- Algunas consideraciones para acudir con fe y seguridad al patrocinio de la Virgen María. -
Si deseas recurrir con seguridad y confianza en cualquiera necesidad o trabajo a la protección de la Virgen María, podrás servirte de los motivos y consideraciones siguientes:
- 1. La experiencia muestra que un vaso que ha tenido dentro de sí algún licor aromático y precioso, conserva su fragancia (aunque se haya sacado el licor del vaso), principalmente si lo ha tenido dentro de sí por mucho tiempo, y si ha quedado en el vaso alguna parte del licor precioso.
Asimismo, el que ha estado cerca de un gran fuego conserva por mucho tiempo el calor después de haberse retirado de él.
Pues si esto, hija mía, sucede con cualquier licor precioso, y con cualquiera grande incendio, que no son sino de virtud corta y limitada, ¿qué diremos nosotros de la caridad y de la misericordia de esta purísima Virgen, que por espacio de nueve meses llevó en sus entrañas, y lleva siempre en su corazón al Hijo único de Dios, la Caridad increada, cuya virtud no tiene límites? Si es imposible que el que se acerca a una gran hoguera no participe del calor de sus llamas, ¿cómo podremos persuadirnos de que quien se acerca al fuego de la caridad, que arde en el corazón purísimo de esta Madre de misericordia, no sienta sus admirables y divinos efectos; y que no reciba más favores, beneficios y gracias de su piedad, cuanto con más frecuencia, fe y confianza acudiere a su patrocinio?
- 2. Ninguna pura criatura jamás amó tanto a Jesucristo, ni fue tan conforme a su voluntad como su Madre santísima. Pues si este divino Salvador, que se sacrificó por la salud y remedio de los pecadores, nos ha dado a su propia Madre para que fuese nuestra madre como nuestra abogada y nuestra medianera, ¿cómo podrá esta Señora dejar de entrar en sus sentimientos, y olvidarse de socorrernos? Recurre, pues, hija mía, con seguridad a esta piadosísima Madre en todas tus necesidades, e implora con confianza su misericordia; porque es una fuente inagotable de bondad, y un manantial perenne de gracias, y suele medir sus favores y beneficios por nuestra fe y confianza.
Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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