Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

12.10.21

Luces Vespertinas: 30. Mi muerte



Sí, amigo, examina tu muerte. No cómo has muerto, sino cómo vas a morir y cómo estás muriendo. Muchas cosas no están en tu mano: déjalas a la providencia de tu Padre Dios. Muchas están en tu mano: arréglalas ahora, con tiempo y pronto.

1- Preparación remota.
Tienes obligación de estar preparado para morir. ¿Lo estás? ¿O todo lo dejas para "más tarde"?

¿Tienes hecho el testamento? ¿Y tienes arregladas todas tus cosas terrenas, de modo que tu familia quede sin enredos, y la justicia y la caridad satisfechas? Ten hecho el testamento "pronto", y ten arreglada tu conciencia y tu casa "siempre".

¿Vives en gracia para morir en gracia? Porque tienes grandísima obligación de morir en gracia; si no, no te salvas; así que vive siempre sin pecado. Esta es la mejor señal de predestinación. También son señales de predestinación y muerte en gracia la oración frecuente, la comunión frecuente, la devoción al Sacratísimo Corazón de Jesús, la comunión en los nueve primeros viernes de mes, la devoción a la Virgen María, y la caridad con el prójimo por Dios.

2- Preparación próxima.
¿Quieres recibir a tiempo los Sacramentos? ¿Los pedirás tú mismo a tiempo, sin aguardar a estar "muy grave"? Los parientes no te avisarán sino cuando estés muy grave, los médicos, cuando piensen que no tienes otro remedio. Basta estar "sencillamente grave" para recibir el viático. Dí que tú lo quieres así.

Cuando menos, confiesa a tiempo, ten valor y no tengas miedo; confía en Jesucristo y en la Virgen, nuestra Señora del Carmelo; sufre las penas y dolores con resignación; lee, si puedes, la Pasión; di jaculatorias, sobre todo el nombre de Jesús y los de José y María; ten encendida la candela, símbolo de la fe y de la gracia; ten a tu alcance un crucifijo, siempre a mano, y procura que te visite a menudo un sacerdote.

¡Dios te dé buena muerte! Es la mejor de las luces vespertinas, que enlaza con el día eterno.

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11.10.21

Luces Vespertinas: 29. Mi pureza



¡La preciosa virtud de la pureza! ¡Oh, Señor, líbrame de los apetitos carnales, y que no se apodere de mí la voluptuosidad! ¡No me dejes a merced de un corazón sin pudor! ¡No permitas que mi persona se convierta en carne! ¡No permitas que mi carne domine a mi mente, a mi imaginación, a mis deseos, a mis pensamientos y a mi voluntad!

¡Oh, amigo, no te dejes dominar de la deshonestidad! ¡Oh, joven, no te dejes esclavizar de la impureza! ¡Ten ánimo, que puedes ser casto! ¡Y tú, mujer, ten ánimo, que puedes ser virgen!

Este es el pecado más indigno y el que trae consigo la más larga cadena de pecados.

¿Procuro evitar los pecados de impureza? ¿Guardo la castidad que le corresponde a mi estado? ¿Guardo, además, la pureza de corazón? ¿Me pongo a pensar advertidamente cosas impuras por placer? ¿Guardo la pureza en las conversaciones? ¿Soy procaz, grosero, soez, obsceno en las palabras, en las frases, en los gestos, en las gracias, en las chocarrerías, en las bromas? ¿Guardo la pureza en el trato, repestando como es debido a todas las personas, sean del sexo que sean? ¿Guardo la pureza en las lecturas, no leyendo revistas, periódicos, novelas, folletos malos? ¿Guardo la pureza en los espectáculos y diversiones, no yendo a teatros, cines, bailes, reuniones inconvenientes, y no viendo en la televisión ese tipo de programas?

¿Guardo modestia en mis vestidos, en mis miradas, y en todo, conmigo y con otros?

¡Oh, vosotros, los jóvenes! ¡No sabéis cuántas desgracias y catástrofes vienen a cada paso de esta fuente de impureza! ¡Mal camino es ese! Empieza por un sendero de flores, de arrumacos, de deleites, y acaba en un precipicio tortuoso de dolores!

¿Procuro fortalecerme contra este vicio?

El modo de fortalecerse contra él es este: apartarse de las ocasiones. Es uno de los vicios en donde, quien se aleja, vence. Hay que ser una persona piadosa, y pedir a Dios este don de la pureza. Tener devoción a la Virgen Santísima, nuestra Señora del Carmelo, y comulgar frecuente o diariamente, a ser posible. Además, se deben confesar sinceramente nuestras faltas al confesor.

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10.10.21

Luces Vespertinas: 28. Mi celo



Y, ¿no querrías tener un poco de celo del bien del prójimo? Es un medio muy bueno de hacerse uno mismo más virtuoso y perfecto. Porque cuando queremos hacer buenos a otros, nos animamos a serlo nosotros mismos. No dejes de tener algún celo de salvar o hacer el bien a otros. El celo se debe tener por el honor de Dios, y por el bien del prójimo.

Si mandas en casa, ¿procuras que en tu casa sean buenos los de la familia, trabajadores externos...?

Si eres dueño de alguna fábrica, oficina, tienda, taller..., ¿procuras con prudencia hacer bien o que otros hagan bien a tus dependientes y subordinados? Si ves que alguno anda mal, ¿procuras sacarle de su mal estado? Si ves que está ignorante de la religión, ¿procuras que la aprenda?

¿Podrías hacer algo fundando alguna obra de celo en esos sitios? Sociedad, asociación, biblioteca, capilla, ejercicios, catecismo..., etc.

¿Evitas en tu casa o dependencia las ocasiones de pecar? ¿Prohíbes las blasfemias, malas conversaciones, malas lecturas, sectarismo de los impíos?

¿Procuras difundir la gloria de Dios y la verdadera doctrina por todas partes, recomendar las buenas lecturas, invitar a buenos sitios, a oír sermones, funciones, obras de caridad, asociaciones católicas...? ¿Tienes espíritu de proselitismo, propio de todo cristiano? ¿O crees que esto es fanatismo y por eso no lo haces?

¿No te animas a pertenecer a alguna obra de celo, o a fundarla? Catecismos, conferencias, sindicatos, congregaciones, etc.

¿Te importa poco que salgan diputados anticlericales, que sean elegidos para cargos los enemigos de Dios, que se den leyes anticristianas, que se permita el escándalo, que se haga el mal, que prevalezca el vicio, que los centros de corrupción y propaganda anticristiana se multipliquen y prosperen?

¿Te importa lo mismo que Dios sea honrado y Jesucristo y su Iglesia sean respetados, o que sean olvidados, despreciados, ofendidos...?

Ten presente lo que dice Santiago: "Sabed que quien convierte a un pecador del extravío de su camino, salvará su alma de la muerte (eterna) y cubrirá multitud de pecados".

Piensa también si, por el contrario, en vez de salvar a otros, escandalizas y perviertes, o consientes que otros perviertan y escandalicen a aquellos por cuya salvación dió Cristo su sangre preciosa.

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9.10.21

Luces Vespertinas: 27. Mis abusos



La virtud de la templanza es necesaria al hombre en muchísimas cosas de la vida, para evitar los abusos a que naturalmente es llevado por la dulzura de los placeres. Recréate, pero no abuses.

¿Abusas en la comisa? ¿Comes demasiado, demasiado regaladamente, a muchas horas, muchas golosinas? ¿Comes más cosas caras de las que puedes permitirte? ¿Abusas de la bebida? Si es así, ¡véncete, por Dios!, porque la embriaguez es uno de los vicios más detestables y difíciles de quitar. O no bebas ningún licor ni alcohol de ningún tipo, o bebe muy poco, sobre todo fuera de casa.

¿Abusas del tabaco? Intenta no fumar ni poco ni mucho, es otro vicio detestable en el hombre. Fumar no te hará bien ni a tus pulmones, ni a tu bolsillo.

¿Abusas de los juegos de azar? El juego es otro vicio espantoso del que debes huir sin dudar, si no quieres ser un desgraciado. No hay jugador afortunado.

¿Abusas de los refinamientos en el gusto, en el vestido, en el trato, en el ornato, en los perfumes? ¿Abusas de las diversiones, del teatro, del cine, de los espectáculos? ¿Abusas de la lectura, sobre todo de novelas y fantasías? ¿Abusas de la curiosidad en saber noticias y leer periódicos sin parar? ¿Haces turismo sin finalidad alguna? ¿Abusas del ansia de caprichos y joyas? Este es un defecto y un vicio muy común en nuestros días, ¿también tú has caído en él?

¿Abusas del dejarte convidar y regalar, dando que hablar y tal vez qué reír por gorrón, parásito y descortés? ¿Abusas de la moda y de la vanidad siendo un petimetre ridículo? ¿Abusas del boato y del gasto y de las propinas sin razón, por darte aires de gran señor?

¿En tus aficiones gastas más de lo que debes o puedes, en tiempo y en dinero? Por ejemplo en fotografías, cuadros, antigüedades, flores, internet...

Por el contrario: ¿eres demasiado parco y estrecho contigo, con otros y con tu familia? Dale a cada cual lo conveniente.

El uso de todo esto puede ser bueno y aún necesario; pero el abuso es malo y pernicioso.

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8.10.21

Luces Vespertinas: 26. Mis debilidades



Todo humano, así como tiene sus buenas cualidades y energías, así tiene sus debilidades y flaquezas naturales. Difícil es conocer cada uno las propias, y más difícil confesárselas.

¿Qué debilidades tengo yo?

¿Respetos humanos? Es la gran debilidad de los cristianos. Algún respeto humano, el que nos impide hacer bajezas e indignidades, es muy bueno; es lo que se llama decoro, dignidad. Pero el respeto humano que me impide cumplir mi deber, no hacer el bien que quiero, esa es una gran debilidad.

¿Contemporizaciones? Próxima a la debilidad anterior está la de contemporizar por miedo, con los malos, consentir en sus maldades, no estorbar sus audacias, no romper con los que nos llevan al mal.

¿Flojedad? Es el gran vicio de la humanidad, la pereza. Muchos no son buenos por pereza, por no tomarse las molestias.

¿Inconstancia? La virtud más difícil acaso de todas es la perseverancia. Muchos empiezan a hacer el bien, pero pocos lo llevan a cabo.

¿Volubilidad? Algunos hoy se entusiasman por una cosa y mañana por otra distinta. A estos les conviene reflexionar primero, y luego no mudar, a no ser por deber, hasta acostumbrarse a la fijeza.

¿Interés? ¿Soy interesado? Los hombres mezquinos en todo buscan el tanto por ciento.

¿Vanidad? Algunos cuando han de lucir, hacen el bien; y cuando no, se entibian al punto.

¿Egoísmo? ¿Nos buscamos en todo a nosotros mismos? ¿Envidia? ¡Qué desgracia es no poder ver el bien ajeno! ¿Mentiras? Vicio feo. ¿Doblez? Flaqueza odiosa.

¿Aniñamiento? ¿Soy un niño, un apocado, un simple? ¿Hay que hacerte todo? Algunos confunden la bondad y la virtud, con la simpleza y el apocamiento.

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