"Sordet telus cum caelum aspicio", se puede ver en el encabezado de esta antigua lámina del siglo XVII. En ella, en una cinta central, un lema destaca y nos llama la atención, advirtiéndonos: "No se da Cielo sin memoria de Cielo". Es decir, "no se da el Cielo sin la memoria del Cielo", indicándonos que muy difícil alcanzará el Reino de los Cielos aquél que nunca piense en él, ni se preocupe por él.
En la parte baja de la lámina, como pie de foto, se puede leer: "Por los bienes temporales, pierdes los eternos", junto con una cita de Hebreos 13 que es lapidaria: "Non enim habemus hic manentem civitatem" ("no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la venidera").