Vicios opuestos a las virtudes del orden.
Mas la lengua del imprudente viene a ser su ruina. Si 5, 15.
(Os instamos) que os apartéis de cualquiera de vuestros hermanos que proceda desordenadamente. 2 Ts 3, 6.
Desorden
Así como Yo soy el mismo Orden del cual se derivan desde toda la eternidad todos los bienes, así Satanás, criatura criada y culpable, desde su funesta caída, lleva consigo a todo Desorden, comunicándolo y esparciéndolo a todo cuanto toca. Satanás desde que la Soberbia llenó su corazón es el mismo Desorden. Todo desorden procede, como causa indispensable, de él.
No se puede ponderar el gran desorden que existe en el mundo y en las almas y en la vida del espíritu. Este maldito vicio que quita la Paz y la aleja, todo lo inficiona y a todo alcanza, porque la Paz, o sea el Espíritu Santo que la produce, no puede acercarse ni morar en donde hay Desorden.