Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

23.8.18

El combate espiritual. Tratado segundo: De la fe que se debe tener en el santísimo Sacramento del altar


- De la fe que se debe tener en el santísimo Sacramento del altar, y del modo con que debemos ofrecernos al Señor. -

Procura aumentar cada día en tu alma la fe al santísimo Sacramento, y no ceses de admirarte de tan incomprensible misterio, y de alegrarle y complacerte, considerando cómo se muestra Dios debajo de aquellas humildes y puras especies para hacerte más digno. No desees que se te muestre en esta vida debajo de otra apariencia, acordándole que el mismo Señor ha dicho, que son los bienaventurados los que no le ven y le creen. (Joan. XX, 29). Procura que tu voluntad se encienda y se inflame en su amor, y que seas cada día más pronto en hacer en todas las cosas su santísima voluntad.

Cuando te ofrezcas a Dios en este Sacramento, has de estar dispuesto y aparejado a padecer por su amor todas las aflicciones, penas, injurias y trabajos que puedan sucederte, como también todas las flaquezas, disgustos, tibiezas y sequedades, así en la oración como fuera de ella, persuadiéndote de que las has de padecer muchas veces, y que te conviene aceptarlas por buenas, y trabajar en no ser tú mismo la causa de ellas. Y así toda tu alegría y contento ha de ser sufrir y padecer con tu amable Jesús por su amor.




No seas inconstante en lo que empiezas, queriendo hoy una cosa y mañana otra. Persevera invariable y firme en tus ejercicios, y en los medios de purificar tu alma con la suavidad y quietud que se ha dicho. Mientras no dejares estos medios, puedes estar cierto y seguro de que no te faltará la gracia de la perseverancia. Es imposible que un alma que ha empezado a gustar este espiritual reposo, pueda volver a la manera de vivir del mundo. Esto le sería verdaderamente una pena y tormento intolerable.

Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com