Este trabajo no tiene otro objetivo sino el de iniciarlos en el conocimiento y práctica de esta virtud. Expondrá muy sencillamente, la naturaleza, el objeto, los fundamentos y los efectos de la misma.
Lector piadoso, si alguna vez este modesto tratado te cayera en las manos, no lo apartes con desdén. Él no pretende ni encantos literarios, ni originalidad. Solamente contiene verdades consoladoras, que recogí en los libros inspirados y en los escritos de los santos. He ahí su único mérito.
Léalo con lentitud, con atención, con espíritu de oración. Casi diría: ¡medítelo! Déjese penetrar dulcemente por su doctrina. La savia del Evangelio embebe estas páginas. ¿Habrá para las almas mejor alimento que las palabras del Señor? Que al terminar esta lectura, puedan confiarse únicamente al adorable Maestro que todo nos dio: ¡sus tesoros, su amor, su vida y hasta la última gota de su sangre!
P. Raymond de Thomas de Saint Laurent | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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