Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

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10.4.17

No endurezcáis vuestros corazones


Por una parte el faraón es obstinado, pero también es cierto que Dios ha endurecido su corazón. Es un error dar la responsabilidad sólo al hombre o exclusivamente a Dios. Hemos visto que Dios ha creado al hombre con la capacidad de escoger y de decidir y Dios respeta al hombre en cuanto a esto. En la Biblia, el mensaje de salvación siempre es actual: "si oyereis hoy su voz no endurezcáis vuestros corazones".

El faraón pide ayuda cuando le conviene y Moisés intercede por él. De todos modos, Moisés se da cuenta de que el faraón no teme verdaderamente al Dios de Israel. Hasta la noche, después de la muerte de los primogénitos, deja marchar al pueblo y les dice:

"...id. Y rogad a Dios por mí". Es una confesión que sale de sus labios, pero no de un corazón sincero. Su corazón está dividido. El no quiere perder sus esclavos, los persigue y muere. En efecto, Dios le hace entender con pruebas, señales, milagros, prodigios y maravillas que Él es el Señor y aparte de Él no hay otro Dios. En el tiempo preestablecido, Dios levanta su mano en juicio, porque no tolera la idolatría.

El sacrificio de Abraham y el sacrificio de Jesús


Yavé-Yiré: El Señor da lo necesario. ¡Si, Dios intervino en el momento oportuno! A veces, posiblemente, queremos tener experiencias tangibles del poder de Dios como Abraham, pero no nos gusta pasar por la prueba ni obedecer. Dios vio todo lo sucedido en el monte Moria sin perder un solo detalle. Este es el monte sobre el cual fue construido el templo de Salomón, según narra 2 Crónicas 3:1, y la región de Moria es justamente la que rodea Jerusalén. Nuestro Señor Jesús murió realmente en la región de Moria, fuera de Jerusalén, sobre la colina del Gólgota. Dios mismo dispuso el sacrificio, dando su único Hijo, cuando cargó con nuestros pecados.

Tener un Padre en el Cielo me hace estar tranquilo y confiado. Quien obedece al Padre llega a ser verdaderamente, libre, quien sirve al Padre, tiene alegría. Cuando somos honestos, vemos que Dios es de veras el Señor. Cuando escuchamos, Dios habla. Cuando obedecemos, suceden milagros.

Fr. v.Bodelschwingh

Los hijos de Israel en Egipto


Dios da a Abraham una visión de lo que será su progenie y, en efecto, ¡todo esto se llevó a cabo!

Se sirve de José, predilecto de su padre Jacob, a quien sus hermanos venden para ser esclavo en Egipto.

Después de tantas injusticias y un periodo en la cárcel, José llega a ser virrey de Egipto y preserva a aquella generación del hambre durante la sequía.