(Oración de Santa Gertrudis, con la promesa de asistirla a la hora de la muerte):
Glorioso Patriarca, santo padre Benito, os recuerdo aquel favor que el Señor os concedió de honraros con una muerte tan gloriosa, exhalando el último suspiro en medio de la oración, y permitiendo que aún ahora despidáis un perfume tan suave en compañía de los Santos, que todos se deleitan. Os suplico que os dignéis asistirme tan fielmente a la hora de mi muerte, que resistáis al demonio por todas partes donde le veáis redoblar sus esfuerzos contra mí, para que defendido por vos quede libre de todas sus emboscadas y llegue a los goces del Cielo para siempre.
Así sea.