Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

15.7.18

El combate espiritual: vencernos continuamente


- Que conviene socorrer y ayudar la voluntad humana. -

Mas porque nuestra voluntad, estando apasionada, es muy débil y flaca para resistir y vencer sus pasiones, y ordenarlas a Dios y a su obediencia como lo muestra la experiencia (pues aunque ella quiera y proponga mortificarse en todo, no obstante, cuando llega la ocasión de practicarlo, oprimida de sus pasiones, se olvida de sus buenos propósitos, y miserablemente se rinde a ellas); conviene socorrerla y ayudarla, no sólo en las ocasiones que se ofrecen, sino cada hora y cada momento, para que cobrando fuerzas contra sí misma, se venza y se libre de la dura servidumbre de sus pasiones, y se entregue toda a Dios y a su beneplácito.

Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

Novena a Ntra. Sra. la Virgen del Carmen. Día 9


Novena a Nuestra Señora la Virgen del Monte Carmelo

¡Madre del Carmelo! Vengo a tus plantas lleno de gozo y de esperanza.

De gozo, porque sé que tu escapulario es "el canal abundante por donde bajan raudales continuos de gracias y de favores sobre el mundo; el bendito vestido espiritual que protege a los hombres por los difíciles caminos de la vida; el áncora de salvación en las múltiples borrascas espirituales y temporales; el escudo defensor en las luchas contra los enemigos del alma y contra los peligros del cuerpo".

Y de esperanza, porque tu Escapulario es "señal segura de predestinación; garantía de un feliz éxito en el tránsito a la eternidad; llave que abre las puertas del cielo", pues como Tú misma dijiste: "El que muera con mi Escapulario no se condenará".

Yo sé, Madre, que "Tú eres siempre el camino que conduce a Cristo y que todo encuentro contigo no puede menos de terminar en encuentro con Cristo mismo".

Tú conociste, Madre, las penas y tribulaciones de aquí abajo, la fatiga del trabajo cotidiano, las incomodidades y estrecheces de la pobreza y los dolores del Calvario.

Por eso acudo a Ti, Madre del Carmen, en esta Novena, "para que socorras las necesidades de la Iglesia y del mundo, escuches benignamente los clamores de paz que a Ti se elevan desde todos los confines de la tierra, ilumines a los que rigen los destinos de los pueblos y obtengas de Dios la paz verdadera que se funda sobre las bases sólidas y duraderas de la justicia y el amor", también por mis necesidades, por las almas del purgatorio y por nuestra salvación eterna.

Por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.


14.7.18

De las virtudes y de los vicios: Consejo


El Consejo es hijo del Celo y de la Caridad del prójimo, derivada o producida en el alma por el amor de Dios. Cuando el amor de Dios posee a una alma, produce en ella la Caridad del prójimo, y dentro de esta Caridad produce muchas virtudes en favor de las almas. El Celo entonces es como el Padre y esta Caridad la Madre. De este Matrimonio santo proceden todas las Obras de Misericordia corporales y espirituales, descollando en hermosura y valor unas más que otras, aunque todas son dignas de mi aprecio y merecimientos o premios.

El Consejo, pues, es una Obra de Misericordia, además de ser virtud, lo mismo que el Perdón, en todas sus fases.

El combate espiritual: el primer y más peligroso vicio


- Cómo quitando la primera pasión, que es el amor de las criaturas y de nosotros mismos, y ordenando este amor a Dios, todas las demás pasiones quedan corregidas y ordenadas. -

Para que más breve y ordenadamente liberes tu voluntad del cautiverio de las pasiones desordenadas, conviene que te apliques continuamente a vencer y ordenar la primera pasión, que es el amor propio; pues ordenada ésta, que es como la cabeza, todas las demás pasiones la seguirán, como miembros suyos, porque nacen de ella, y en ella tienen su raíz y vida, como se reconoce claramente con el discurso, pues lo que más se desea es lo que más se ama; y lo que más se ama es en lo que más se deleita el que ama; y solamente se aborrece, se huye y contrista, lo que impide y ofende al objeto amado; ni otra cosa se espera sino la que se ama. Y al contrario, de ésta misma desesperamos cuando la dificultad de alcanzarla nos parece insuperable; y ninguno teme, abomina o aborrece sino lo que impide y puede ofender a la cosa amada.

El modo de vencer y ordenar esta pasión primera, es considerar la cosa que amas, sus cualidades, y qué es lo que deseas o pretendes con este amor; y en reconociendo que tiene las cualidades de bondad y de belleza y que lo que pretendes es utilidad y deleite, podrás decirte a ti misma muchas veces: "¿Qué mayor belleza y qué mayor bondad que la de Dios, que es la única fuente y manantial de todos los bienes y de toda la perfección?". Y si en lo que amas pretendes utilidad y provecho, ¿qué cosa se puede imaginar que iguale al que consigo trae el amor de Dios? (1) Porque amándole se transforma el hombre en el mismo Dios, deleitándose y gozándose sólo en Él.

Novena a Ntra. Sra. la Virgen del Carmen. Día 8


Novena a Nuestra Señora la Virgen del Monte Carmelo

¡Madre del Carmelo! Vengo a tus plantas lleno de gozo y de esperanza.

De gozo, porque sé que tu escapulario es "el canal abundante por donde bajan raudales continuos de gracias y de favores sobre el mundo; el bendito vestido espiritual que protege a los hombres por los difíciles caminos de la vida; el áncora de salvación en las múltiples borrascas espirituales y temporales; el escudo defensor en las luchas contra los enemigos del alma y contra los peligros del cuerpo".

Y de esperanza, porque tu Escapulario es "señal segura de predestinación; garantía de un feliz éxito en el tránsito a la eternidad; llave que abre las puertas del cielo", pues como Tú misma dijiste: "El que muera con mi Escapulario no se condenará".

Yo sé, Madre, que "Tú eres siempre el camino que conduce a Cristo y que todo encuentro contigo no puede menos de terminar en encuentro con Cristo mismo".

Tú conociste, Madre, las penas y tribulaciones de aquí abajo, la fatiga del trabajo cotidiano, las incomodidades y estrecheces de la pobreza y los dolores del Calvario.

Por eso acudo a Ti, Madre del Carmen, en esta Novena, "para que socorras las necesidades de la Iglesia y del mundo, escuches benignamente los clamores de paz que a Ti se elevan desde todos los confines de la tierra, ilumines a los que rigen los destinos de los pueblos y obtengas de Dios la paz verdadera que se funda sobre las bases sólidas y duraderas de la justicia y el amor", también por mis necesidades, por las almas del purgatorio y por nuestra salvación eterna.

Por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.