- De le meditación del poder de Dios. -
Ya se sabe que no sólo esta aquella potencia del mundo, sino aun todas juntas y unidas, queriendo edificar, no reinos, ni ciudades, sino un solo palacio, necesitan de varios materiales, instrumentos y maestros, y de mucho espacio de tiempo; y con todo esto, por grande que sea la diligencia, no se acaba el edificio a su voluntad y gusto. Mas Dios, con solo su poder y querer, en un momento creó de la nada todo el universo mundo, y con la misma facilidad podría crear infinitos mundos, destruirlos y reducirlos al no ser.
Este solo punto, si profundamente se medita, despertará en nosotros nuevas maravillas y nuevos incentivos para amar a un Dios y Señor tan sumamente poderoso.
Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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