Una de las cosas que más influyen en la educación es la conversación; la mala para lo malo, y la buena para lo bueno.
- 1. Conversaciones perversas son las irreligiosas, las deshonestas, las injuriosas.
¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas? ¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas por malicia? ¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas por respetos humanos? ¿Tengo yo conversaciones irreligiosas, o participo de ellas por debilidad de convicción y de carácter? ¿Defiendo la religión cuando es prudente? Deberíamos saber defender nuestra religión; si no lo sabemos, al menos sepamos demostrar disgusto, para lo cual basta callar. También, aun cuando se sepa defender la religión, es preciso guardar prudencia: con los que ofenden la religión decortésmente, y en general con los que no quieren la verdad, sino lo suyo, es mejor callar; no se merecen éstos el honor de la respuesta. Con los que la ofenden cortesmente, con deseo de saber la verdad, será bueno conversar para enseñarles, o remitirles y llevarles a quien sepa más, si buscan realmente la verdad.
¿Tengo conversaciones deshonestas? ¡Qué bajeza tan grande y tan indigna de un cristiano!
¿Tengo conversaciones injuriosas? ¿Murmuraciones? ¿Bromas incultas, excesivas, pesadas, picantes? ¿Críticas extremadas de personas? ¿Revelaciones de secretos, revelaciones inoportunas, o censuras indiscretas, o alusiones mortificativas? ¿Tengo discusiones irracionales con malas formas? ¿Tengo discusiones irracionales con terquedad? ¿Tengo discusiones irracionales con despecho o desprecio?
- 2. ¿Tengo conversaciones vanas? ¿Tengo conversaciones de futilidades, modas, juegos, diversiones, chismes, hablar por hablar? ¡Cuánto de esto hay en la sociedad!
- 3. ¿Tengo conversaciones buenas, cristianas, instructivas, educativas, discretas, inteligentes, alegres...? ¡Cuánto bien haríamos en la mesa, en los paseos..., con este tipo de conversaciones!
"Miscuit utile dulci" (Mezclar lo útil con lo agradable). He aquí el ideal de una buena conversación.
¿Hablo mucho de mí? ¿Hablo mucho del prójimo? ¿Hablo demasiado? ¿Sé hablar bien, y hasta correcta y artísticamente? Piensa lo que hablas.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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