El Escándalo es un pecado que aborrezco cuanto soy capaz, y que hiere directamente a mi Corazón, causando el daño más grande para el prójimo.
El Escándalo no es un pecado concreto, o que extiende solamente en cierto radio, sino que es un mar desbordado, un río sin madre, un torrente sin dique.
El Escándalo procede de la Soberbia, del Orgullo, de la Envidia y de la Ira, con toda la falange asquerosa que la acompaña.
La Venganza, el Odio, el Rencor, la Cólera, la Traición y la Perfidia son las armas predilectas que empuñan el Escándalo con perfección; son también el fuego con que Satanás atiza el corazón del escandaloso.