¿Cómo ser manso de corazón? Un corazón manso ante Dios.
Tener un corazón manso ante Dios, es vivir bajo su mirada paternal, reconociendo en todas las cosas y acontecimientos de la vida esa mano cariñosa, llena de solicitud. con la que el Padre, en su Providencia, cuida de nosotros. (Mt 6,25-33).
Como una madre prepara con cuidado y esmero la ropa, la comida, la habitación de sus hijos, con más ternura, ¡mucha más!, Dios, mi Padre, prepara con solicitud amorosa cada hora del día, cada acontecimiento que pone delante de mí.
En mi quehacer diario, Él quiere que lo haga, y tengo para poderlo hacer bien todo cuanto necesito de tiempo, de inteligencia, de cualidades, aptitudes, porque Él me los ha ciado.
En la "cruz de cada día", la que tengo, la que me puede venir, me invita a que la lleve sobre mis hombros, aún cuando entonces no entienda su porqué. Y si el dolor me arranca una queja, me dice: "¡Ánimo, hijo mío, soy yo, tu Padre, quien te la envía!".
Lo que me dificulta en mi trabajo y lo que me contraria en mis proyectos, Él lo pone expresamente en mi camino para situarme en la verdad de mis limitaciones, para que no me apegue al éxito que pueda deslumbrarme, para que comprenda que no es el triunfo lo que me llevará al Cielo, sino la buena voluntad y el trabajo.
Así, ante estos pensamientos. ¡cómo se mantiene la paz por encima de todo! ¡Cómo el trabajo que se empieza, se interrumpe, se vuelve a tornar y se sabe acabar con paz!
Así, se pueden vencer esos enemigos que a todas horas nos asedian en nuestra vida diaria: la pereza, la impaciencia, la preocupación, la pérdida de la paz.
A veces los recuerdos del pasado vienen a atormentarme con dudas, escrúpulos, remordimientos por mis fallos y pecados, por haberme alejado tantas veces de la casa del Padre (Lc 15, 11 ss.); pero, ¿por qué, a pesar de todo, perder la paz? ¿No me ha dicho Dios, mi Padre, por boca del sacerdote, depositario de su poder: "yo te absuelvo"? ¿No he hecho lo que me pedía: confesión sincera, sumisión completa; y no estoy pronto, aún dentro de mis limitaciones, a hacer todo lo que me pida Aquél a quien he confiado mi vida?