Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

18.5.18

Diario de Santa Gemma Galgani [29]


Sábado / Domingo,18-19 de agosto de 1900
[La Madre María Teresa, acompañada de Jesús y de su Ángel de la Guarda, viene a dar gracias a Gema y vuela al cielo].

Jesús me ha hecho conocer esta mañana en la sagrada Comunión que la Madre María Teresa volará esta noche al paraíso. Nada más por ahora.

Jesús me había prometido darme una señal.

Llega la medianoche, y nada todavía. Dan las doce, tampoco. A las doce y media me pareció que la Virgen venía a avisarme de que se acercaba la hora.

De las virtudes y de los vicios: Soberbia


Vicios opuestos a las virtudes de humildad: soberbia.

- No morará en medio de mi casa el que obra con soberbia. Sal 100, 7.
- En donde hubiere soberbia, allí habrá también deshonra. Pr 14, 3.
- La Soberbia es aborrecible a Dios y a los hombres. Si 10, 7.
- El principio de todo pecado es la soberbia: quien la tuviere será lleno de maldición, y al cabo le transformará. Si 10, 15.

Soberbia
¡Qué solo se encuentra Jesús en medio de los hombres! ¡Cuánto humo y cuánta paja...!

Lo más consiste en exterioridades vanas y Soberbia crecida que todo lo abarca: este maldito vicio de la Soberbia lo veo claramente reinar en el mundo, en la Iglesia, (digo en sus Ministros, en las Religiones, en las familias, en las almas que se reputan por santas).

Cunde esta Soberbia más o menos fina y espiritual, y la veo introducirse con mucha sutileza, ¡ay!, aún en donde menos se creyera. Ella es la sal con que se sazona el reino de las almas.

Confianza: Rezar por las necesidades temporales


La confianza, como acabamos de describirla, no nos desobliga de la oración. En las necesidades temporales no basta esperar los socorros de Dios, es menester además pedírselos.

Jesucristo nos dejó en el Padrenuestro el modelo perfecto de la oración; ahí Él nos hace pedir el "pan de cada día": "Danos hoy nuestro pan de cada día".

Con respecto al deber de la oración ¿no habrá frecuentemente negligencia nuestra? ¡Qué imprudencia y qué locura! Nos privamos así, por liviandad, de la protección de Dios, la única soberanamente eficaz. Los capuchinos, dice la leyenda, nunca murieron de hambre, porque recitan siempre piadosamente el Padrenuestro. Imitémoslos y el Altísimo no dejará que nos falte lo necesario.

17.5.18

Diario de Santa Gemma Galgani [28]


Viernes 17 de agosto de 1900
¡Qué instantes tan felices se pasan con Jesús! Al quitarle la corona de espinas, Jesús la bendice con mano radiante, derramando sobre ella un cúmulo de gracias. El Ángel le recomienda que sea obediente y dé algunos avisos a su Confesor. Repugnancia que siente en escribir.

Jesús, apenas se ha posado sobre mi lengua (causa tantas veces de muchos pecados), se me ha hecho sentir. Ya no estaba en mí, sino que, dentro de mí, Jesús bajaba a mi seno. (Digo al pecho, porque el corazón ya no lo tengo: se lo ha llevado la Mamá de Jesús). ¡Qué instantes tan felices se pasan con Jesús! ¿Cómo pagar tanto amor? ¿Con qué palabras expresar el amor que manifiesta para con esta pobre criatura? A pesar de todo, ha querido venir a mí. Es verdaderamente imposible, es imposible no amar a Jesús. Me pregunta muchas veces si le amo y le amo de verdad. ¿Y todavía lo dudas, Jesús mío? Él se une cada vez más a mí, me habla, me quiere perfecta, me dice que me ama mucho y que yo le corresponda.

De las virtudes y de los vicios: Delicadeza Espiritual


La Delicadeza espiritual es una como pureza en el alma, que hace que lastime a la conciencia el menor polvo de falta cualquiera, aún sin llegar a pecado.

Es una virtud muy útil y eficaz para conservar el alma limpia y pura a los ojos de Dios. Esta delicadeza, trae consigo la luz divina para conocer y detestar las faltas y es un don especial del Espíritu Santo con que regala a las almas predilectas.

No puede esta delicadeza conservar, ni siquiera admitir sin pena, la más ligera mancha en el alma.