- Del orden que se debe guardar en el combate contra las pasiones y vicios. -
Importa mucho, hija mía, que sepas el orden que se debe guardar para combatir como se debe y no, acaso, por costumbre, como hacen muchos, que por esta causa pierden todo el fruto de su trabajo.
El orden de combatir contra tus vicios y malas inclinaciones es recogerte dentro de ti misma, a fin de examinar con cuidado cuáles son ordinariamente tus deseos y aficiones, y reconocer cuál es la pasión que en ti reina (1); y a ésta particularmente has de declarar la guerra como a tu mayor enemigo. Pero si el maligno espíritu te asaltare con otra pasión o vicio, deberás entonces acudir sin tardanza a donde fuere mayor y más urgente la necesidad, y volverás después a tu primera empresa.
(1) Nota del redactor: las pasiones pueden ser muchas: vanidad, orgullo, codicia, envidia, altanería, charlatanería, impaciencia, inmodestia, lujuria, altivez, agresividad, egoísmo... Para enfrentarse a cada una, como se ha dicho en anteriores capítulos, hay que poner énfasis en trabajar la virtud contraria, por ejemplo: a la codicia, generosidad, a la desesperación, esperanza; a la lujuria, continencia; a la ira, mansedumbre... Pidiendo siempre luz y asistencia al Espíritu Santo.
Lorenzo Scúpoli C. R. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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