La Perturbación es otra arma de Satanás, con la cual se da gusto en las almas que de veras me sirven; pues aunque la emplea en el mundo y en otras mil ocasiones, tiene su campo favorito en las almas que tratan de oración y espirituales.
La Turbación puede, a veces, ser buena y producida por la profunda humildad en un alma pura. La Limpieza y la Delicadeza la llevan muchas veces consigo; pero siempre para mayor bien del alma; mas la Perturbación viene solamente de Satanás, y es producida únicamente por él, pues el Espíritu Santo jamás perturba, y sí, muchas veces, como ya dije, turba al alma ligeramente, o mejor y con más propiedad permite esta Turbación inocente y humilde, digna de merecimientos y recompensas.