El "rosario ermitaño", "rosario del eremita" o "rosario de los ermitaños" es uno de los rosarios más sencillos y fáciles de transportar. Consiste en una cuerda en donde se encuentran diez nudos, cada uno de los mismos corresponden a diez Avemarías (aunque también puede poseer cuentas hechas con perlas u otros materiales en lugar de nudos). Es, por lo tanto, un rosario decenario, que nos sirve para llevar la cuenta decena por decena.
Antes de los diez nudos o cuentas, existen otras cinco cuentas o cinco nudos, que corresponden a cinco misterios. Su función es la de llevar la cuenta de cada Misterio que estemos rezando, de manera que no perdamos la cuenta de ninguno de ellos.
Normalmente los cinco nudos de los Misterios son más pequeños y se encuentran más juntos unos de otros (a menor distancia) que los nudos de las Avemarías, que son más grandes y están más separados entre sí.
Al final de los cinco nudos de los Misterios se encuentra un nudo corredizo, que se ciñe sobre sí mismo y "abraza" el rosario. Este nudo sirve para ir pasando por cada misterio, de esta manera se mantiene tras cada misterio que estemos rezando para saber en qué Misterio vamos. Gracias a ello podemos rezar el rosario con una sola mano sin perder el misterio en que estemos, mientras que con la otra cogemos el libro, la estampilla del rosario o hacemos otras cosas.
El rosario del ermitaño también se puede usar con ambas manos. En este caso solamente tenemos que hacer salir el lazo (o llevar el nudo hasta el extremo, sin necesidad de sacarlo) y extender el rosario en su totalidad. Así, con una mano nos mantenemos cogiendo el nudo que corresponde a cada Misterio y, con la otra, el nudo o cuenta de las Avemarías.
También podemos usar otra variante del rosario del ermitaño, que tiene un nudo al principio de las decenas, el más grande de todos, y separado a mucha mas distancia en medio de los nudos de los Misterios y Avemarías. Sirve para que contemos también el Padrenuestro, aunque dado que como solo se reza uno, no es necesario tenerlo, y depende de los gustos y preferencias de cada uno. En ese caso, también hay un nudo o cuenta extra al final, del mismo tamaño que el del Padrenuestro, que sirve para el gloria.
El rosario del ermitaño nos permite llevar un rosario con nosotros a cualquier lado, y tiene la ventaja respecto a los rosarios "de dedo" convencionales, y/o a los decenarios, que nos facilita el que podamos llevar cuenta de los misterios sin perdernos, lo que es realmente práctico.
| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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