La Avaricia es un mal espantoso al cual Yo odio y aborrezco. Es la Avaricia hija de la Soberbia y hermana gemela de la Envidia. Va directamente contra las leyes de la Caridad, pues Dios es Caridad, y la Avaricia pugna totalmente contra ella.
Este pecado toca muy vivamente a mi Corazón, en la persona del pobre, y un fuego especial tengo destinado para castigarlo. Los pobres y los desvalidos son mi imagen sobre la tierra, y el que lastima a ellos a Mí me lastima, y el que a ellos protege a Mí me protege. Cuando tocan al pobre tocan las niñas de mis ojos, y muy castigado será el que para sí atesora al patrimonio del pobre. Yo soy muy delicado sobre este particular, y Yo les prometo que mi Justicia caerá sobre los infelices que hayan extorsionado al débil.