Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

13.2.19

Intercesión perpetua por los vivos y los muertos


"Orad los unos por los otros para que seáis salvos, porque la oración continua del justo es poderosa cerca de Dios" (Santiago, V, 16).

Es una práctica grata a todos los amantes del Corazón de Jesús, el reunirse en espíritu en ciertos días y a ciertas horas junto a este Corazón Sagrado, para rendirle los homenajes de adoración, de amor, de reparación. Y suele ser tan grande el sabor de devoción que se siente en estas piadosas reuniones, que se quisiera poder multiplicarlas y prolongarlas para imitar de alguna manera en la tierra, el cántico de los Ángeles, que no cesa jamás en el cielo.

Hay almas que nos gritan desde la cárcel del Purgatorio: "Miseremini, miseremini!", ¡Piedad, piedad, venid en nuestra ayuda, vosotros, nuestros amigos y hermanos nuestros! No nos hagamos, pues, sordos a su llamamiento: su aflicción, los lazos que las unen con nosotros, su calidad de esposas amadísimas de Jesús, todo las hace dignas de nuestra compasión.




Jesús mismo nos estrecha para que las consolemos; porque le son especialmente amadas y su corazón de Padre amorosísimo siente estar separado de ellas. Si su justicia las detiene todavía en el lugar de la expiación, su misericordia nos ha preparado mil medios, con los que podamos abreviar sus sufrimientos, y su amor nos urge a recurrir a ellos.

"Hemos visto al Amor - dice el padre Fáber -, y estaba inclinado hacia el Purgatorio, sobre la red que parecía iba a romperse, ¡tan maravillosamente abundante era la pesca de almas infortunadas que había cogido! María estaba conmovida en su trono, los santos llenaban el cielo con sus intercesiones, los ángeles subían y bajaban sin cesar, sobre la tierra las campanas anunciaban por todas partes la santa Misa, el rosario se recitaba en todo el mundo católico, millares de comuniones eran el precio de innumerables indulgencias, las limosnas pasaban alas manos del pobre, se hacían penitencias y peregrinaciones, porque el Amor divino instaba vivamente a los ángeles, a los santos, a los hombres para hacerle violencia, mientras que Jesús prodigaba los méritos de su adorable sacrificio todos los días y los abundantes tesoros de su preciosa sangre" (El Criador y la criatura, pág., 248).

Pero sobre todo, ofrezcamos y hagamos ofrecer por ellas el santo sacrificio de la Misa, en honor del Sagrado Corazón. Esta era la práctica de la bienaventurada Margarita María, quien habla en estos términos a la madre Saumaisé, en una carta del mes de julio de 1688:

"Para M. de la Michaudiere. Espero no me rehusaréis el favor de procurarle todavía quince Misas en honor del Sagrado Corazón de Nuestro Señor, después de las cuales me parece que irá a ser, cerca de Él, un abogado poderoso para vos y toda su familia. ¡Si supierais con cuánto ardor piden estas pobre almas este nuevo remedio, tan soberano para sus sufrimientos; porque así es como llaman ellas la devoción al divino Corazón, y particularmente a las Misas en su honor".

Un remedio nuevo, un remedio soberano para el alivio de las almas del Purgatorio: la depositaria privilegiada de los secretos del Sagrado Corazón, es la que nos lo asegura, al salir de una admirable visión, en la cual Nuestro Señor le había manifestado sus misericordias y liberalidades. Apresurémonos, pues, a recurrir a ellas para librar prontamente a estas almas, que irán al cielo considerándose dichosas de poder interceder por nosotros a su vez, cerca del Sagrado Corazón de Jesús.

Entonces, este concierto de alabanzas y de súplicas, que subirá hasta el trono del Eterno, será no solamente perpetuo y no interrumpido, sino que será además unánime y verdaderamente agradable a Dios, y el Corazón de Jesús no cesará de ser adorado, amado y glorificado en el cielo y en la tierra. Así sea.

Para realizar mejor este tierno y católico pensamiento de Intercesión Perpetua, se han reunido bajo 12 títulos principales, correspondientes a las 12 horas del cuadrante, el conjunto de los grandes intereses espirituales y temporales de la Iglesia, de la sociedad, y de las almas. Podemos hacer mención a alguna de ellas durante nuestra hora de oración.



- Intenciones para las 12 horas -

XII a I: La Santa Iglesia.
El Papa, los Cardenales, los Obispos, las Órdenes religiosas, todos los Ministros de la Iglesia, los Seminaristas, los Noviciados.
Las causas difíciles y desesperadas.

I a II: Las naciones y los que las gobiernan.
Las diversas administraciones civiles. La paz y la concordia.

II a III: Todas las grandes instituciones políticas, civiles y sociales.
La magistratura, el ejército, etc.
- El carácter religioso de las leyes y de las costumbres.
- El respeto al santo día del Domingo.

III a IV: La familia.
Los padres y madres y sus hijos, los amos y criados, sus deberes recíprocos.
- El matrimonio cristiano y sus santas leyes.
- Lo negocios temporales encomendados.

IV a V: La enseñanza y la educación de la juventud, los maestros que se dedican a ella.
Las casas de educación, la elección de carreras y de vocaciones.

V a VI: El trabajo aceptado y practicado cristianamente.
Los trabajadores de toda clase, las empresas temporales.
- Los parados.
- Los viajeros de mar y tierra.

VI a VII: Las personas afligidas.
Los pobres, enfermos y encarcelados.
- Los que están expuestos a la tentación y a la prueba.

VII a VIII: La propagación de la fe y la conversión de los idólatras.
Las obras de las Misiones y las personas que se consagran a ellas.
- Todas las obras de celo.

VIII a IX: La conversión de los pecadores y de todos aquellos que están lejos de la verdadera fe.
Reparación de las blasfemias y de los sacrilegios.
- Hora de reparación por excelencia.

IX a X: Los agonizantes.
La perseverancia final, y para los enfermos la dicha de morir cristianamente.

X a XI: Las ánimas del purgatorio.
Los fieles difuntos.

XI a XII: ¡El reino del Corazón de Jesús!
Las obras eucarísticas y todas las que tienen por objeto procurar la gloria del Sagrado Corazón.
- Acciones de gracias por los beneficios recibidos.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com