"La muerte se introdujo en el mundo por la envidia del diablo". Sb. 2, 24.
"Sabía (Pilato) que (los Fariseos y los Escribas) habían entregado (a Jesús) por envidia". Mt 27, 18.
La Envidia es también una peste universal que inficiona el mundo y a las almas, aun en la vida espiritual.
La Envidia es un horrible vicio que ciertamente pone a los corazones en una pendiente, que, si a tiempo no se detienen, se hundirán sin remedio.
La Envidia es una impetuosa corriente, la cual, si no se corta, arrastra a las almas hacia el mar embravecido de mil pasiones, cada una de las cuales es avasalladora y terrible. Si al principio no se frena este vicio y pasión de la Envidia, crece y se desarrolla y arrolla con todas las virtudes, matándolas en el alma.