Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

21.7.18

El combate espiritual: avisos sobre la forma de orar


- De algunos avisos acerca de la oración. -

Lo primero has de advertir que las oraciones (no hablo aquí de las meditaciones, de que hablaré más abajo) no sólo deben ser breves según quedan expuestas, más también frecuentes, llenas de deseo, y de fe actual y confianza de que Dios te ha de socorrer y ayudar, si no en el modo que deseas, y cuando tú quieres, pero sí con mejor socorro, y en tiempo más oportuno.

Lo segundo, han de ir siempre acompañadas, o actual o virtualmente, con alguna de las cláusulas siguientes: "Según tus promesas"; "A tu honra"; "En nombre de tu amantísimo Hijo"; "En virtud de tu pasión"; "En nombre de María Virgen, tu Hija, tu Esposa y tu Madre".




Lo tercero, que algunas veces añadas algunas jaculatorias como: "Concédeme, Señor, tu amor en nombre de tu amantísimo Hijo". Y "¿cuándo, gozaré yo de tal ventura?". Lo mismo se puede hacer también en cada una de las peticiones de la oración del Padre nuestro, como: "Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Matth. VI). Mas ¿cuándo será el día, Padre nuestro celestial, que vuestro nombre sea conocido por toda la redondez del mundo, honrado, glorificado y ensalzado? ¿Cuándo, Dios mío, cuándo?". Y de este modo en las demás peticiones.

Lo cuarto, que pidiendo en la oración virtudes y gracias, será bien considerar el valor y precio de las virtudes y tu necesidad, la grandeza de Dios, y su infinita bondad, la pequeñez de quien pide (que de esta manera se pedirá con más afecto y deseo, con más reverencia y confianza, y con más humildad), y finalmente se ha de considerar el fin de lo que se pide, que ha de ser para agradar y honrar a Dios.

Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

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