Dios da a Abraham una visión de lo que será su progenie y, en efecto, ¡todo esto se llevó a cabo!
Se sirve de José, predilecto de su padre Jacob, a quien sus hermanos venden para ser esclavo en Egipto.
Después de tantas injusticias y un periodo en la cárcel, José llega a ser virrey de Egipto y preserva a aquella generación del hambre durante la sequía.