JESÚS: La Llaneza es otra virtud muy hermosa, enemiga de la falsa Dulzura y de la Hipocresía. Nace de la Sencillez y se acompaña siempre de la Rectitud y de la Claridad. Se alberga en el alma pura y pacífica, o llena de la paz divina del Espíritu Santo. Su apoyo es la Verdad.
Sus antagonistas son el Melindre y la Mentira. Vive esta virtud en las almas tranquilas, en las conciencias limpias. No es que sea ella fruto de esa falta de cultura o educación, no creas que esta virtud la llevan las almas rústicas, diré, o una virtud muy fina, que al traslucirse, no pasa los límites que sea ella fruto de esa falta de cultura o educación, no; es de la pulcritud, diré, para que me entiendas.
Es sencilla y clara, a la vez que delicada y modesta. No busca remilgos para expresarse: pero tampoco se desliza fuera de la Prudencia: es muy medida, agradable y fina. Lleva en sí misma el sello santo del Candor y de la Verdad. Es la Llaneza una cualidad eminente y que pasa a ser virtud por lo sobrenatural de su perfume y por el papel que representa en la vida del espíritu.
Los enemigos con que lucha son el Amor propio y el Respeto humano.
v. Concepción Cabrera de Armida | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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