JESÚS: La Falsedad es hermana gemela de la Doblez, pero más odiosa aún.
El espíritu doble la lleva consigo y es muy amada de Satanás. Busca siempre a las almas hipócritas para albergarse. Es un defecto muy bajo y rastrero e indigno de un noble corazón. Y no creas que este tan degradante defecto, que llega hasta vicio, se albergue en lo más bajo de las clases sociales, no: es un fruto de todas las tierras y existe desgraciadamente en los grandes como en los pequeños. ¡Cuántos que visten seda la llevan consigo...! La Falsedad es una ponzoña que envenena a centenares de almas, y llega a formarse en ellas tal esencia de este odioso vicio, que aún en su trato conmigo son falsas, solapadas, e hipócritas.
Forma la falsedad en las almas que se llaman piadosos tal atmósfera, que maquinalmente y con la mayor naturalidad y aún ya sin conocerlo, cambian el cuño de la solidez de las virtudes, las ejercitan tranquilas y serenas, así falsificadas, y de aquí tantas aberraciones, faltas y aún pecados en materia de piedad.
¡Qué estragos hace en el mundo y en la vida espiritual la Falsedad! ¡Es un vicio o defecto éste, que repele y de Mí aleja...! Todo lo falso es engañoso, y Yo soy la Verdad y la Claridad sin velos. Nunca un espíritu falso entrará por los caminos espirituales: por ahí sólo entran las almas limpias; y la Falsedad es una podredumbre que corrompe el corazón que la lleva en su seno.
Su remedio se encuentra únicamente en la Sinceridad, Franqueza, Sencillez y Humildad.
v. Concepción Cabrera de Armida | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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