Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

25.4.18

Confianza: Naturaleza y cualidades de la confianza


La confianza es una firme esperanza.
Con la concisión que trae el cuño de su genio, así define Santo Tomás la confianza: "Una esperanza fortalecida por sólida convicción". Palabra profunda que no haremos sino comentar en este capítulo.

Ponderemos atentamente los términos que emplea el Doctor Angélico: La confianza –dice- es una esperanza. No una esperanza ordinaria, común a todos los fieles. Un calificativo preciso la distingue: es "una esperanza fortalecida". No obstante, nótese bien: no hay diferencia de naturaleza, sino solamente de grado.




Los albores inciertos de la aurora y el esplendor del sol en el cenit, forman parte del mismo día. Así, la confianza y la esperanza pertenecen a la misma virtud: una no es más que el florecimiento completo de la otra.

La esperanza común se pierde por la desesperación; sin embargo, puede tolerar cierta inquietud. Con todo, cuando alcanza esa perfección que hace cambiar su nombre por el de "confianza", entonces se le hace más delicada la susceptibilidad. Y no soporta la vacilación, por ligera que se imagine. La menor duda la rebajaría y la haría volver al nivel de la simple esperanza.

El Profeta Real escogía exactamente las expresiones cuando llamaba a la confianza: "una super esperanza" (Sal. 118, 147). Se trata en efecto de una virtud llevada al máximo de intensidad.

Y el Padre Saint-Jure, autor espiritual de los más estimados del siglo XVII, veía justamente en ella una esperanza "extraordinaria y heroica".

La confianza no es, pues, una flor banal. Crece en las cumbres y sólo la alcanzan los generosos.

P. Raymond de Thomas de Saint Laurent | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario