Desprecio de los bienes mundanos

21.10.23

Los siete pecados capitales: soberbia



Los siete pecados capitales son la raíz de todo mal moral, están comprendidos ya en el anterior examen pero, si el penitente quiere, además, detenerse un momento observando el estado de su alma con respecto a cada uno de ellos, puede considerar estas pervertidas pasiones en contraposición de las virtudes correspondientes, y decirse a sí mismo el juicio que forma de su estado, para en vista de él confesarse con más datos y buscar los remedios con más seguridad.

Soberbia.
La soberbia es el origen de desprecios, envidias, exigencias injustas, rebeliones, deseos inmoderados de alabanza y de honores, etc. Tiene por santo remedio la humildad, fundada en el conocimiento de la propia miseria y en la enseñanza que nos dió Jesucristo.

¿He aprovechado hasta ahora de ese ejemplo y esa enseñanza de Nuestro Señor?




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20.10.23

Examen de conciencia: noveno y décimo mandamientos



El noveno mandamiento nos dice:

No desear la mujer del prójimo ni pensar en inmundicias e impurezas.


El décimo mandamiento nos dice:

No codiciar los bienes ajenos.


Dios nos ordena la castidad en el sexto de sus mandamientos, pero queriendo hacernos ver que no solo pueden alterarla los actos, sino también los deseos, y que es en el corazón donde debemos buscar y extirpar las raíces de la lujuria y de todas las malas pasiones -así como también, para mostrarnos cuánto es el respeto debido a la santidad del matrimonio -, condena en el noveno mandamiento el desear la mujer ajena pues, como nos enseñó Jesucristo, es un adulterio del corazón.

19.10.23

Examen de conciencia: octavo mandamiento



El octavo mandamiento nos dice:

No darás falsos testimonios ni mentirás.


En este mandamiento hemos de reflexionar acerca de:

- Si hemos prestado falso testimonio ante un juez en perjucio de alguien.

- Si hemos calumniado a nuestro prójimo en conversaciones o escritos.

- Si hemos hecho libelos, pasquines, anónimos o similares, contra el prójimo.

- Si hemos formado juicios temerarios, echando a mal cosas que podían ser inocentes.

- Si hemos acusado de delitos de los que no teníamos la certeza.

- Si con nuestra mala lengua hemos echado a perder matrimonios, o alterado amistades.

- Si por aligerar nuestra responsabilidad hemos cargado sobre otro, injustamente, parte de la falta cometida.

- Si habiendo hecho perjuicio con falsas declaraciones, maledicencias, escritos infamatorios, etc., no hemos procurado al arrepentirnos de reparar y remediar el daño causado, por todos los medios posibles, y tratar de restituir la honra.

- Si oyendo calumniar nos hemos complacido de ello, o no hemos defendido al calumniado.

- Si siendo autor de una culpa hemos permitido con nuestros silencios que se sospechase de otro.

- Si tenemos costumbre de mentir, aun cuando sea sin daño de otros.

- Si hemos mentido por vanidad, o por adulación, o por algún interés, o si lo hemos hecho por mera ociosidad.

- Si hemos apoyado o aplaudido mentiras ajenas.


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18.10.23

Examen de conciencia: séptimo mandamiento



El séptimo mandamiento nos dice:

No robarás.


Respecto a este mandamiento debemos examinar:

- Si hemos robado por violencia, o en secreto.

- Si hemos hurtado alguna cosa sagrada.

- Si hemos puesto pleitos injustos, o hemos fallado en ellos atendiendo más a nuestro interés o inclinación que a nuestra conciencia.

- Si no pagamos lo que debemos.

- Si retenemos sin razón el salario o la paga de los que trabajan para nosotros.

- Si hemos jugado con trampas, o si sufrimos el horrible vicio de jugar o algún tipo de ludopatía, exponiéndonos con ello a arruinar la hacienda, que deberíamos conservar para nuestros descendientes, o en su caso haciendo que se arruine la hacienda del prójimo.

- Si hemos pedido prestado sin ánimo de pagar.

- Si abusando de la necesidad ajena hemos prestado con usura.

- Si hemos dilatado el restituir lo robado, pudiendo haberlo hecho.

- Si hemos vendido engañando, o aumentando los precios más de lo que sería justo.

- Si, abusando de la necesidad ajena, hemos comprado con gran perjuicio del vendedor por mucho menos del valor de la mercancía adquirida.

- Si hemos hecho contratos fraudulentos.

- Si hemos encubierto o comprado alguna cosa con conocimiento o sospecha de que era robada.

- Si con malas artes, habilidades y artificios hemos explotado la credulidad ajena, en provecho propio o de otro.

- Si hemos falsificado documentos.

- Si no hemos sido fieles a la hora de satisfacer las comisiones.

- Si no hemos hecho diligencias por hallar al dueño de algún objeto encontrado.

- Si hemos hecho, o mandado hacer, daño a la hacienda ajena.

- Si hemos retenido bienes ajenos sin causa legítima.

- Si trabajando con un precio ajustado, no se trabajó tanto y tan bien como se debía y se podía.

- Si hemos incurrido, o hemos sido cómplices, en estafas y supercherías de cualquier género.

- Si no hemos cumplido los testamentos.

- Si teniendo a nuestro cargo hacienda ajena, no hemos mirado por ella debidamente.

- Si por avaricia sólo pensamos en acumular dinero, privándonos incluso de lo necesario, y privando a los que tienen derecho a ser por nosotros socorridos, etc.


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17.10.23

Examen de conciencia: sexto mandamiento



El quinto mandamiento nos dice:

No cometerás actos impuros.


Sobre este mandamiento debemos examinar:

- Si hemos vivido en relación con alguna mujer/hombre, sin estar casados.

- Si hemos cometido actos deshonestos con una o con diversas personas, y cuales circunstancias agravantes hubo en dichos pecados.

- Si hemos hecho actos de libertinaje dando escándalo.

- Si con falsas promesas de casarse hemos tenido relaciones con mujeres.

- Si hemos cometido estupro (relaciones de ancianos con jovencitas).

- Si hemos cometido adulterio.

- Si con el crimen del adulterio hemos introducido en la familia ilegítimos herederos, y dado causa a otras consecuencias funestas que de todo ello se pueda derivar.

- Si con nuestros extravíos hemos motivado los de nuestro consorte, o le hemos puesto en peligro.