La Gula es un vicio capital que reina en el mundo y es señor de todo él.
La Gula entra también en los claustros e invade las mesas más humildes, haciendo inconcebibles daños en todas las escalas que recorre.
La Gula hace también estragos en los corazones y también en los cuerpos de miles de personas.
Ella lleva consigo una clase de armas venenosas que tiene el desorden: es la Gula hija del Desorden, y por lo mismo es hija de Satanás. Orilla a muchos otros vicios y es de terribilísimas consecuencias para el alma.
Consiste la Gula en un desorden material que arrastra al apetito a traspasar los límites de la discreción y de la prudencia en el comer y en el beber.
Este vicio a veces domina de tal manera al hombre, que lo absorbe y precipita su espíritu en muchos y muy graves males.
La Gula es el puñal de la vida del espíritu: ella enerva las fuerzas del alma y es muy propia para producir la Tibieza, la Frialdad y el Desaliento.
Este vicio estragador es más temible de lo que parece a primera vista.
La Gula es una pasión baja y desenfrenada que se reviste con muchos colores y fases. Es desenvuelta en el mundo, en las personas piadosas, y solapada y más temible en los que se llaman míos. Es un vicio que comúnmente se cubre con la Hipocresía y la más fina Soberbia. El Respeto humano con mucha frecuencia acompaña a la Gula.
La Gula hace la guerra ¡y cuánto!, a la vida espiritual, haciendo que la materia predomine sobre el espíritu, debiendo ser todo lo contrario; pues "no sólo de pan vive el hombre".
Toda alma que se venciera sobre lo particular Yo le prometo la hartura de mis gracias con aquella feliz hambre y sed insaciable y amorosa de Mí mismo.
Que los que se llaman míos preserven generosamente en la lucha, sacrificando su natural apetito, el cual, desordenado, se convertiría en vicio y veneno para el alma.
La Gula lleva con mucha facilidad el corazón al nefasto vicio de la Impureza. De la Gula a la impureza hay sólo un paso, el cual a toda costa se debe evitar.
La embriaguez, de una manera particular, casi siempre lleva consigo a este maldito vicio de la Impureza; y por ser este vicio el que prefiere Satanás, lo favorece de muchos medios, siendo la Gula muy principal instrumento para conducir al alma a la Impureza.
v. Concepción Cabrera de Armida | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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