Desprecio de los bienes mundanos

17.2.19

Ofrecimiento de la Hora de adoración


Divino Jesús, dulcísimo Salvador mío, yo os ofrezco esta Hora de adoración, durante la cual, en unión con -nombrar los patronos de la hora o santos de devoción- deseo muy particularmente amaros, glorificaros y, sobre todo, consolar a vuestro adorado Corazón con mi amor. ¡Acercad a esta intención mis pensamientos, mis palabras, mis obras y también mis penas! Recibid, sobre todo, mi corazón, que os entrego sin reserva, suplicándoos le consumas con el fuego de vuestro purísimo amor.

Corazón de María, mi amor, proteged a todos los adoradores.




¡Amado y venerado sea en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús! (100 días de indulgencia).

¡Jesús, manso y humilde de Corazón, haced mi corazón semejante al vuestro! (300 días de indulgencia).

¡Dulce Jesús! ¡Jesús amor! (Santa Catalina de Siena).

¡O amar, o morir! (San Francisco de Sales).

¡Oh Jesús mío! ¡Quisiera consolaros! ¡Quisiera amaros por todos los corazones que os afligen y que no os aman!

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