Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

3.10.21

Luces Vespertinas: 21. Mis odios



Debes odiar el mal, al pecado, al vicio.

Debes rehuír del pecador o del obstinado en el mal, en su malicia; de los que hacen mal a otros a sabiendas, de los enemigos de Dios en cuanto a tales.

Pero a todas estas personas al mismo tiempo has de procurar hacerlas buenas, si es posible.

Aborrece el pecado, ama al pecador, para que no lo sea. Por lo demas, es mejor amar que odiar.

¿Tengo odio sin razón a alguna persona? ¿Tengo odio sin razón a alguna institución? ¿Este odio es envidia, es injusticia, es irracional? ¿Es un odio debido a cuentos y chismes, por intereses humanos, por rivalidades de oficio o de honor?

Las personas que me inspiran odio, ¿son odiosas verdaderamente, o tienen malicia? ¿Tienen más bien ignorancia o ceguedad, o engaño? ¿No las podría yo cambiar en amables y buenas, apartándolas del mal?

¿Siento antipatías infundadas? ¿Me dejo llevar de ellas? Por mi odio, ¿hago alguna injusticia, murmuro, impido el bien del prójimo, le hago algún mal, le niego mi consideraicón?

A los que hacen mal a otros, como son los sectarios, caciques, explotadores, corruptores, engañadores, opresores de todo género, se debe perseguir por amor de los inocentes, y se les debe cohibir, y desenmascarar, delatar, repeler todo cuanto se pueda. El que sólo para sí es malo, es digno de compasión y de auxilio; el que es malo para sí y para otros, es digno de repulsión, de castigo y de persecución.

Fuera de estos, ten a gala no hacer mal a nadie, sino ser bondadoso con todos. Alégrate del bien ajeno, y no tengas envidia sino sólo emulación.

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2.10.21

Luces Vespertinas: 20. Mis amores



El amor es la más hermosa flor de la tierra y del cielo.

Debes amar a tu Dios sobre todas las cosas. ¿Le amo más que a nadie y más que a nada? ¿Le amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas, con toda mi hacienda y facultades?

Debes amar también a tus padres. ¿Amo yo a mis padres? ¿Los amo con prácticas, haciendo su gusto, honrándolos con mi conducta, favoreciéndolos cuanto puedo, acariciándoles y mostrándoles mi cariño, acompañándolos, sosteniéndolos?

Deben amarse los esposos. Si lo sois, ¿os amáis uno al otro de corazón? ¿Os acompañáis, os animas, os sois fieles? ¿Os sacrificáis sin rechistar el uno por el otro? ¿Sois un corazón y una sola alma? ¿Os cedéis mutuamente algo de vuestro querer y carácter? O sin embargo, ¿sois como dos huéspedes en una misma casa?

Debéis amar a vuestros hijos. ¿Los amáis con amor de obras, de educación, de sacrificio? ¿O en lugar de eso los amáis con amor vanal, de mimos, de muñecas, de trajes, de regalos, de caprichos que no llevan a nada? ¿Los amáis con amor solamente humano, o también como un bien del cielo, un amor cristiano? ¿Os preocupáis no solo del bien de su cuerpo, sino también de sus almas? ¿Los educáis para su porvenir y para que puedan valerse por sí mismos el día de mañana? ¿O sólo atendéis a su satisfacción presente?

Debeis amar a vuestros parientes, y a los parientes de vuestros cónyuges. ¿Procuráis la unión de todos y evitáis las disensiones y desavenencias?

Debéis amar a vuestros amigos. ¿Tenéis buenos amigos? ¿O son malos, medianos...? ¿Os conviene tenerlos, o dejarlos? ¿Guardáis con ellos fidelidad, sinceridad, abnegación? Pero no tengas amigos malos, a no ser que quieran ser buenos y no te puedan hacer a ti malo.

Debéis amar a la tierra, a la naturaleza. Defenderla, honrarla para usar de ella como el Señor os la dio, guardar sus leyes y las leyes también de vuestra nación. Antes hay que amar y favorecer a vuestros hermanos, a los prójimos que llegan a vuestro camino.

¿Tienes algún amor malo? ¿Tienes algún amor indigno y vergonzoso, pecaminoso y comrpometido? ¡Oh, si es así, extírpalo pronto!

¿Tienes predilecciones injustas? ¿Tienes predilecciones entre amigos, entre hijos incluso, entre parientes, discípulos o empleados?

¿Tienes simpatías peligrosas, indignas, infundadas?

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1.10.21

Luces Vespertinas: 19. Mis compañías



Mucho importa tener buenas relaciones.

- 1. Hay relaciones y compañerismos "pasajeros", por razones de negocios, de oficio, de estudio, de sociedad. Si las personas son malas o medianas, conviene no estrechar estas relaciones más de lo puramente necesario. ¿Tengo algunas relaciones así? ¿Tengo algunas relaciones así en clase? ¿Tengo algunas relaciones así en la universidad? ¿Tengo algunas relaciones así en la oficina? ¿Tengo algunas relaciones así en el negocio? ¿Tengo algunas relaciones así en la familia o círculo social en que vivo? ¿Y procuro no estrechar estas relaciones, sino mantenerme libre de sus compromisos? ¿Estoy en alguna sociedad o asociación de recreo o de negocios en que tenga que tener estas relaciones con personas inconvenientes? ¿Tengo necesidad de estar en estas sociedades epicenas, medio impías, mundanas, de gente ambigua, escéptica, mediana...?

- 2. Hay relaciones y compañerismos ya "más estrechos y amistosos", de corazón, no de sociedad. Una de las mejores defensas propias es meterse en estas relaciones buenas y estrecharlas. ¿Buscas círculos, sociedades, compañías buenas para ser tus amistades?

- 3. Hay, en fin, relaciones "íntimas", de amigos verdaderos del todo, de unión afectuosa del corazón, de intimidad completa. Esta sólo se puede tener con muy pocos, a veces con uno de mucha confianza, de segura bondad y probada sinceridad. ¿Tienes algún íntimo? ¿Qué tal es? ¿Es digno de ti? ¿Le eres fiel?

- 4. Hay además relaciones "familiares" en las que se debe tener tanto o más cuidado que en las individuales. ¿Qué gente admito en mi casa en las tertulias y visitas? ¿A quienes visito yo o mi familia? Yo o mi familia, ¿tenemos algunas compañías o relaciones indignas, escandalosas, peligrosas, comprometidas? ¿Comienzo a tener algunas de esta clase?

Y las sociedades a las que pertenecezo, ¿qué tales son? ¿Son sociedades masónicas, secretas, laicas, liberales, comprometidas, peligrosas...? ¿Coopero en ellas a algún mal? ¿Tienen política anticatólica, biblioteca impía, juego inmoral, diversiones ilícitas, partidos anticlericales? ¿Con razón que lo justifique o sin razón? ¿Podría pertenecer a sociedades o partidos políticos?

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30.9.21

Luces Vespertinas: 18. Mis conversaciones



Una de las cosas que más influyen en la educación es la conversación; la mala para lo malo, y la buena para lo bueno.

- 1. Conversaciones perversas son las irreligiosas, las deshonestas, las injuriosas.

¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas? ¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas por malicia? ¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas por respetos humanos? ¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas por debilidad de convicción y de carácter? ¿Defiendo la religión cuando es prudente? Deberíamos saber defender nuestra religión; si no lo sabemos, al menos sepamos demostrar disgusto, para lo cual basta callar. También, aun cuando se sepa defender la religión, es preciso guardar prudencia: con los que ofenden la religión decortésmente, y en general con los que no quieren la verdad, sino lo suyo, es mejor callar; no se merecen éstos el honor de la respuesta. Con los que la ofenden cortesmente, con deseo de saber la verdad, será bueno conversar para enseñarles, o remitirles y llevarles a quien sepa más, si buscan realmente la verdad.

¿Tengo conversaciones deshonestas? ¡Qué bajeza tan grande y tan indigna de un cristiano!

¿Tengo conversaciones injuriosas? ¿Murmuraciones? ¿Bromas incultas, excesivas, pesadas, picantes? ¿Críticas extremadas de personas? ¿Revelaciones de secretos, revelaciones inoportunas, o censuras indiscretas, o alusiones mortificativas? ¿Tengo discusiones irracionales con malas formas? ¿Tengo discusiones irracionales con terquedad? ¿Tengo discusiones irracionales con despecho o desprecio?

- 2. ¿Tengo conversaciones vanas? ¿Tengo conversaciones de futilidades, modas, juegos, diversiones, chismes, hablar por hablar? ¡Cuánto de esto hay en la sociedad!

- 3. ¿Tengo conversaciones buenas, cristianas, instructivas, educativas, discretas, inteligentes, alegres...? ¡Cuánto bien haríamos en la mesa, en los paseos..., con este tipo de conversaciones!

"Miscuit utile dulci" (Mezclar lo útil con lo agradable). He aquí el ideal de una buena conversación.

¿Hablo mucho de mí? ¿Hablo mucho del prójimo? ¿Hablo demasiado? ¿Sé hablar bien, y hasta correcta y artísticamente? Piensa lo que hablas.

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29.9.21

Luces Vespertinas: 17. Mis caridades



El segundo precepto de la ley de Dios es amar al prójimo como a nosotros mismos.

¿Tengo caridad con el prójimo? ¿Practico alguna obra de misericordia? ¿No podría yo practicar alguna de las obras de misericordia que nos enseña la Iglesia Católica, enseñando a alguno que no sabe, dando algún buen consejo a alguno que lo necesita, corrigiendo bondadosamente a alguno que se equivoca, perdonando alguna injuria o falta, etc.?

¿Doy alguna limosna o caridad? ¿La doy a proporción de lo que tengo? ¿La doy por ostentación y sólo cuando luce? ¿La doy con mal gesto, con disgusto, con rabia? ¿La doy con prudencia y utilidad? ¿La doy a los más necesitados, a los parientes, en igualdad de circunstancias? ¿La doy a los más buenos en igualdad de circunstancias?

¿Tómo algún trabajo personal y voluntario para hacer el bien?

Y cuando yo no puedo dar, ¿favorezco, si puedo, de otro modo? ¿Favorezco con mi influencia o dirección?

¿Acaso por pretexto de que tal vez engañan, cierras el corazón a la caridad?

¿No podría visitar algo menos a los ricos, y un poco más a los pobres y necesitados? ¿No podría regalar un poco menos a los ricos, y dar más a los pobres y necesitados?

¿No podría tener la delicadeza de sostener al que está en peligro, dar la mano al que está caído, no exasperar al que está desalentado, disimular mis antipatías, atender a los postergados injustamente y sin culpa por la sociedad, tener paciencia con los desgraciados?

Generosidad, oportunidad, delicadeza: he aquí tres buenas cualidades de la caridad.

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