Este trisagio es una devoción recomendable especialmente para el día de la festividad de este magnífico Misterio. También es una devoción muy usada y aconsejable ante todo tipo de catástrofes, y tiene concedidas innumerables indulgencias por su práctica.
Acto de contrición.
Amorosísimo Dios, Trino y Uno; Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón y mi alma, por ser Vos mi Padre, mi Señor y mi Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas. Me pesa, Trinidad Sacratísima, me pesa Trinidad misericordiosísima, me pesa Trinidad amabilísima, de haberos ofendido, solo por ser quien sois. Propongo, y para ello os ruego el auxilio de vuestra gracia, tratar de no ofenderos nunca más, y espero en vuestra suma bondad y misericordia infinita, que me habéis de perdonar todos mis pecados, dándome gracia para perseverar en un verdadero amor y cordialísima devoción de vuestra siempre santísima Trinidad.
Amén.