Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

25.1.20

Aún estás a tiempo


Haz el bien mientras tengas tiempo. Vendrá un momento en el cual no podrás hacer ya nada, solo recoger lo que has sembrado.

No juzgues a los demás sino a ti mismo. Este comportamiento es el cimiento sobre el cual se construye la paz de la tierra. Un buen cristiano se considera a aquel que está firmemente decidido a cumplir la voluntad de Dios, es gentil y bueno con su hermano, se entrega siempre al Señor con humildad, esta acostumbrado a soportar los propios errores y los de los demás.

Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos 2020. Día 8


Generosidad: Recibir y dar.

Hechos 28, 8-10

"Se daba la circunstancia de que el padre de Publio estaba en cama aquejado por unas fiebres y disentería. Pablo fue a visitarlo y, después de orar, le impuso las manos y lo curó. A la vista de esto, acudieron también los demás enfermos de la isla, y Pablo los curó. Fueron muchas las muestras de aprecio que nos dispensaron los isleños que, al hacernos de nuevo a la mar, nos suministraron todo lo necesario".

Reflexión:

Esta historia está llena de dar y recibir. Pablo recibe una solicitud poco común de parte de los isleños; Pablo ofrece curación al padre de Publio y a otros; habiendo perdido todo en la tempestad, los 276 reciben abundantes provisiones al hacerse de nuevo a la mar. Como cristianos estamos llamados a una solicitud poco común. Pero para poder dar tenemos que aprender primero a recibir -de Cristo y de los demás-. Más frecuentemente de lo que pensamos, somos receptores de actos de cariño de personas que son diferentes de nosotros. Estos actos apuntan hacia la generosidad y la sanación de nuestro Señor. Los que hemos sido sanados por el Señor somos responsables de transmitir lo que hemos recibido.

Oración:


Dios, dador de vida,
te damos gracias por el don de tu amor compasivo
que nos alivia y nos fortalece.

Pedimos que nuestras Iglesias
estén siempre abiertas para recibir tus dones de las demás.

Concédenos un espíritu de generosidad hacia todos
mientras caminamos juntos por la senda de la unidad de los cristianos.

Pedimos esto en el nombre de tu Hijo,
que reina contigo y el Espíritu Santo. Amén.

24.1.20

Adoración al Santísimo Sacramento


-· Introducción ·-

Eterno Padre, yo te agradezco porque Tu infinito Amor me ha salvado, aún contra mi propia voluntad. Gracias, Padre mío, por Tu inmensa paciencia que me ha esperado. Gracias, Dios mío, por Tu inconmensurable compasión que tuvo piedad de mí. La única recompensa que puedo darte en retribución de todo lo que me has dado es mi debilidad, mi dolor y mi miseria.

Estoy delante Tuyo, Espíritu de Amor, que eres fuego inextinguible y quiero permanecer en tu adorable presencia, quiero reparar mis culpas, renovarme en el fervor de mi consagración y entregarte mi homenaje de alabanza y adoración.

Jesús bendito, estoy frente a Ti y quiero arrancar a Tu Divino Corazón innumerables gracias para mí y para todas las almas, para la Santa Iglesia, tus sacerdotes y religiosos. Permite, oh Jesús, que estos momentos sean verdaderamente momentos de intimidad, momentos de amor en los cuales me sea dado recibir todas las gracias que Tu Corazón divino me tiene reservadas.

Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, nuestra Madre carmelitana, me uno a Ti y te suplico me hagas partícipe de los sentimientos de Tu Corazón Inmaculado.

¡Dios mío! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

-· Oración de Fátima ·-

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de todos los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores.

Oración de Santo Tomás de Aquino para visitar el Santísimo Sacramento


¡Oh, Santísimo Jesús, que aquí sois verdaderamente Dios escondido!, concededme:

desear ardientemente,
buscar prudentemente,
conocer verdaderamente

y cumplir perfectamente en alabanza, y gloria de vuestro nombre todo lo que os agrada.

Ordenad, ¡oh Dios mío!, el estado de mi vida; concededme que conozca lo que de mí queréis y que lo cumpla como es menester y conviene a mi alma.

Dadme, ¡oh Señor Dios mío!, que no desfallezca entre las prosperidades y adversidades, para que ni en aquellas me ensalce, ni en éstas me abata.

De ninguna cosa tenga gozo ni pena, sino de lo que lleva a Vos o aparta de Vos.

A nadie desee agradar o tema desagradar sino a Vos.

Séanme viles, Señor, todas las cosas transitorias y preciosas todas las eternas.

Disgústeme, Señor, todo gozo sin Vos, y que no ambicione cosa ninguna fuera de Vos.

Séame deleitoso, Señor, cualquier trabajo por Vos, y enojoso el descanso sin Vos.

Dadme, oh Dios mío, levantar a Vos mi corazón frecuente y fervorosamente, hacerlo todo con amor, tener por muerto lo que no pertenece a vuestro servicio, hacer mis obras no por rutina, sino refiriéndolas a Vos con devoción.

Hacedme, oh Jesús, amor mío y mi vida,
obediente sin contradicción,
pobre sin rebajamiento,
casto sin corrupción,
paciente sin disipación,
maduro sin pesadumbre,
diligente sin inconstancia,
temeroso de Vos sin desesperación,
veraz sin doblez.

Haced, Señor Jesucristo,
que practique el bien sin presunción,
que corrija al prójimo sin soberbia,
que le edifique con palabras y obras sin fingimientos.

Dadme, oh Señor Dios mío, un corazón vigilante que por ningún pensamiento curioso se aparte de Vos;
dadme un corazón noble que por ninguna intención siniestra se desvíe de Vos;
dadme un corazón firme que por ninguna tribulación se quebrante;
dadme un corazón libre que ninguna pasión violenta le domine.

Otorgadme, oh Señor Dios mío,
entendimiento que os conozca,
diligencia que os busque,
sabiduría que os halle,
comportamiento que os agrade,
perseverancia que confiadamente os espere,
y esperanza que, finalmente, os abrace.

Dadme que me aflija con vuestras penas aquí por la penitencia, y en el camino de mi vida use de vuestros beneficios por gracia, y en la patria goce de vuestras alegrías por gloria.

Señor que vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos.

Amén.

Preces al Santísimo Sacramento


Señor, ten misericordia de nosotros.
!Oh Cristo! ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.
!Oh Cristo!, óyenos.

Señor, ten misericordia de nosotros.
!Oh Cristo!, escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Pan vivo que bajaste del Cielo, ten misericordia de nosotros.

Dios escondido y Salvador, ten misericordia de nosotros.

Comida de los escogidos, ten misericordia de nosotros.

Vino que engendras vírgenes, ten misericordia de nosotros.

Pan substancioso y de los reyes regalo, ten misericordia de nosotros.

Sacrificio continuo, ten misericordia de nosotros.

Ofrenda pura, ten misericordia de nosotros.

Cordero sin mancha, ten misericordia de nosotros.

Mesa purísima, ten misericordia de nosotros.

Comida de los ángeles, ten misericordia de nosotros.

Maná escondido, ten misericordia de nosotros.

Memorial de las maravillas de Dios, ten misericordia de nosotros.

Pan sobresubstancial, ten misericordia de nosotros.

Verbo hecho carne, ten misericordia de nosotros.

Dios con nosotros, ten misericordia de nosotros.

Hostia Santa, ten misericordia de nosotros.

Cáliz de Bendición, ten misericordia de nosotros.

Misterio de fe, ten misericordia de nosotros.

Preexcelxo y venerable Sacramento, ten misericordia de nosotros.

Sacrificio, el más santo de todos, ten misericordia de nosotros.

Verdadero propiciatorio por los vivos y difuntos, ten misericordia de nosotros.

Remedio celestial, con el que nos preservamos de todos los pecados, ten misericordia de nosotros.

Milagro asombroso sobre todos los milagros, ten misericordia de nosotros.

Memoria sacratísima de la Pasión del Señor, ten misericordia de nosotros.

Don que excedes a toda riqueza, ten misericordia de nosotros.

Memorial principal del amor divino, ten misericordia de nosotros.

Abundancia de liberalidad divina, ten misericordia de nosotros.

Sacrosanto y augustísimo misterio, ten misericordia de nosotros.

Medicamento de inmortalidad, ten misericordia de nosotros.

Sacramento vivífico digno de todo respeto, ten misericordia de nosotros.

Pan hecho carne por el Todopoderoso, ten misericordia de nosotros.

Sacrificio incruento, ten misericordia de nosotros.

Comida y fuente de vida, ten misericordia de nosotros.

Convite dulcísimo en el que sirven los ángeles, ten misericordia de nosotros.

Sacramento de piedad, ten misericordia de nosotros.

Vínculo de caridad. ten misericordia de nosotros.

Oferente y ofrecido, ten misericordia de nosotros.

Espiritual dulzura gustada en la misma fuente, ten misericordia de nosotros.

Sustento de las almas santas, ten misericordia de nosotros.

Viático de los que mueren en el Señor, ten misericordia de nosotros.

Prenda de la gloria que esperamos, ten misericordia de nosotros.


Sé para nosotros propicio, perdónanos, Señor.

Sé para nosotros propicio, escúchanos, Señor.


De la comunión sacrílega, líbranos, Señor.

De la concupiscencia de la carne, líbranos, Señor.

Del deseo desordenado de los ojos, líbranos Señor.

De las soberbia de la vida, líbranos, Señor.

De toda ocasión de pecar, líbranos , Señor.

Por aquel deseo con que deseaste comer esta pascua con tus discípulos, líbranos, Señor.

Por la encendida caridad con que instituiste este divino Sacramento, líbranos, Señor.

Por tu sangre preciosa, que nos dejaste en el altar, líbranos, Señor.

Por las cinco llagas de tu cuerpo sacratísimo, que por nosotros recibiste, líbranos, Señor.


Nosotros pecadores, te rogamos óyenos.

Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción de este admirable Sacramento, te rogamos óyenos.

Que te dignes guiarnos por la verdadera confesión de los pecados, a la frecuente comunión, te rogamos, óyenos.

Que te dignes librarnos de toda herejía, infidelidad y ceguedad de corazón, te rogamos óyenos.

Que te dignes hacernos participantes de los frutos preciosos y celestiales de este Santísimo Sacramento, te rogamos óyenos.

Que te dignes confortarnos y fortalecernos en la hora de nuestra muerte con este Viático celestial, te rogamos óyenos.


!Oh Hijo de Dios! te rogamos óyenos.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.

!Oh Cristo, óyenos!

!Oh Cristo, escúchanos!

!Señor, ten misericordia de nosotros!

!Señor, ten misericordia de nosotros!

(Padre nuestro, Avemaría, Gloria).

v/ El pan del cielo les has dado.
r/ Que contiene en sí todo el deleite.

v/ Bendito eres, Señor, en los Cielos.
r/ Digno de todas las alabanzas, y de ser exaltado y glorificado en todos los siglos.

v/ Señor, oye gustoso mi súplica.
r/ Y llegue a tu oído mi clamor.

v/ El Señor esté con vosotros.
r/ Y con tu espíritu.

Oración:
Oh Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en este admirable Sacramento, concédenos que de tal suerte veneremos los sagrados misterios de tu cuerpo y sangre, que experimentemos continuamente en nosotros el fruto de nuestra redención. Tú que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.