Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

24.6.17

Consagración al Inmaculado Corazón de María


Señora y Madre mía, por la conversión y por el perdón de los pecadores;
para desagraviar y glorificar tu Inmaculado Corazón,
y para que pronto veáis cumplido tu deseo de que todos los pueblos de la tierra se consagren a él,
he aquí que yo me entrego por completo a Ti, Virgen Santísima,
y te ruego que te dignes aceptar mi inteligencia y mis facultades,
mis pensamientos y mis deseos,
mis palabras y mis obras,
mi cuerpo y mi alma,
en una palabra: todo mi ser,
pues a tu Inmaculado Corazón consagro todo lo que soy, todo lo que tengo, y con ello me consagro yo mismo para siempre, Madre mía del Carmelo.

23.6.17

Acto de consagración al Sagrado Corazón de Jesús


Rendido a vuestros pies, ¡oh, Jesús mío!, considerando las inefables muestras de amor que me habéis dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo vuestro amabilísimo Corazón, os pido humildemente la gracia de conoceros, amaros y serviros, como fiel discípulo vuestro, para hacerme digno de las mercedes y bendiciones que generoso concedéis a los que de veras os conocen, aman y sirven.

¡Mirad que soy muy pobre, dulcísimo Jesucristo, y necesito de Vos, como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar! ¡Mirad que soy muy inculto, oh soberano Maestro, y necesito de vuestras divinas enseñanzas para que sean luz y guía de mi ignorancia! ¡Mirad que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los abatidos, y caigo a cada paso y necesito apoyarme en Vos para no desfallecer! Sé tú todo para mí, Sagrado Corazón, socorro de mi miseria, lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda mi necesidad. De Vos lo espera todo mi pobre corazón: Vos lo alentasteis, cuando con tiernos acentos dijisteis repetidas veces en vuestro Evangelio: "Venid a Mí..., Aprended de Mí..., Pedid..., Llamad...,". A las puertas de vuestro Corazón vengo, pues, hoy, y llamo, y espero. Del mío os hago, ¡oh mi Señor!, firme, formal y decidida entrega. Tomadlo todo Vos, tomad Vos todo cuanto soy y tengo, y dadme, en cambio, lo que sabéis me ha de hacer agradable para Vos y dichoso en la eternidad. Me pongo enteramente a vuestro servicio, tomadme como Vos queráis: esclavo, siervo, servidor tuyo, con tal de que permanezca siempre fiel a Vos, y no os defraude jamás. Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

22.6.17

Compañía y adoración al Santísimo Sacramento


¡Oh, Divino Jesús, solitario por las noches en tantos tabernáculos sin quien te visite ni adore! Yo te ofrezco mi solitario corazón, y deseo que cada una de sus pulsaciones sean otros tantos actos de amor tuyo. Tú estás siempre vigilando bajo los velos sacramentales, tu amor nunca duerme y jamás te cansas de cuidar a los pecadores.

¡Oh, amante Jesús, oh solitario Jesús! ¡Ojalá mi corazón fuese una lámpara, cuya luz brillara y despidiera rayos de amor para Ti solo! Vela, sacramental Centinela, vela por el dormido mundo, por las almas extraviadas y por tus pobres y descarriados hijos.


"Yo conozco que los sufrimientos presentes no pueden ser comparados con la gloria venidera que nos será revelada", (San Pablo).

21.6.17

Devoción de los siete dolores


Devoción admirable De los Siete Dolores que Ntra. Madre Santa María sintió en la vida y muerte de su amantísimo Hijo Jesucristo.

Jaculatoria:
Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros para que podamos llegar a ti. (300 días de indulgencia).

Primero
Señor mío Jesucristo, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi Señora la Virgen María cuando le profetizó Simeón que te habían de quitar la vida: por este dolor te pido conocimiento y contrición de mis culpas.

(Padrenuestro, Avemaría y Gloria).

20.6.17

Ser un miserable o "parecer" un miserable


Habiendo el género humano pecado y rebelado contra el Señor, y no merecer más castigo que la ira de Dios, el hombre tenía como justo destino la perdición eterna. A los ángeles rebelados así les ocurrió, convirtiéndose en lo que nosotros llamamos como demonios, con Satanás a la cabeza, que fue el primero en tener la osadía de querer suplantar a Dios y, con él, arrastró a unas cuantas huestes diabólicas. No se conoce el número (algunos tratados hablan de miles de millones), pero en cualquier caso, obviamente, son muchos más los coros de ángeles celestiales que se mantuvieron fieles al Señor.

Aún así, si cada uno de nosotros posee un ángel de la guarda, y hay varios ángeles que, como patrones en diversas funciones, nos cuidan y protegen, de la misma manera existen facciones demoníacas pero con distinto cometido: el de perdernos. Se podría pensar que cómo es que los demonios invierten tanto tiempo, energía y estrategia, en hacer perder al género humano, si es que no tienen mejores cosas que hacer. La verdad es que no, no tienen muchas mejores cosas que hacer.