Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

27.4.18

Confianza: Es fortalecida por la Fe


Vayamos más lejos en este estudio.

¿Qué fuerza soberana da firmeza a la esperanza, a punto de hacerla inquebrantable a los asaltos de la adversidad?... ¡La Fe! El alma que confía retiene en la memoria las promesas del Padre celestial; las medita profundamente. Sabe que Dios no puede faltar a su palabra, y de allí surge una imperturbable seguridad. Si el peligro la amenaza, la envuelve, la domina incluso, ella conserva siempre la serenidad. A pesar de la inminencia del peligro, repite la palabra del Salmista: "El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el defensor de mi vida. ¿Quién me hará temblar?".




Entre la Fe y la confianza existen relaciones estrechas, lazos íntimos de parentesco. Empleando la expresión de un teólogo contemporáneo, se debe encontrar en la Fe "la causa y la raíz" de la confianza. Ahora bien, cuanto más penetra la raíz en la tierra, más savia nutritiva saca de ella; más vigoroso crecerá el tronco; más opulenta será la floración. Así, nuestra confianza se desarrolla en la medida en que profundizamos en nosotros la Fe.

Los Libros Sagrados reconocen la relación que une esas dos virtudes. ¿No son designadas por el mismo vocablo "fides", una y otra, por la pluma de los escritores sagrados?

P. Raymond de Thomas de Saint Laurent | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

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