviesen en el tal lugar. Porque si se andan al sabor y gusto del lugar, de aquí para allí, más es buscar recreación sensitiva e inestabilidad de ánimo que sosiego espiritual.
Así lo hacían los anacoretas y otros santos ermitaños, que en los anchísimos y graciosísimos desiertos escogían el mínimo lugar que les podía bastar, edificando estrechísimas celdas y cuevas y encerrándose allí. En sitios así estuvo san Benito tres años, y otro, que fue san Simón, se ató con una cuerda para no alcanzar más ni andar más que lo que la extensión de la cuerda le diese, y de esta manera muchos otros ermitaños y devotos, que nunca acabaríamos de contar. Porque entendían muy bien aquellos santos que si no apagaban el apetito y codicia de buscar hallar el gusto y el simple sabor espiritual, no podían llegar a ser espirituales.

3. La segunda manera es más personal, porque es de algunos lugares -da lo mismo esos desiertos que acabamos de mencionar, que otros cualesquiera-, donde Dios suele hacer algunas gracias espirituales muy sabrosas a algunas personas en especial, de manera que ordinariamente queda inclinado el corazón de aquella persona, que recibió allí aquel tocamiento o merced, a aquel lugar donde la recibió, y a veces le vienen también algunos grandes deseos y ansias de ir a aquel lugar. Aunque cuando van no hallan como antes, porque no está en su mano encontrar lo mismo (ya que estas gracias las hace Dios cuándo y cómo y dónde quiere, sin estar sujeto a lugar ni a tiempo, ni a albedrío de a quien las hace).
Pero todavía es bueno ir, siempre y cuando se vaya uno desnudo del apetito de propiedad, a orar allí algunas veces, por tres cosas: la primera porque, aunque como decimos, Dios no está atenido a lugar, parece quiso allí Dios ser alabado de aquella alma, haciendola allí aquella merced. La segunda, porque más se acuerda el alma de agradecer a Dios lo que allí recibió. La tercera, porque todavía se despierta mucho más la devoción allí con aquella memoria.

4. Por estas cosas debe ir, y no por pensar que está Dios atado a hacerle allí mercedes, de manera que no pueda acudir a donde quiera, porque más decente lugar es el alma y más propio para Dios que ningún lugar corporal. De esta manera leemos en la sagrada Escritura que hizo Abraham un altar en el mismo lugar donde se le apareció Dios, e invocó allí su santo nombre, y que después, viniendo de Egipto, volvió por el mismo camino donde se le había aparecido Dios, y volvió a invocar a Dios allí en el mismo altar que había edificado (Gn. 12, 8, y 13, 4). También Jacob señaló el lugar donde se le apareció Dios estribando en aquella escala, levantando allí una piedra ungida con óleo (Gn. 28, 13­18). Y Agar puso nombre al lugar donde se le apareció el ángel, estimando mucho aquel lugar, diciendo: "Por cierto que aquí he visto las espaldas del que me ve" (Gn. 16, 3).

5. La tercera manera es algunos lugares particulares que elige Dios para ser allí invocado, así como el monte Sinaí, donde dio Dios la ley a Moises (Ex. 24, 12), y el lugar que señaló a Abraham para que sacrificase a su hijo (Gn. 22, 2), y también el monte Horeb, donde se apareció a nuestro padre Elías (3 Re. 19, 8), y el lugar que dedicó san Miguel para su servicio, que es el monte Gargano, apareciendo al obispo sipontino (obispo de Siponto -hoy Manfredonia-, Lorenzo Maiorano), y diciendo que él era guarda de aquel lugar, para que allí se dedicase a Dios un oratorio en memoria de los ángeles; y la gloriosa Virgen escogió en Roma, con singular señal de nieve, lugar para el templo que quiso edificase Patricio, de su nombre.

6. La causa por la que Dios escoje estos lugares más que otros para ser alabado es algo que sólo Él lo sabe. Lo que a nosotros conviene saber es que todo es para nuestro provecho y para oír nuestras oraciones en ellos y donde quiera que con entera fe le rogásemos, aunque en los que están dedicados a su servicio hay mucha más ocasión de ser oídos en ellos, por tenerlos la Iglesia señalados y dedicados para esto.


29.3.22

Recomendación de un alma antes de expirar



RECOMENDACIÓN DEL ALMA

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
- Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Santa María.
- Ruega por nosotros.

Todos los Santos Ángeles y Arcángeles,
- rogad por nosotros.

San Abel,
- ruega por nosotros.

Todos los coros de los justos,
- rogad por nosotros.

San Abraham,
- ruega por nosotros.

San Juan Bautista,
- ruega por nosotros.

San José,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Patriarcas y Profetas,
- rogad por nosotros.

San Pedro,
- ruega por nosotros.

San Pablo,
- ruega por nosotros.

San Andrés,
- ruega por nosotros.

San Juan,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas,
- rogad por nosotros.

Todos los Santos Discípulos del Señor,
- rogad por nosotros.

Todos los Santos Inocentes,
- rogad por nosotros.

San Esteban,
- ruega por nosotros.

San Lorenzo,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Mártires,
- rogad por nosotros.

San Silvestre,
- ruega por nosotros.

San Gregorio,
- ruega por nosotros.

San Agustín,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Pontífices y Confesores,
- rogad por nosotros.

San Benito,
- ruega por nosotros.

San Francisco,
- ruega por nosotros.

San Camilo,
- ruega por nosotros.

San Juan,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Monjes y Ermitaños,
- rogad por nosotros.

Santa María Magdalena,
- ruega por nosotros.

Santa Lucía,
- ruega por nosotros.

Todas las Santas Vírgenes y Viudas,
- rogad por nosotros

Todos los Santos y Santas de Dios
- interceded por él.

Sedle propicio,
- perdónale, Señor.

Sedle propicio,
- óyele, Señor.

Sedle propicio,
- líbrale, Señor.

De tu ira,
- líbrale, Señor.

De los peligros de la muerte,
- líbrale, Señor.

De una mala muerte,
- líbrale, Señor.

De las penas del infierno,
- líbrale, Señor.

De todo mal,
- líbrale, Señor.

Del poder del demonio,
- líbrale, Señor.

Por tu natividad,
- líbrale, Señor.

Por tu cruz y pasión,
- líbrale, Señor.

Por tu muerte y sepultura,
- líbrale, Señor.

Por tu gloriosa resurrección,
- líbrale, Señor.

Por tu admirable ascensión,
- líbrale, Señor.

Por la gracia del Espíritu Santo consolador,
- líbrale, Señor.

En el día del juicio,
- líbrale, Señor.

Nosotros, pecadores,
- te rogamos que nos oigas.

Que le perdones,
- te rogamos que nos oigas.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
- Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.


Oración:
Sal, alma cristiana, de este mundo en nombre de Dios Padre omnipotente que te creó; en nombre de Jesucristo Hijo de Dios vivo, que por ti padeció; en nombre del Espíritu Santo, cuya gracia se derramó sobre ti; en nombre de la gloriosa y santa Virgen y Madre de Dios, María;

en nombre de los Ángeles y Arcángeles;

en nombre de los Tronos y Dominaciones;

en nombre de los Principados y Potestades;

en nombre de los Querubines y Serafines;

en nombre de los Patriarcas y Profetas,

en nombre de los Santos Apóstoles y Evangelistas;

en nombre de los santos Mártires y Confesores;

en nombre de los santos Monjes y Ermitaños;

en nombre de las santas Vírgenes y de todos los Santos y Santas de Dios;

descansa hoy en paz y habita en la Santa Sión. Amén.


Oración:
Dios Misericordiosísimo, Dios clemente, Dios que por vuestra gran misericordia borráis los pecados de los penitentes y perdonáis las culpas de los delitos pasados, mirad con benignidad a este vuestro siervo [o sierva, se dice el nombre del moribundo], y oíd sus súplicas, con las cuales confesándoos de todo corazón, os pide el perdón de todos sus pecados. Renovad en él, Padre piadosísimo, todo lo que esté corrompido por terrena fragilidad, o todo lo que esté violado por engaño diabólico, y como miembro que es de vuestra redención, unidlo con el cuerpo de vuestra Iglesia, Señor; tened piedad de sus gemidos, tened misericordia de sus lágrimas, y como no tiene más confianza que en vuestra misericordia, admitidlo en vuestra santa reconciliación.

Por Cristo nuestro Señor. Amén.


Oración de tránsito:
Te encomiendo, carísimo hermano, a Dios omnipotente; te entrego al mismo que te creó, para que después que hayas pagado con la muerte la deuda común de los hombres, vuelvas a tu Creador, que te formó del barro de la tierra. Cuando tu alma se separe del cuerpo,

salgan a su encuentro las espléndidas jerarquías de los Ángeles;

vengan a encontrarte el senado de los Apóstoles, nuestros jueces;

salga a recibirte el triunfante ejército de los generosos Mártires;

se ponga alrededor de ti la florida multitud de los Confesores;

te reciba el jubiloso coro de las Vírgenes;

y en el seno del feliz descanso, te abracen estrechamente los Patriarcas.

La Santa Madre de Dios, nuestra Señora del Carmelo, vuelva benigna a ti sus ojos. Benigno y placentero también te sea manifestado el rostro de nuestro amado Señor Jesucristo, que mande colocarte en el número de los que continuamente asisten en su presencia. Nada experimentes de cuanto horroriza en las tinieblas, de cuanto rechina en las llamas, ni de cuanto aflige en los tormentos. Retírase y sea rendido el ferocísimo Satanás con sus ministros; a tu llegada al juicio, viéndote acompañado de los Ángeles, estremézcase y huya al horrible caos de la noche eterna. Levántese Dios, y sean disipados sus enemigos, huyendo de sus persencia los que le aborrecieron. Desvanézcanse como el humo, como la cera se derrite al fuego, así perezcan los pecadores a la vista de Dios Eterno, y los justos se alegren como en un convite en la presencia de Dios.

Sean, pues, confundidas y avergonzadas todas las legiones infernales, y los ministros de Satanás no se atrevan a impedirte tu camino hacia la gloria celestial. Jesucristo te libre de la muerte eterna, que se dignó morir por ti. Te lleve Nuestro Señor Jesucristo, hijo de Dios vivo, a los vergeles siempre amenos del paraíso, y como verdadero pastor, te reconozca entre sus ovejas. Él te absuelva de todos tus pecados, y te coloque a su diestra en la suerte de los escogidos. Veas cara a cara a tu Redentor, y estando siempre en su presencia, mires con dichosos ojos la verdad manifiesta. Establecido entre el ejército de los Bienaventurados, goces de la dulzura de la contemplación divina por los siglos de los siglos. Amén.


Preces:
Recibid, Señor, a vuestro siervo en estado de poder esperar su salvación de vuestra misericordia.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo de todos los peligros del infierno, y de los lazos de las penas, y de todas las tribulaciones.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librásteis a Henoc y a Elías de la muerte común del mundo.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librásteis a Noé del diluvio.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librásteis a Abraham de la ciudad de Ur en la Caldea.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a Job de sus tribulaciones.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a Isaac de ser ofrecido en sacrificio por manos de su padre Abraham.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a Lot de los sodomitas y del incendio de aquella ciudad.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a Moisés de las manos del faraón, rey de los egipcios.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a Daniel del foso de los leones.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a los tres jóvenes del horno del fuego ardiente y de las manos de un rey inicuo.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a Susana de un falso testimonio.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a David de las manos del rey Saúl, y de las manos de Goliat.
- Amén.

Librad, Señor, el alma de vuestro siervo, como librasteis a San Pedro y a San Pablo de las cárceles.
- Amén.

Y así como librasteis a la virgen y mártir Santa Tecla de tres tormentos muy atroces, así también dignaos librar el alma de este vuestro siervo y haced que goce con Vos de los bienes celestiales.
- Amén.


Oración de encomendación:
Os encomendamos, Señor, el alma de vuestro siervo [se dice el nombre], y os suplicamos, Señor Jesucristo, salvador del mundo, que pues por ella, movido de vuestra misericordia, vinisteis al mundo, no le neguéis la entrada en el lugar de vuestros Patriarcas. Reconoced, Señor, esta obra vuestra, no hecha por dioses extraños, sino por Vos, que sois el sólo Dios vivo y verdadero; porque no hay otro Dios más que Vos, ni que llegue a vuestras obras. Llenad, Señor, de alegría a su alma en vuestra presencia, y olvidad sus pasadas iniquidades y los excesos a que le llevaron el furor y la fiebre de los malos deseos; porque, aunque haya pecado, nunca negó al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu Santo, antes bien, creyó, tuvo celo de la honra de Dios, y adoró con fidelidad al sólo Dios que hizo todas la cosas.


Oración de súplica:
Os suplicamos, Señor, que olvidéis los delitos de su juventud y sus pecados de ignorancia, y que por vuestra gran miserocordia, os acordéis de él en vuestra clarísima gloria.

Sean abiertos para él los cielos, alégrense con él los Ángeles. Recibid, Señor, en vuestro reino a vuestro siervo. Recíbalo el arcángel de Dios, San Miguel, que mereció el principado del celestial ejército. Salgan a su encuentro los santos Ángeles de Dios para llevarlo a la santa ciudad de la celestial Jerusalén. Recíbale San Pedro Apóstol, a quien Dios entregó las llaves del reino celestial. Sea asistido por San Pablo Apóstol, que mereció ser vaso de elección. Interceda por él San Juan Apóstol, escogido de Dios, a quien fueron revelados los celestiales misterios. Rueguen por él todos los santos Apóstoles, a los cuales dió el Señor el poder de atar y desatar. Pidan por él todos los Santos y escogidos de Dios, los cuales padecieron tormentos en esta vida por el nombre de Jesucristo, para que, libre de los lazos del cuerpo, merezca llegar a la gloria del reino celestial.

Por nuestro Señor Jesucristo, que siendo Dios, vive y reina con el Padre y con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


Oración a Nuestra Señora:
Que la clementísima Virgen Madre de Dios, María, piadosísima Consoladora de los afligidos, encomiende a su Hijo el alma de este su siervo [se dice el nombre del moribundo] para que, por su maternal intercesión, no tema los terrores de la muerte, sino que acompañada por ella penetre alegre en la deseada mansión de la patria celestial. Amén.


Nota: Si dura la agonía, se dicen otras oraciones del ritual, o se lee la pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan, o se reza el rosario entre los presentes, o se dicen al enfermo sin cansarle algunas jaculatorias, y se le da a besar algunas veces el crucifijo.


Al expirar:
Nota: Procuren todos los presentes de rodillas orar con fervor. Si se puede, el moribundo diga tres veces: "¡Jesús! ¡Jesús! ¡Jesús!". Y si él no puede, lo puede decir con clara voz el sacerdote o algunas de las personas presentes. También, si se prefiere, se puede decir al oído del enfermo algunas (o todas) de las siguientes súplicas:

- En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

- Señor mío Jesucristo, recibe mi alma.

- Santa Madre del Carmelo, ruega por mí María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndeme del enemigo y recógeme en la hora de mi muerte.


Oraciones cuando ya ha expirado:
Bajad, Santos de Dios, salid al paso, Ángeles del Señor,

- para recoger su alma

para presentarla en la presencia del Altísimo.

Cristo te recoja, que te ha llamado y te lleven al seno de Abraham los ángeles,

- para recoger tu alma,

para presentarla en la presencia del Altísimo.

Dale, Señor, el descanso eterno, y brille para él la luz eterna,

- para presentarla en la presencia del Altísimo.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
- Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

[ Ahora se reza un Padrenuestro ]

Dale, Señor, el descanso eterno,
- y la luz eterna brille sobre él.

De la puerta del infierno,

- libra, Señor, su alma.

Señor, oye mi oración,

- y llegue a ti mi clamor.

El Señor esté con vosotros,

- y con tu espíritu.


Oración final:
Señor, te encomendamos el alma de tu siervo [se dice el nombre], para que muerto al mundo, viva ya para ti, y los pecados que por fragilidad de la carne humana cometió, límpialos tú con el perdón de tu misericordiosísima piedad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Descanse en paz.

Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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25.3.22

Consejos para enfermos y moribundos y Recomendación del alma



No te pongas en manos de curanderos si caes enfermo, avisa al médico. Si la enfermedad es de notoria índole, avisa también al párroco, o algún sacerdote, para que te dé la bendición de enfermos.

Acude sobre todo a Dios; pídele la salud, y pídele perdón de tus pecados. Dios y el médico te pueden dar la salud. Dios, por lo general, no te la dará sin el concurso de médicos y remedios de tu parte. El médico sólo tampoco puede, si Dios no quiere. Pídele a Dios que le dé acierto y destreza. El obedecer al médico es virtud y prudencia.

15.7.17

Inspiradora del Carmelo


Letanías de nuestra señora la Virgen del Monte Carmelo:
Inspiradora del Carmelo.


El carmelo toma su nombre del Mount Carmel ("Monte Carmelo"), un lugar de recogimiento que desde tiempos antiguos era un sitio de refugio para los monjes y religiosos que buscaban y anhelaban una vida más íntima y cercana con Dios. ¿Qué mejor advocación, por lo tanto, para nuestra Santa Madre que es refugio del cristiano?

Ella no solo fue la que sostenía a los monjes de antaño en su vida ascética sino que, luego, fue la que con su intervención logró no solo hacer sobrevivir a los carmelitas y su comunidad religiosa, sino que dio impulso y vigor a su forma de vida inculcándole su carisma y dándole la prenda de su manto carmelitano, como protección segura para el tránsito a la otra vida.

28.3.22

El testimonio de una ermitaña



Muchos nos estáis escribiendo, realizando consultas principalmente sobre el movimiento eremítico. Antes de decidir y tomar esa opción de vida a veces es bueno tomarse un periodo de reflexión, no solo escoger dónde encajas, sino (y mucho más importante que nuestras preferencias individuales), dónde te quiere Dios.

Por ello, tal vez el testimonio de una de estas mujeres ermitañas os sea de ayuda y os ilumine en vuestra particular y personal respuesta a esa vocación.

| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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17.12.23

Homenaje para el día de Todos los Santos



Oración inicial:
Señor Dios mío, dignaos permitirme -a pesar de mi indignidad- que en este señalado día en que la Iglesia militante os rinde acciones de gracias por la felicidad de la Iglesia triunfante, se asocie mi humilde voz a todas las que os glorifican y bendicen, honrando la memoria de vuestros santos.

Ellos, Señor, son los dignos modelos que, como imágenes suyas, nos dejó en la tierra vuestro divino Hijo.

Ellos contemplan, dichosos para siempre, la gloria de aquel Glorioso Maestro, cuyas lecciones practicaron, cuyas huellas siguieron, cuya gracia patentizaron a vista del mundo con la santidad de su vida, y hoy reinan con Él en vuestra mansión dichosa, intercediendo por los hermanos que aún combatimos y sufrimos en este valle de lágrimas.

Reciba, pues, vuestra misericordia, con esos ruegos que os dirige su depurada caridad, los que osamos pronunciar bajo su amparo, nosotros pobres pecadores, que al hacer memoria de los triunfos que concedísteis a tantos campeones de Jesucristo, os pedimos rendidamente que, en virtud de los méritos del mismo Redentor nuestro, nos dispenséis la gracia de que acertemos a honrar a sus bienaventurados servidores con la imitación constante de sus virtudes.

Amén.

23.1.23

¿Quién es Dios (para ti)?



Hay personas que tienen una idea de Dios totalmente tergiversada, promovida por las ideas del mundo. Se piensan que Dios, la religión, es una práctica, algo que cumplir cada domingo al ir a misa o cada día para hacer alguna bendición o alguna oración, o para rezar de corrido el rosario. Tienen una idea de Dios amoldada a los cánones de este siglo, y acuden a la iglesia como quien acude a un cine, a un restaurante o sale a bailar. Es simplemente "una actividad más".

Internet está lleno de predicadores que con más o menos atino tratan de hacer ver y mostrar "que Dios existe". Muchos ponen en letras llamativas de neón y con colores luminosos en sus vídeos un "¡Dios existe!", como si hubiera que hacerlo patente, que dar pruebas de su existencia para convencer. Y llenan sus exposiciones de máximas y de trozos de la Biblia, de historias y de reflexiones, para tratar de convencer de sus ideas, de "su forma" de entender a Dios. Cuando Dios no es "una forma de entender", sino alguien real y que fue predicado, ya hace muchos años, mostrado y presentado, por Jesucristo.

6.11.17

Las dos palabras que siempre debes recordar


Portémonos como huéspedes y peregrinos en la tierra, buscando el Cielo en todo momento, teniendo siempre presente a Nuestro Señor, tomando el camino que transita por la virtud. Y cuando el maligno enemigo nos lo pintare muy dificultoso, nos encontremos afligidos, y fatigados de nuestros continuos trabajos y ejercicios de penitencia, con los cuales nosotros mismos nos vamos labrando, o Dios, con enfermedades, nos labra y esculpe para el edificio del Cielo, o nuestros más allegados con persecuciones y calumnias, pasemos entre todo ello con la memoria de estas dos palabras:

Momento, y Eternidad.

23.11.17

Oración a Nuestra Señora del Carmelo


Oh Virgen Carmelitana, nuestra Santa Madre María, que te dignaste en admitir piadosa, con singular amor, el obsequio de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron los primeros que te edificaron templo en el Monte Carmelo, donde concurrían fervorosos y devotos ermitaños a darte cultos y alabanzas. Te ruego, Señora, me alcances sea mi alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de virtudes, donde su Majestad habite siempre; templo de mi Amado, Adorado y Alabado Señor Jesucristo, sin que jamás le ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno.

Te ruego también al presente consiga lo que, por tu intercesión ante Jesucristo, especialmente te pido (dígase la gracia que se desea alcanzar). Te lo suplico, Señora de los carmelitas, humildemente diciendo:

(decir un Avemaría).

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

18.5.17

El "rosario ermitaño" en detalle


El "rosario ermitaño", "rosario del eremita" o "rosario de los ermitaños" es uno de los rosarios más sencillos y fáciles de transportar. Consiste en una cuerda en donde se encuentran diez nudos, cada uno de los mismos corresponden a diez Avemarías (aunque también puede poseer cuentas hechas con perlas u otros materiales en lugar de nudos). Es, por lo tanto, un rosario decenario, que nos sirve para llevar la cuenta decena por decena.

Antes de los diez nudos o cuentas, existen otras cinco cuentas o cinco nudos, que corresponden a cinco misterios. Su función es la de llevar la cuenta de cada Misterio que estemos rezando, de manera que no perdamos la cuenta de ninguno de ellos.

5.4.22

Letanías de los santos (rogativas)



Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.
- Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.
- Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos.
- Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.
- Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,
- ten misericordia de nosotros.

Dios, Hijo Redentor del mundo,
- ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo,
- ten misericordia de nosotros.

Santa María,
- ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,
- ruega por nosotros.

Santa Virgen de las Vírgenes,
- ruega por nosotros.

San Miguel,
- ruega por nosotros.

San Gabriel,
- ruega por nosotros.

San Rafael,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Ángeles y Arcángeles,
- rogad por nosotros.

Todos los santos coros de Espíritus bienaventurados,
- rogad por nosotros.

San Juan Bautista,
- ruega por nosotros.

San José,
- ruega por nosotros.

Todos los santos Patriarcas y Profetas,
- rogad por nosotros.

San Pedro,
- ruega por nosotros.

San Pablo,
- ruega por nosotros.

San Andrés,
- ruega por nosotros.

Santiago,
- ruega por nosotros.

San Juan,
- ruega por nosotros.

Santo Tomás,
- ruega por nosotros.

San Felipe,
- ruega por nosotros.

San Bartolomé,
- ruega por nosotros.

San Mateo,
- ruega por nosotros.

San Simón,
- ruega por nosotros.

San Tadeo,
- ruega por nosotros.

San Matías,
- ruega por nosotros.

San Bernabé,
- ruega por nosotros.

San Lucas,
- ruega por nosotros.

San Marcos,
- ruega por nosotros.

Todos los Santos Apóstoles y Evangelistas,
- rogad por nosotros.

Todos los Santos discípulos del Señor,
- rogad por nosotros.

Todos los Santos Inocentes,
- rogad por nosotros.

San Esteban,
- ruega por nosotros.

San Lorenzo,
- ruega por nosotros.

San Vicente,
- ruega por nosotros.

San Juan,
- ruega por nosotros.

Santos Fabián y Sebastían,
- rogad por nosotros.

Santos Cosme y Damián,
- rogad por nosotros.

Santos Gervasio y Protasio,
- rogad por nosotros.

Todos los santos Mártires,
- rogad por nosotros.

San Gregorio,
- ruega por nosotros.

San Ambrosio,
- ruega por nosotros.

San Agustín,
- ruega por nosotros.

San Jerónimo,
- ruega por nosotros.

San Martín,
- ruega por nosotros.

San Nicolás,
- ruega por nosotros.

Todos los santos Pontífices y Confesores,
- rogad por nosotros.

Todos los santos Doctores,
- rogad por nosotros.

San Antonio,
- ruega por nosotros.

San Benito,
- ruega por nosotros.

San Bernardo,
- ruega por nosotros.

Santo Domingo,
- ruega por nosotros.

San Francisto,
- ruega por nosotros.

Todos los santos Sacerdotes y Levistas,
- rogad por nosotros.

Todos los santos Monjes y Ermitaños,
- rogad por nosotros.

Santa María Magdalena,
- ruega por nosotros.

Santa Agueda,
- ruega por nosotros.

Santa Lucía,
- ruega por nosotros.

Santa Inés,
- ruega por nosotros.

Santa Cecilia,
- ruega por nosotros.

Santa Catalina,
- ruega por nosotros.

Santa Anastasia,
- ruega por nosotros.

Santa Teresa,
- ruega por nosotros,

Todas las santas Vírgenes y Viudas,
- rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios,
- interceded por nosotros.

Sé para nosotros propicio,
- perdónanos, Señor.

Sé para nosotros propicio,
- escúchanos, Señor.

De todo mal,
- líbranos, Señor.

De todo pecado,
- líbranos, Señor.

De tu ira,
- líbranos, Señor.

De muerte repentina e imprevista,
- líbranos, Señor.

De las asechanzas del demonio,
- líbranos, Señor.

De ira y odio y toda mala voluntad,
- líbranos, Señor.

Del espíritu de impureza,
- líbranos, Señor.

De rayos y tempestades,
- líbranos, Señor.

Del castigo de terremotos,
- líbranos, Señor.

De pestes, hambres y guerras,
- líbranos, Señor.

De la muerte eterna,
- líbranos, Señor.


Por el misterio de tu santa encarnación,
- líbranos, Señor.

Por tu nacimiento,
- líbranos, Señor.

Por tu bautismo y sagrado ayuno,
- líbranos, Señor.

Por tu cruz y pasión,
- líbranos, Señor.

Por tu muerte y sepultura,
- líbranos, Señor.

Por tu santa resurrección,
- líbranos, Señor.

Por tu admirable ascensión,
- líbranos, Señor.

Por la venida del Espíritu Santo Consolador,
- líbranos, Señor.

En el día del juicio,
- líbranos, Señor.


Los pecadores,
- te rogamos, óyenos.

Que nos perdones,
- te rogamos, óyenos.

Que seas para nosotros benigno,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes movernos a verdadera penitencia,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes regir y conservar tu santa Iglesia,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conservar en la santa religión al Prelado apostólico y a todas las órdenes de la eclesiástica jerarquía,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conceder la paz y la verdadera concordia a los reyes y príncipes cristianos,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conceder paz y unidad a todo el pueblo cristiano,
- te rogamos, óyenos.

Que levantes nuestras almas a deseos celestiales,
- te rogamos, óyenos.

Que recompenses con sempiternos bienes a todos nuestros bienhechores,
- te rogamos, óyenos.

Que libres de la enterna condenación nuestras almas y las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes dar y conservar los frutos de la tierra,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
- te rogamos, óyenos.

Que te dignes escucharnos,
- te rogamos, óyenos.

Hijo de Dios,
- te rogamos, óyenos.


Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
- perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
- escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
- ten misericordia de nosotros.


Cristo, óyenos,
- Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos,
- Cristo, escúchanos.

Señor, ten piedad,
- Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad,
- Cristo, ten piedad.


Padrenuestro (en voz baja)

Y no nos dejes caer en la tentación,
- mas líbranos del mal. Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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