Desprecio de los bienes mundanos

3.5.18

El combate espiritual: distinguir los engaños del enemigo para no vivir confundido


- Del orden que guarda el demonio en combatir, así a los que quieren darse a la virtud, como a los que se hallan en la servidumbre del pecado. -

Has de saber, hija mía, que el demonio nada desea con tanto ardor como nuestra ruina, y que no combate con todos de una misma suerte. Para empezar, pues, a descubrirte algunos de sus artificios y engaños, te representaré diferentes estados y disposiciones del hombre.

Algunos se hallan esclavos del pecado y no piensan en romper sus cadenas.




Otros desean salir de esta esclavitud, pero nunca empiezan la empresa.

Otros se persuaden de que siguen el camino de la perfección, pero andan muy apartados de él.

Otros, en fin, después de haber llegado a un grado muy alto de virtud, vienen a caer con mayor ruina y peligro. De todos discurriremos en los capítulos siguientes.

Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

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