La Exageración es hija de la Mentira y lleva todo el parecido de su madre. Además lleva siempre consigo a la misma Mentira. Es un defecto que llega a vicio, y a vicio que forma en el hombre una segunda naturaleza. En la Exageración muy fácilmente se resbala, y se declina en Murmuración, manchándose el alma con grandes faltas y hasta grandes pecados.
Es la Exageración un prurito interno de agrandar con colores más vivos la verdad de las cosas y de los hechos. Es, pues, un vicio contra la Verdad, queriendo disfrazarla, siendo la Verdad lo más puro y santo que pueda existir.