Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

2.10.21

Luces Vespertinas: 20. Mis amores



El amor es la más hermosa flor de la tierra y del cielo.

Debes amar a tu Dios sobre todas las cosas. ¿Le amo más que a nadie y más que a nada? ¿Le amo con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas, con toda mi hacienda y facultades?

Debes amar también a tus padres. ¿Amo yo a mis padres? ¿Los amo con prácticas, haciendo su gusto, honrándolos con mi conducta, favoreciéndolos cuanto puedo, acariciándoles y mostrándoles mi cariño, acompañándolos, sosteniéndolos?

Deben amarse los esposos. Si lo sois, ¿os amáis uno al otro de corazón? ¿Os acompañáis, os animas, os sois fieles? ¿Os sacrificáis sin rechistar el uno por el otro? ¿Sois un corazón y una sola alma? ¿Os cedéis mutuamente algo de vuestro querer y carácter? O sin embargo, ¿sois como dos huéspedes en una misma casa?

Debéis amar a vuestros hijos. ¿Los amáis con amor de obras, de educación, de sacrificio? ¿O en lugar de eso los amáis con amor vanal, de mimos, de muñecas, de trajes, de regalos, de caprichos que no llevan a nada? ¿Los amáis con amor solamente humano, o también como un bien del cielo, un amor cristiano? ¿Os preocupáis no solo del bien de su cuerpo, sino también de sus almas? ¿Los educáis para su porvenir y para que puedan valerse por sí mismos el día de mañana? ¿O sólo atendéis a su satisfacción presente?

Debeis amar a vuestros parientes, y a los parientes de vuestros cónyuges. ¿Procuráis la unión de todos y evitáis las disensiones y desavenencias?

Debéis amar a vuestros amigos. ¿Tenéis buenos amigos? ¿O son malos, medianos...? ¿Os conviene tenerlos, o dejarlos? ¿Guardáis con ellos fidelidad, sinceridad, abnegación? Pero no tengas amigos malos, a no ser que quieran ser buenos y no te puedan hacer a ti malo.

Debéis amar a la tierra, a la naturaleza. Defenderla, honrarla para usar de ella como el Señor os la dio, guardar sus leyes y las leyes también de vuestra nación. Antes hay que amar y favorecer a vuestros hermanos, a los prójimos que llegan a vuestro camino.

¿Tienes algún amor malo? ¿Tienes algún amor indigno y vergonzoso, pecaminoso y comrpometido? ¡Oh, si es así, extírpalo pronto!

¿Tienes predilecciones injustas? ¿Tienes predilecciones entre amigos, entre hijos incluso, entre parientes, discípulos o empleados?

¿Tienes simpatías peligrosas, indignas, infundadas?

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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