Y, ¿no querrías tener un poco de celo del bien del prójimo? Es un medio muy bueno de hacerse uno mismo más virtuoso y perfecto. Porque cuando queremos hacer buenos a otros, nos animamos a serlo nosotros mismos. No dejes de tener algún celo de salvar o hacer el bien a otros. El celo se debe tener por el honor de Dios, y por el bien del prójimo.
Si mandas en casa, ¿procuras que en tu casa sean buenos los de la familia, trabajadores externos...?
Si eres dueño de alguna fábrica, oficina, tienda, taller..., ¿procuras con prudencia hacer bien o que otros hagan bien a tus dependientes y subordinados? Si ves que alguno anda mal, ¿procuras sacarle de su mal estado? Si ves que está ignorante de la religión, ¿procuras que la aprenda?
¿Podrías hacer algo fundando alguna obra de celo en esos sitios? Sociedad, asociación, biblioteca, capilla, ejercicios, catecismo..., etc.
¿Evitas en tu casa o dependencia las ocasiones de pecar? ¿Prohíbes las blasfemias, malas conversaciones, malas lecturas, sectarismo de los impíos?
¿Procuras difundir la gloria de Dios y la verdadera doctrina por todas partes, recomendar las buenas lecturas, invitar a buenos sitios, a oír sermones, funciones, obras de caridad, asociaciones católicas...? ¿Tienes espíritu de proselitismo, propio de todo cristiano? ¿O crees que esto es fanatismo y por eso no lo haces?
¿No te animas a pertenecer a alguna obra de celo, o a fundarla? Catecismos, conferencias, sindicatos, congregaciones, etc.
¿Te importa poco que salgan diputados anticlericales, que sean elegidos para cargos los enemigos de Dios, que se den leyes anticristianas, que se permita el escándalo, que se haga el mal, que prevalezca el vicio, que los centros de corrupción y propaganda anticristiana se multipliquen y prosperen?
¿Te importa lo mismo que Dios sea honrado y Jesucristo y su Iglesia sean respetados, o que sean olvidados, despreciados, ofendidos...?
Ten presente lo que dice Santiago: "Sabed que quien convierte a un pecador del extravío de su camino, salvará su alma de la muerte (eterna) y cubrirá multitud de pecados".
Piensa también si, por el contrario, en vez de salvar a otros, escandalizas y perviertes, o consientes que otros perviertan y escandalicen a aquellos por cuya salvación dió Cristo su sangre preciosa.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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