Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

19.11.23

Trisagio a la Santísima Trinidad



Este trisagio es una devoción recomendable especialmente para el día de la festividad de este magnífico Misterio. También es una devoción muy usada y aconsejable ante todo tipo de catástrofes, y tiene concedidas innumerables indulgencias por su práctica.

Acto de contrición.
Amorosísimo Dios, Trino y Uno; Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón y mi alma, por ser Vos mi Padre, mi Señor y mi Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas. Me pesa, Trinidad Sacratísima, me pesa Trinidad misericordiosísima, me pesa Trinidad amabilísima, de haberos ofendido, solo por ser quien sois. Propongo, y para ello os ruego el auxilio de vuestra gracia, tratar de no ofenderos nunca más, y espero en vuestra suma bondad y misericordia infinita, que me habéis de perdonar todos mis pecados, dándome gracia para perseverar en un verdadero amor y cordialísima devoción de vuestra siempre santísima Trinidad.

Amén.




Himno.
Ya brille el sol refulgente,
ya reine la noche umbría,
difunde en las almas todas
tu luz, Trinidad Divina.

Para que así cual te cantan
las célicas jerarquías,
los míseros desterrados
te alaben y te bendigan.

Al Padre y al Unigénito,
y a ti, Espíritu de vida,
gloria y honor, ahora y siempre,
en cielo y tierra te rindan.

Amén.


(Ahora rezar un Padrenuestro y Gloria, tras lo cual se añade lo siguiente):


Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos; llenos están los cielos y la tierra de la majestad de vuestra gloria.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.


(Lo anterior se repite tres veces).


Antífona.
A Vos, Dios Padre ingénito, a Vos, Hijo Unigénito, a Vos, Espíritu Santo Paráclito, Santa Trinidad e indivisible Unidad, de todo corazón os confesamos, alabamos y bendecimos. A Vos se dé la gloria por infinitos siglos de los siglos. Amén.

Oferante: Bendigamos al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Respuesta: Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos. Amén.


Oración.
Señor Dios, Uno y Trino, dadnos continuamente vuestra gracia, vuestra caridad, y la comunicación de Vos, para que en tiempo y eternidad os amemos y glorifiquemos, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, Dios único que reináis por todos los siglos.

Amén.


Cántico.
¡Gloria al Dios Trino, a quien tanto arcángeles, querubines, ángeles, potestades y serafines dicen: Santo, Santo, Santo!

Adorando la Unidad
de tu esencia soberana,
se postra la grey cristiana,
¡Santísima Trinidad!,
y proclama la verdad
con que en su místico canto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Si el pobre humano criterio
dogma tan alto no entiende,
la fe lo acata y defiende
del uno al otro hemisferio;
y celebrando el misterio
que al infierno causa espanto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Ensalzarlo es nuestro anhelo,
que aunque pobres desterrados
y cubiertos de pecados,
nos transporta ardiente celo
cuando vistiendo en el cielo
de luz espléndido manto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Este Trisagio elocuente
en su augusto laconismo
pavor infunde al abismo
y amor infunde al creyente;
por eso perpetuamente
con voz de inefable encanto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Lo oyó cantar Isaías
a los coros celestiales,
y nos legó a los mortales
sus sagradas melodías,
que hasta los últimos días
resonarán mientras tanto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Preserva tal devoción
que al fuego y rayo domina,
de atroz muerte repentina,
de naufragio y de infección;
mientras en la alta región
donde no hay muerte ni llanto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Concédanos tu bondad
tras la vida transitoria
cantar gozosos tu gloria
¡Santísima Trinidad!
Allá donde en felicidad
que nunca sufre quebranto:
- Ángeles y Serafines
dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

¡Gloria al Dios Trino, a quien tanto arcángeles, querubines, ángeles, potestades y serafines dicen: Santo, Santo, Santo!


Antífona.
Bendita y alabada sea la Santa Trinidad e indivisible unidad, que todas las cosas cría y gobierna, ahora y siempre, y por infinitos siglos de los siglos. Amén.

Oferante: Bendigamos al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Respuesta: Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.


Oración.
Omnipotente y Eterno Dios, que habéis hecho reconocer a vuestros servidores, por una sincera confesión de fe, la gloria de vuestra Trinidad, y adorar en el poder de vuestra majestad la indivisible Unidad de vuestra Naturaleza Divina, dignaos concedernos que, por la firmeza de esa misma fe, nos veamos siempre libres de todas las adversidades y peligros.

Por Cristo Señor nuestro. Amén.

Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, el Santísimo Sacramento del altar, y la pureza virginal de María Señora nuestra, concebida sin mancha de pecado original en el primer instante de su ser natural.

Amén.


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