La Imprecaución es hija de la Imprudencia y se anida en las almas frívolas, vanas y ligeras. La Imprecaución es compañera de la Improvisación y hacen una pareja digna de contemplarse por los daños y males que a su paso van esparciendo.
La Imprecaución lleva consigo mil disgustos, contrariedades y serios enojos de consecuencias que va dejando a su paso, sembrando así las discordias en muchos corazones. La Imprecaución en muchos casos altera la paz. De ella se vale el demonio para atizar a la Ira, a la Cólera y a otros vicios. Mas cuando no puede conseguir esto, se conforma a lo menos con entretener a las almas y hacerlas perder el Recogimiento y la Serenidad.