La Justicia es una virtud que casi no existe en el mundo, y por esto los males y el pecado inundan la tierra y también los espíritus. La Justicia no existe en donde no existe la Humildad con las más inseparables virtudes que la acompañan. No existe la Justicia en donde no estoy Yo: porque Yo soy Justicia. El alma que me posee lleva consigo a la Justicia, aunque está oculta bajo la capa de la Humildad.
La virtud de la Justicia es la más difícil para el hombre y la que con frecuencia quebranta. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque estos tienen hambre y sed de Mí mismo; y Yo sólo seré su recompensa.